Todo se remonta a un hecho histórico: El asesinato de Martin Luther King en 1.968 a manos de James Earl Ray. Ray, tras ser condenado, fue enviado a una prisión en Tennessee, en medio de la nada y en medio de montañas, Brushy Mountain, donde estaban recluidos los peores criminales del país.

Ray logró escaparse. Durante sesenta horas, se le estuvo buscando por la zona, logrando encontrarle a apenas ocho millas de prisión. Imaginaos cómo debe ser el terreno: dos días y medio fugado y apenas pudo recorrer doce kilómetros de distancia.

Esta historia inspiró a los fundadores del Barkley Marathon,  Gary “Laz” Cantrell y Karl Henn, que decidieron explorar la zona con sus propios ojos. Era 1.985. Un año después, fundaron la carrera que hoy celebra su edición número 33.

Netflix: The Barkeley Marathon, The Race that Eats its Young

Si quieres saber más sobre esta increíble carrera, no te pierdas el documental de la plataforma Netflix, donde podrás ver la edición de 2012 y cómo los diferentes hándicaps —va cambiando de dirección y sentido en cada vuelta, nunca se sabe el recorrido, diferentes condiciones climatológicas (agua, calor extremo, nieve, inundaciones, bosques llenos de barro, zarzas y peligros), ningún puesto de avituallamiento o socorro, ni siquiera puestos médicos— provoca que muy pocos puedan terminar el maratón más siniestro y de mayor rareza y aguante del panorama mundial.

the barkley marathons
Fuente: Netflix