7 consejos de Jesse Thomas para que el triatlón no te suponga la ruina
Jesse Thomas Wildflower Triathlon. Foto: leapdaysports.com
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7 consejos de Jesse Thomas para que el triatlón no te suponga la ruina

A diferencia de lo que muchos puedan pensar, correr un triatlón no tiene porqué costarte un riñón.

Cuenta la leyenda que cuando Jesse Thomas ganó su primer Triatlón Wildflower era más pobre que las ratas, un triatleta humilde y con poco glamour para ser su primer año como pro. Tuvo que pedir la bici y el casco prestados, las zapatillas de correr a un sponsor de su mujer y correr con sus características gafas de aviador, vamos lo típico. Condujo él solito hasta el lago San Antonio y tuvo que dormir hecho un cuatro en la furgoneta que el anterior ganador de la prueba, Chris Legh, tuvo el detalle de dejarle. En un deporte de sobra conocido por su dureza y por el continuo gasto que requiere, la palabra “barato” se convirtió en la gran aliada para Thomas.

Ahora, seis años después, soy un triatleta profesional mundialmente conocido y jodidamente rico que lleva su propio helicóptero a las pruebas –normalmente con Leo, y algunas veces con Lebron- y me alojo exclusivamente en la suite presidencial del Ritz más cercano, dice Thomas.

Foto: Ironman // Diego Santamaría
Foto: Ironman // Diego Santamaría

Bueno, venga, es mentira, lo reconozco, continúa Jesse Thomas. Pero mientras escribo esto, me estoy gastando 10.000 dólares en viajes y alojamiento para llevarme a mi familia a mi próxima carrera, Kona. Una vez allí, probaré una nueva marca de bici valorada en 10.000$, con ruedas de carbono de 2.800$ y potenciómetro de otros 1.200$.

No sé si queda claro que las cosas han cambiado ligeramente para Jesse Thomas. Thomas es un triatleta que además de entrenar fuerte, ha tenido suerte. Reconoce que no solo tiene la suerte de trabajar con grandes marcas que le proporcionan el mejor material del planeta, sino que le financian económicamente muchas pruebas.

Foto: Zak Noyle/Red Bull Content Pool
Foto: Zak Noyle/Red Bull Content Pool

No es ningún secreto que el triatlón es uno de los deportes más caros que existen. Los únicos deportes que pueden tener todavía más gasto si cabe son aquellos donde puede haber de por medio un caballo, un coche de competición o algún barco descomunal. Además, la mayoría de los medios de comunicación especializados en triatlón ya se encargan cada día de pregonar a bombo y platillo el gasto excesivo que implica tener el más nuevo, el más rápido o el material de última generación. Así que es lógico que a Jesse Thomas no le sorprenda que una de las preguntas más habituales que le suelen hacer sus muchos lectores, sobre todo los más jóvenes, sea la de “¿cómo puedo permitirme el lujo de hacer triatlón?”.

Obviamente, lo que te podrás permitir es el resultado de una ecuación personal con distintas variables en la que tienes que contemplar: ingresos, ayudas, gastos de los que eres responsable y, sobre todo, cuánto quieres gastar en este hobby de fines de semana o de una vez que se te ocurrió hacer un triatlón. Es algo que depende de ti.

Lo que quiere decir Thomas es que solo porque el triatlón pueda llegar a ser un deporte muy caro, no tiene que serlo necesariamente. Thomas lo hizo barato durante sus primeros años en grupos de edad, cuando aspiraba a ser pro. Vamos a ver qué consejos sacamos de esos años en los que no todo eran grandes marcas ni grandes presupuestos para ver qué hacer y qué no hacer para conseguir practicar triatlón “barato”.

Consejos para saber qué hacer cuando empiezas con el triatlón

Pide a tus padres, socios o a esa tía rica soltera “ayuda”, o lo que viene a ser lo mismo, “pasta, dinero”. Pero sé listo. No empieces contando todos los gastos que vas a tener, sino empieza mejor por el final explicando los beneficios que va a traer el triatlón a tu vida y a la de los que te rodean. Y si no tienes en mente ganar el Campeonato del Mundo a corto plazo o ir a Kona en 2017, lo mejor es ganarte a tu familia y meterles en el mundillo. Muchos triatletas, sobre todo los más jóvenes o los pros, dependen de algún tipo de ingreso o ayuda para poder competir. Si no es tu estilo, al menos intenta no ser deficitario a 12 meses vista y no tener que pedir ningún préstamo para ser triatleta. Esto es lo que hizo Jesse Thomas hasta que tuvo el apoyo de un patrocinador que le permite por lo menos, alcanzar un equilibrio económico.

Contrata un entrenador. Unas piernas bien fuertes dando pedales en una bicicleta mala es mucha mejor combinación que unas piernas débiles sobre un pepinazo de bici. La mejor inversión es aquella que te permite entrenar y entrenar bien. Incluso muchas veces un plan online personalizado te puede reportar mejores resultados que cualquier otra inversión que hagas en material. Puedes encontrar entrenadores de todas las formas, tamaños y precios, así que solo tienes que encontrar el que mejor se adapte a ti.

Compite localmente. No es ningún secreto que las inscripciones a las grandes marcas (Ironman, Ironman 70.3, etc) se han subido a la parra. Es una verdadera locura los precios que hay que pagar. Pero hay un montón de pruebas a nivel local en las que te podrás divertir, competir y demostrar el resultado de tus entrenamientos, y todo ello por mucho menos dinero. Piensa que no solo ahorras en inscripciones, sino en viajes y alojamiento, que es otra cosa en la que se nos suele ir una pasta.

Cómprate un rodillo. Normalmente todos tenemos tenemos un trabajo al que dedicamos unas cuantas horas al día, por lo que nuestro tiempo de entrenamiento al día está muy limitado. Un rodillo es una muy buena inversión para entrenar la bici cuando no tenemos mucho tiempo. 45 minutos dando pedales en él equivalen a 60 kms reales y además, hacen la salida mucho más dura física y mentalmente. Piensa que con un rodillo puedes hacer bici por la noche o a primera hora de la mañana sin estar pendiente de si hay luz o no, e incluso puedes estar con tus hijos mientras ellos ven la tele.

rodillo
Foto: BKool Press

Cómprate una maquinilla de afeitar y aféitate tú mismo, déjate de depilación láser ni más gastos. Uno de los artículos más populares de Jesse Thomas fue uno en el que descubrió que afeitarse las piernas le suponía 15 vatios. Eso traducido al Ironman, se llama 4 minutos. Así que, evalúa el coste que tiene una maquinilla y el tiempo que te ahorra en bici, gran retorno de la inversión.

Compra material usado. En este sector, el continuo lanzamiento de nuevos materiales más rápidos y ligeros se traduce en que los anteriores se devalúan inmediatamente. No dejes de mirar nunca los principales portales de segunda mano dedicados exclusivamente al triatlón.

Cómprate un buen acople y casco aerodinámicos, seguro que lo notas en cuanto a la velocidad en tu bici. Puede que estés pensando en comprarte mejor una súper bici y unas ruedas de quitar el hipo, pero el presupuesto es mucho mayor. Así que, no empieces la casa por el tejado y empieza con estos elementos más sencillos.

 

Foto: slowtwitch.com
Foto: slowtwitch.com

Fuente: Triathlete

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