
5 cosas que un triatleta tiene que hacer para evitar el divorcio
¡¡El triatlón o yo!! Frase típica que antes o después acabarás escuchando si has decidido orientar tu vida por el tri. Y es que, amigo, por más que quieras sacar horas entre semana sacrificando sueño, comidas y cañas con amigos, llegan los fines de semana y hay que meter tiradas largas en bici o corriendo sí o sí. A la porra el fin de semana en la casa rural con tus cuñados, a tomar por saco la cena que tenías prevista con tus amigos de la universidad y, en definitiva, a tomar viento todo lo que no sea entrenar, entrenar y entrenar.
Si tu pareja es triatleta seguro que lo entiende e incluso lo comparte. Pero si tu señora esposa ve en el triatlón al mismísimo anticristo, tenemos un problema. El divorcio cada vez está más cerca. Y cuando te pases a la larga distancia, entonces ya se lo ponemos en bandeja de plata.
Bueno, vamos a ver qué podemos hacer para no llegar a ese extremo. Y, ojo, que cada vez veo a más parejas acompañar a las pruebas para animar y estar ahí dando la cara las horas que sean necesarias. Si no eres de los agraciados y eres de los del grupo de "a las 12 en casa", vamos a ver si puedes aprovechar alguno de estos consejos.
Entrenar al alba o de noche
Si pensabas que te íbamos a dar algún consejo que no supusiera sacrificarte todavía más, es que no nos conoces aún. De lo que se trata es de entorpecer lo mínimo posible el ritmo familiar, de pareja o de lo que sea. Que el día a día no se vea afectado por tus carreritas ni por tu bicicleta. Así que las 6 am es un buen momento para madrugar y echarte a las calles de tu ciudad para hacer una buena tirada larga. Te darás cuenta rápidamente de que no eres el único tonto que está corriendo a esas horas, y como te descuides puedes hacer hasta un grupete majo de entrenos en el vecindario. No olvides que como tú hay otros muchos, es cuestión de juntarnos y hacernos piña.
Si eres de los que no tiene los biorritmos matutinos, tienes la opción de salir a correr por la noche. Cuando ya has acostado a toda la descendencia en la cama y parece que todo está en calma, sal de puntillas sin que te oigan y ¡¡a correr o al rodillo!! En verano ya no tenemos excusa para hacer lo mismo con la bici, porque a las 6:30 ya hay luz suficiente para salir a dar pedales.
Pasarse el día dando las gracias y adulando a la pareja
Este consejo es un poco más cortoplacista, a la larga acaba degenerando también en divorcio, pero para los que estáis empezando, os puede valer. Es la táctica de agradecer sobremanera todo lo que la pareja ha hecho en casa mientras tú estabas entrenando. ¡¡Hala, has planchado todo!! ¡¡Está la casa impecable!! ¡¡Te has acordado de comprarme los boniatos para la pasta!! ¡¡Eres una maravilla, gracias, gracias y gracias!!! ¡¡La persona que más vale del mundo!! ¡¡Qué suerte tengo!!
Insisto, no tires mucho de este punto porque se acabarán dando cuenta rápidamente que eres un cantamañanas. Sobre todo tu suegra, que te habrá calado el primer fin de semana que llegues a casa a las 2 de la tarde con el casco de bici puesto y llegando a comer a mesa puesta.
Hacer de alguna prueba un plan familiar de fin de semana
Cuando digo que intentes escoger alguna prueba en el calendario que sirva como excusa para que toda la familia se tome un fin de semana libre, no me refiero por ejemplo al IM de Lanzarote ni al de Kona, que te veo venir... Me refiero a pruebas en los que se contemple planes alternativos para que tu mujer y tus hijos estén entretenidos mientras tú te concentras en ir a full acoplado en bici. El otro día te presentábamos un ejemplo, el Costa Brava Triathlon, con cenas de bienvenida, actividades pensadas exclusivamente para que los más pequeños se diviertan y podáis pasar un fin de semana divertido y diferente. Eso no quita que tu prueba siga teniendo la misma importancia que el resto, pero seguro que lo vives de otra forma y acercas un poco este mundillo a tu familia.
No obsesionarse con la alimentación
A veces, empezamos a leer libros y libros sobre nutrición y deporte, hacemos la paleodieta, dietas hipocalóricas para mejorar la fuerza, las semillas de chia, los alimentos para recuperar mejor tras entrenamientos de alta intensidad, bla, bla, bla, y al final no nos damos cuenta de que nos hemos hecho con un armario de la cocina exclusivo para nuestros alimentos especiales de triatletas. Y esto hoy no lo como porque mañana tengo tirada larga, esta semana toca vaciado de hidratos y la próxima llenado. A ver, un poquito de sentido común. ¿Vamos a ganar el Campeonato del Mundo de larga distancia? La respuesta es no. Entonces, vamos a intentar dar el menor trabajo a nuestra pareja cuando prepara las comidas y las cenas. Cuidar la alimentación no significa que nos tengan que hacer comidas diferentes al resto cada día. Llegando a un punto común maridos, mujeres y niños, seguro que todos ganamos en la alimentación, sin ser extremistas.
Controlar el gasto en material
Este deporte es como un pozo sin fondo, te puedes dejar la pasta que quieras que siempre habrá algo que te falta y que ha hecho que esta vez no estés en lo más alto del podium. No te dejes llevar por las ofertas ni por la atracción que el material ejerce sobre ti temporada tras temporada. Cabeza fría y mente fuerte para no comprarte más que lo estrictamente necesario. Si tienes que cambiar de zapas porque las tuyas llevan más kilómetros de lo normal, pues las cambias, pero ya sabes a lo que me estoy refiriendo, ¿verdad? Porque a eso hay que añadirle el gasto en inscripciones, que no bajan de los 100 euros ninguna prueba de media y larga distancia; la licencia de la federación; las sesiones de fisio, los viajes y hoteles para ir a las pruebas, y así un largo etcétera que tu pareja ve igual que lo ves tú. Si no te dice nada, esa suerte tienes. Si ya te lo ha dicho, malo. No estaría mal que por una vez en tu vida cambiaras ese presupuesto que tenías asignado a un nuevo casco aero de bici para sorprender a tu pareja con un detalle, ¿no crees?
Foto de portada: Nils Nilsen - Ironman