El entrenador de Angelica Olmo relata sus 16 meses de infierno
Foto: Clash Endurance / Thomas Maheux
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El entrenador de Angelica Olmo relata sus 16 meses de infierno

Angelica Olmo, ganadora este pasado viernes de Clash Daytona -cuyo resumen tienes disponible en nuestro canal de Youtube- no ha tenido, precisamente, un camino sencillo hasta este debut en media distancia.

Su última competición, hasta la del pasado 2 de diciembre, databa de septiembre de 2021, cuando tuvo que abandonar en la Copa del Mundo de Valencia. Desde entonces -e incluso unos meses antes, cuando venía de tres malos resultados en el circuito de World Athletic-, una travesía por el desierto de más de un año que Fabio Rastelli, su entrenador, acaba de contar en Instagram.

"Las grandes victorias vienen de las grandes derrotas", comienza el italiano, citando una frase de Santiago Posteguillo.

"Efectivamente, la de Clash Daytona fue una gran victoria para Angi, pero antes hubo una gran derrota, la de los Juegos Olímpicos de Tokio". Olmo, que atesora más de veinte podios en pruebas internacionales, llegaba a la capital nipona con la intención de pelear por por los puestos de privilegio.

Sin embargo un abandono le dejó en un pozo del que ha costado salir. Incluso ella misma tuvo que salir en agosto de este año a desmentir que se hubiese retirado, tras no tomar la salida en ninguna competición este 2022.

"He pasado un invierno muy complicado a causa de situaciones desagradables, pero no he anunciado en ningún momento mi retirada, o haber decidido cuándo llegará", explicaba ella misma en un comunicado. "Obviamente antes o después explicaré qué ha pasado, pero necesito tiempo para recuperarme y encontrar de nuevo la ilusión".

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Foto: Clash Endurance / Thomas Maheux

Según Rastelli, esos malos tiempos a los que se refiere la triatleta llegaron incluso antes de Tokio: "El periodo oscuro nos ha implicado tanto a Angelica como a mí como entrenador", comenta en su texto. "Nos ha desbordado, nos ha hecho girar como peonzas hasta perder el norte, aplastados por un estrés y una rabia tan fuertes que nos hacen olvidar nuestros valores".

La persona, por delante de todo

Raspelli se queja de un aspecto que, por ejemplo, Jaime Menéndez de Luarca ha citado en muchas ocasiones en el camino de Sara Pérez: el factor humano.

"En la práctica", explica Raspelli sobre aquellos que anteponen únicamente los resultados y el rendimiento, "hay gente que demuestra que consideran al atleta como un peón en sus propias manos, ignorando por completo el lado humano".

"Para ellos", continúa, "el entrenador es un simple ejecutor de sus proyectos técnicos, anulando de hecho el derecho del atleta a elegir su propio personal y entorno y el derecho del entrenador a trazar el camino técnico del atleta".

Según comenta, en muchas ocasiones los deportistas profesionales emplean tanta energía en alcanzar la meta, que no se paran a pensar los compromisos que tienen que asumir para continuar en la vorágine deportiva: "Sólo cuando te ves obligado a parar te das cuenta de que esos compromisos eran unidireccionales y que al aceptarlos te alejaste de tus valores y también de la meta que tanto habías perseguido".

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Foto: Clash Endurance / Thomas Maheux

Sin echar balones fuera

"Con esto no quiero buscar una coartada", continúa. "Somos responsables de lo que pasó, tuvimos que haber tenido la lucidez suficiente como para entender lo que estaba pasando y no aceptar esas condiciones".

"Pagamos las consecuencias: aceptamos la decepción olímpica y lidiar con largos meses de recuperación, construidos a base de decisiones equivocadas, con muchos reinicios y paradas".

Sin embargo, el resultado del viernes apunta a que el túnel ya acabó: el rendimiento de Angelica sobre la bicicleta de triatlón, con la que empezó a entrenar hace unas semanas, ha sido óptimo y augura una gran carrera en la media distancia: aún tiene 27 años y mucho camino que recorrer.

"Al final puedo decir con orgullo que lo hicimos bien, porque en el fondo, aunque nunca lo dijéramos, nunca dejamos de creérnoslo", concluye Raspelli.

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