
Antonio Benito: "Premio, podio y slot para el mundial 70.3 del año que viene. Todo perfecto"
Quién nos iba a decir a nosotros hace unos meses, que Antonio Benito se iba a convertir en la nueva promesa española de la media distancia. Puede sonar pretencioso, pero basta con echar un vistazo a lo sucedido desde que el Tomelloso decidiera el pasado mes de mayo hacer su debut nada más y nada menos que el Campeonato de España de Pamplona.
El triatleta del Fluvial se estrenaba por todo lo alto: haciéndose con el segundo puesto y el subcampeonato de España por delante de muchos especialistas, y dejando a todos los aficionados boquiabiertos tras un actuación memorable.
Pero para memorable su exhibición tan sólo un mes después es una de las mejores pruebas de nuestro país: Benito llegó a Zarautz, vio y venció para confirmar que lo suyo en Pamplona no había sido flor de un día. Y lo hizo ante el que fue, posiblemente, el mejor star list de la historia de la prueba; ganando con solvencia a Leon Chevalier -sexto del mundo de IRONMAN en St. George y reciente ganador de Alpe d'Huez- y a David McNamee -dos veces tercero en IRONMAN Kona-.
Con este pequeño historial el del Fluvial de Lugo decidió que era momento de salir a probarse a fuera. IRONMAN 70.3 Swansea fue la cita escogida. Seguir aprendiendo en la distancia, medirse con los mejores para coger experiencia y coger puntos para el Ranking PTO eran los tres objetivos fijados.

Los británicos comenzaban marcando las diferencias
A las 7:00h del pasado domingo daban comienzo los 1.900 de natación. "Yo creo que nunca he corrido tan temprano", explica Benito en conversaciones con Planeta Triatlón. Los británicos Andrew Horsfall-Turner, Alistair Brownlee y Tom Bishop fueron los primeros en marcar las diferencias, tomando la cabeza de carrera en el agua.
"La verdad que nadando no tuve las mejores sensaciones, pero estaba en el grupito, relativamente, cómodo". Teniendo en cuenta la presencia del doble campeón olímpico, no tenía mucho sentido forzar. "Sabía que iba a pasar lo que luego pasó, que iba a meter una minutada", comenta el triatleta español, que sólo perdió 54 segundos en el primer segmento.
Con el comienzo del segundo segmentó se formó un grupo de cuatro: Liam Lloyd, Maurice Clavel, James Teagle y el propio Benito. "Luego pillamos a Bishop y a otro chaval, que iban en la escapada. El otro chico cayó en una curva y ya no sé si acabaría o quedaría atrás", relata.
"Ese grupo de cuatro fuimos ya fuimos los que tiramos hacia adelante". Lloyd y Clavel marcaban las diferencias en los falsos llanos hacia abajo y llaneando, donde Benito sufría para aguantar y acababa quedándose. Sin embargo, con la llegada de los repechos, un sube y baja constante, el grupo volvía a compactarse.
El trascurso de la carrera fue similar hasta falta de algo más de 10 km para la T2. "Lloyd rompió el grupo y se fue, nos quedamos Teagle, Clavel, Bishop y yo", recuerda Benito. Poco después es Bishop quien también cambia el ritmo, cortando a Clavel, que se queda en medio, y a Benito que sería el último en entrar a la T2.
Modo kamikaze en la carrera a pie
"Aposté todo a salir demasiado rápido", afirma Benito, que salió "bastante kamikaze" a correr los 21 km finales.
"Sabía que Lloyd no iba lejos del todo, y pillé primero a Clavel y luego a Lloyd", relata. Antes de acabar el primer 5.000 el "Melón", como es conocido cariñosamente, ya había eliminado dos rivales. "A partir de ahí, intenté aguantar el ritmo, acordarme de comer y de intentar beber lo máximo posible en los avituallamientos".

Aunque reconoce que los últimos 3-4 kilómetros se hicieron "un poco de bola", un síntoma provocado probablemente por su paso por la Copa del Mundo de Pontevedra, por la falta de rodaje en distancias largas este año y por la fuerte salida de los primeros kilómetros, que el final se hizo duro, Antonio Benito se muestra contento tras haber superado, probablemente con creces, sus expectativas.
"Conseguimos premio, tocamos podio y ya tengo el slot para el mundial de 70.3 del año que viene. Así que todo perfecto", concluye.