
La frustración de Braden Currie
Braden Currie, uno de los favoritos para el podio en el Campeonato del Mundo de IRONMAN en Niza, no podía imaginar lo que el destino le tenía reservado durante esa competencia en la Costa Azul.
"Ganancias marginales: eso es por lo que luchamos día tras día en estos eventos. Llamadas marginales: esto es lo que esperamos que nunca suceda, ya que este tipo de lucha es más dura que cualquier cosa a la que nos enfrentemos en el entrenamiento" ha escrito el neozelandés en su cuenta de instagram relatando lo que le ocurrió este pasado domingo a lo largo de la disputa de la carrera.
En plena competición, y mientras sentía que tenía todo a su favor, una sombra empañó su jornada. "Ayer recibí una llamada marginal, una penalización de 5 minutos a los 107 km en la bicicleta por arrojar basura intencionadamente" explica. "Estaba en quinta posición y, para ser honesto, estaba viviendo un mundial en el que sentía que todo era posible". Una situación que, sin duda, removió las emociones del veterano triatleta.

Una penalización, un golpe al ánimo
Para el neozelandés, todo parecía perdido: "Nunca sabes cómo podría haber resultado la carrera, pero estoy destrozado por haber perdido mi oportunidad. Tras recibir la penalización discutí con el árbitro en el circuito y emocionalmente me rendí, sabiendo que perder esos 5 minutos me sacaba de la posición ganadora".
Braden, ya veterano, se enfrentaba uno de los momentos más complicados de su carrera. "Entré en la transición esperando cumplir mi penalización de cinco minutos, perdiendo tiempo al hacerlo, ya que me sentía derrotado. Estaba acabado y quería abandonar".
Si continuó en carrera, fue por el apoyo de los aficionados: "Hay buena gente ahí fuera y esas personas me apoyaron. Hicieron todo lo posible para animarme a seguir adelante, a no aceptar la penalización y simplemente seguir compitiendo. Sentía que me descalificarían, pero terminé el maratón porque quería devolverles algo a todos los que me apoyan".

La resolución final: inocente
Sin embargo, al cruzar la línea de meta, el de Felt fue informado de su descalificación. "Entonces llegó. La descalificación a los 30 segundos de cruzar la línea. Una vez más, las buenas personas me animaron a seguir el proceso oficial y apelar la penalización. Era lo último que me apetecía hacer, pero me alegra haberlo hecho".
Pero en un giro inesperado, la situación se revirtió favorablemente para él. "Al final, se revocó tanto la penalización como mi descalificación. Sé que el panel de oficiales técnicos de IRONMAN que tomó esta decisión estuvo 200% comprometido en acertar. Estoy realmente agradecido por ello".
En el foco de la polémica
No es la primera vez que decisiones técnicas están en el punto de mira. En años anteriores, otros atletas han visto cómo la competición más importante de su temporada se veía afectada por penalizaciones discutibles en el Campeonato del Mundo de IRONMAN.
En 2022, a Magnus Ditlev (Kona) y a Sam Long (IM 70.3 WC St George) se les impusieron polémicas penalizaciones por drafting en la bicicleta. Más recientemente, en Lahti, Lionel Sanders fue sancionado por una norma del "línea imaginaria" en el Campeonato del Mundo IRONMAN 70.3.