
Así es la vida en las Series Mundiales de Yokohama, las más seguras de la historia
Miriam Casillas nos cuenta cómo han sido sus primeras 24 horas en Japón, que tiene en estas Series Mundiales de Yokohama un importante ensayo de cara a los Juegos.
"Hola Miriam, ¿me podrías mandar un audio contándome un poco cómo es estar en las Series Mundiales Búnker Edition de Yokohama?"
Así empieza un artículo que demuestra que a nivel de orden, ningún país del mundo gana a Japón.
El control empieza 14 días antes del viaje
"Hacen falta muchísimos papeles para entrar a Japón, una PCR 72 horas antes de volar y también un visado especial", nos cuenta desde Casillas desde Yokohama, pero la organización de esta prueba comienza mucho antes.
"Hemos tenido que bajarnos una aplicación en la que desde hace 14 días hemos tenido que meter temperatura corporal, síntomas y cambios de país, incluso si íbamos a comer fuera", desvela sobre la minuciosidad japonesa. Una vez cumplimentado eso, llega la hora de poner un pie en Japón.
Entre burbuja y cuarentena, mejor burbuja
El formato burbuja ya lo vimos funcionar realmente bien en el pasado curso de la NBA y las Series Mundiales de Yokohama han tirado por un camino similar.
"Cualquier persona tiene que hacer una cuarentena de 14 días, la única posibilidad para nosotros de no tener que hacer esa cuarentena y poder competir es meternos en la burbuja", resuelve la triatleta extremeña.
Todos los triatletas tenían que llegar el martes al aeropuerto de Narita y el domingo después de la carrera se volverán a casa.
Todo sin poder poner un pie en la calle (salvo dos excepciones). "Lo principal es que no podemos tener contacto con nadie de fuera de la burbuja ni salir a la calle para nada.
Desde el aeropuerto, directos al hotel y todos en habitación individual", desgrana la deportista de Specialized.
Solo se sale del hotel para entrenar y competir
"Solo podemos salir de la habitación para los entrenamientos. Todos están organizados por horas y todos indoor.
Nos llevan a un lugar donde tenemos las bicis para hacer rodillo, a otro para correr en cinta y luego a la piscina", argumenta sobre las salidas del hotel. Siempre en autobús y siempre con gente de la misma burbuja.
De hecho nos cuenta Miriam que están desayunando, comiendo y cenando dentro de sus habitaciones, hasta ese punto llega el control de las autoridades niponas.
Solo hay una excepción aparte del sábado día de competición. Los triatletas van a poder salir al aire libre el viernes para hacer la familiarización de la prueba, pero solo en el agua, el circuito ciclista se lo van a tener que aprender con Google Maps o en Bkool.
Todo para conseguir una competición normal

Esos esfuerzos y restricciones tienen un único objetivo: que la carrera se desarrolle de manera normal y sin ningún caso positivo dentro de la caravana de World Triathlon.
La competición va a ser el único momento de normalidad, porque justo al cruzar la meta, vuelve el control tal y como nos cuenta Miriam: "Nos van a hacer una PCR nada más llegar a meta"
Pese a que las medidas parezcan exageradas, después de las primeras horas en Tokio, Casillas está impresionada: "después de un día solo puedo decir que está todo muy muy bien organizado, poca queja tenemos".