"Lo intenté, pero Gustav sólo estaba jugando conmigo"
El regreso del Campeonato del Mundo de IRONMAN a Kona nos ha dejado bastantes sorpresas. Aunque algunas, en cierto modo, ya las vimos venir. Todo empezó con Chelsea Sodaro haciéndose con el título de campeona del mundo de IRONMAN en su primera participación -y el segundo IRONMAN de su carrera- en Kona.
La exhibición de la pupila de Dan Plews no fue más que la confirmación de que, lo que todos esperábamos -y queríamos- que pasase el sábado, realmente podía suceder. Y ocurrió. Un nuevo rookie en lo más alto del podio de Kona. Algo que sólo había sucedido dos veces en la historia de la prueba: el último hombre en lograrlo fue Luc Van Lierde, en 1996.
Gustav Iden no sólo fue capaz de superar al que, a priori, el gran favorito a la victoria, su compañero Kristian Blummenfelt, sino que además se anotó un nuevo récord de la prueba y el maratón más rápido jamás corrido en IRONMAN Hawái.
Sin embargo, es probable que el triatleta de ASICS no esté tan impresionado como nosotros. Big Blu sabía que esto podía pasar: "Los entrenamientos de Gustav están siendo de otro planeta", nos contaba en los días previos a la prueba. Tanto como su actuación del sábado.
"Lo intenté, pero supongo que solo estaba jugando conmigo"
“Fue una carrera brutal. Sabía que Gustav sería rápido en la carrera, y solo estaba volando", explicó Blummenfelt tras su segundo podio en un Mundial IRONMAN.
Iden siguió la estrategia exacta que había anunciado su entrenador, Olav Aleksander, con la carrera ya en danza: Gustav va a atacar al salir de Energy Lab, explicó el científico en un directo con Alejandro Santamaría.
"Traté de hacer todo lo que pude siendo táctico, sin tomar ningún tirón allí en la carrera y solo esperar que me quedara algo. Al salir del Energy Lab, tuve un pequeño hueco en un puesto de avituallamiento, pero supongo que me hizo creer que tenía una oportunidad. Lo intenté, pero supongo que solo estaba jugando conmigo allí y boom, se fue”.
"Estábamos empujando fuerte y Magnus se lanzaba de vez en cuando. Subimos a Hawi con bastante fuerza, pero me sentí bien cuando empecé a correr, sólo que el ritmo era unos segundos demasiado rápido para mí. Sólo intenté continuar".
"Pensé que sería una batalla entre Gustav y yo, pero Sam estaba arrasando"
Aunque Gustav y Blummenfelt firmaron las grandes carreras que esperábamos de ellos, hubo otro hombre que quiso hacerse con su trozo del pastel. El ganador moral del día, título que todo la afición le ha otorgado, fue sin duda Sam Laidlow.
Muchos esperaban que el francés, uno de los grandes valientes de este deporte, reventara en algún momento de la prueba. Pero este joven nos hizo pensar hasta más allá del kilómetro 30 que los noruegos no podían ganar en Kona.
La actitud de Laidlow, que se vio sobrepasado por un intratable Gustav en el kilómetros 35, ha sido reconocida por sus rivales.
"Pensé que podríamos alcanzar a Sam, pero estaba corriendo muy bien y lo hizo muy bien para llegar a ser segundo", comentó Blummenfelt.
Si el campeón olímpico esperaba una actuación brillante de su compañero de fatigas, la actuación del francés no encajaba en sus pronósticos. "De alguna manera dejamos ir a Sam [en la bicicleta] porque pensé que sería una batalla entre Gustav y yo. Me sorprendió mucho cuando recibimos comentarios de que él estaba cinco minutos por delante, por lo que realmente estaba arrasando duro en la bicicleta allá atrás en el Queen K y realmente corriendo bien".
La gran carrera de este debutante ha dado aún más valor al triunfo de Gustav y no desmerece para nada el bronce de Blummenfelt. "Pensé que lo alcanzaríamos, pero estaba corriendo muy bien, especialmente en la última mitad, al igual que Gustav, por lo que primero y tercero para el equipo no es demasiado mal. Estoy feliz de llegar al podio, pero eso fue difícil".
