
Así afecta el alcohol a tu rendimiento deportivo
El alcohol es una sustancia cuyo consumo está bastante generalizado en la sociedad actual, y aunque sea de forma moderada, un alto porcentaje de población consume alcohol alguna vez a la semana. Pero ¿en qué medida afecta el alcohol al rendimiento deportivo?
En este artículo, de la mano de Crown Sport Nutrition, analizaremos cuales son los efectos de esta sustancia en nuestro cuerpo y de como afecta a nuestro rendimiento deportivo.
Efectos del alcohol en el rendimiento deportivo
En el deporte de élite, hasta el más mínimo detalle importa, esto quiere decir que se mide con muchísima precisión todo lo que el atleta hace o consume, ya que cualquier pequeño fallo o distracción puede suponer una derrota, por lo que el consumo de alcohol en esos niveles está más que descartado.
En cambio, en el deporte amateur, algunos estudios apuntan a que el consumo moderado de alcohol parece no afectar a las mejoras logradas gracias al entrenamiento. Se cree que mientras se mantenga un consumo responsable y reducido, tomar una o dos cervezas al día puede que no arruine los beneficios en cuanto a forma física lograda gracias al entrenamiento se refiere (ojo, hablamos de rendimiento, no de salud en general)
Sin embargo, diversos estudios apuntan a que el consumo de alcohol (especialmente en dosis altas) podría empeorar los procesos de recuperación y reducir las adaptaciones al entrenamiento.

¿Qué dice la ciencia?
Molina-Hidalgo et al. (2019) demostraron que el consumo de 1,5 g/kg de etanol (lo que correspondería a unas 10 cervezas aproximadamente) redujo la síntesis proteica después de un entrenamiento, lo que provocaría una menor regeneración muscular tras el entrenamiento.
De la misma forma, comprobaron mediante 11 sujetos que realizaron un ejercicio diseñado específicamente para provocar daño muscular (o más conocido como “agujetas”), tras el cual, un grupo consumió zumo de naranja y el otro una dosis de 1 g/kg (unos 230 ml de vodka). Los resultados fueron clarísimos, aquellos sujetos que habían consumido alcohol tras el ejercicio sufrieron una mayor pérdida de fuerza durante los siguientes días que aquel grupo que ingirió el zumo, lo que confirma que el consumo excesivo de alcohol puede afectar a la recuperación tras el ejercicio.
Esto puede no deberse solo al alcohol per se, también puede deberse a que, al consumir alcohol tras el entrenamiento, los participantes no consumen otros nutrientes con mayor relevancia a la hora de la recuperación, como por ejemplo las proteínas. De igual forma sabemos que el alcohol es la primera sustancia que procesa el organismo “si hay presencia de ella” lo que ralentiza y empeora la síntesis proteica.
Más allá del rendimiento deportivo
Tengan efectos negativos o no en el rendimiento, es innegable que el consumo de alcohol (incluso en dosis muy bajas) puede tener efectos muy nocivos para la salud. De hecho, un estudio realizado por la revista de ciencia the Lancet, situaba al alcohol como la séptima causa de muerte más habitual en el mundo (lo que corresponde a un 4% en mujeres y un 12% en hombres de las defunciones totales). Además, los autores de esta investigación concluyeron que la única forma de no exponerse a los riesgos del consumo de alcohol es no consumirlo en ninguna dosis, por pequeña que sea.

¿Qué conclusiones podemos sacar?
Aunque a nivel amateur, el consumo de alcohol puede no afectar a las adaptaciones del entrenamiento, el consumo excesivo sí parece entorpecer en los procesos de recuperación, por lo que afecta negativamente de manera directa al rendimiento. Por tanto, dado que afecta de forma negativa tanto al rendimiento como a la salud, debemos reducir al máximo el consumo de alcohol, seamos o no deportistas.