
Cómo usar los brazos para correr más rápido
Muchos corredores creen que lo único importante a la hora de correr son las piernas y como mucho, la cadera. Cuando pensamos en 'running' lo primero que se nos viene a la cabeza son zapatillas, zancada, piernas... pero en ningún momento recordamos los brazos. A algunos les sonará a broma pero son un elemento de vital importancia. Cuando se corre, se corre con todo, literalmente. Nuestro tronco superior es una herramienta que proporciona equilibrio e impulsa al cuerpo.
No hay que engañarse, las piernas siempre van a ser lo más importante en este deporte. Sin embargo, el correcto funcionamiento de todos los engranajes del cuerpo te pueden hacer ganar mucho tiempo. Hay personas que tienen por naturaleza una mayor facilidad para practicar este deporte, mientras que otros no tienen una técnica tan depurada. Si es tu caso, no te preocupes, en el 'running' hay mucho margen de mejora. A veces la solución no es correr más y más, simplemente con mejorar la técnica es más que suficiente. Por ello perfeccionar el braceo es algo importante.
Posiblemente te preguntes qué importancia tienen los brazos o para qué sirven concretamente. Muy fácil. Principalmente tienen tres misiones. La primera es esencial. Impulsa el cuerpo hacia delante, el brazo que va por delante impulsa al resto del cuerpo a avanzar. Equilibra el cuerpo. Es muy sencillo de comprobarlo al correr. El brazo adelantado es el contrario a la pierna que está apoyada en el suelo, esto se hace para el equilibrio. Marca la cadencia y la longitud de zancada. Puede parecer raro pero como siempre decimos, tú mismo puedes comprobarlo. Mueve los brazos lentamente y correrás con menor cadencia y tu zancada aumentará. Haz lo contrario y te moverás más rápido y tu zancada se acortará.
Consejos para utilizar mejor los brazos
Uno de los principales 'tips' básicos que cualquier 'runner' debe de conocer es que los brazos nunca deben de estar tensos. Si ejerces demasiada presión sobre ellos estás malgastando energía inútilmente. El cuerpo pese al esfuerzo físico, debe de estar relajado. Por ello los consejos que os daremos estarán orientados en esta vertiente.
No aprietes las manos
No por estrechar más tus dedos vas a ganar diez segundos extra. De hecho, vas a perder energía y te vas a notar más cansado. La clave es cerrar los puños con el pulgar rodeando los dedos. Puedes imaginar que tienes un huevo dentro. Si lo aprietas demasiado se rompe, si orientas los dedos hacia abajo, se cae. Además tu mano debe de ir rozando tu camiseta sin apuntar hacia el suelo.
Los brazos con apertura de 90 grados
Tus codos deben de mantenerse en dicho ángulo y moviéndose de atrás hacia delante. También tienes que asegurarte de que se muevan paralelos a la dirección en la que avanzas. Respecto a la posición de la mano, en su punto más bajo estará a la altura de la cintura y en el más alto, no superará la altura del hombro. Mantener los brazos hacia atrás asegura que el movimiento y la fuerza se muevan hacia las dos direcciones. Si los brazos se mantienen delante del cuerpo se balancearán, desviando el movimiento y desperdiciando la fuerza. Si no ves tus manos mientras miras hacia delante, lo estás haciendo bien.
Evita levantar los hombros
Relaja los hombros, el cuello y la parte alta de la espalda, de esta manera los brazos y los hombros se mueven con soltura de atrás hacia delante. Si corres contrayendo músculos que no intervienen en la carrera estarás malgastando una energía muy valiosa que podría impulsarte hacia delante.
Los codos siempre hacia atrás
Aunque se tenga la creencia de que se golpea hacia delante, no es así. Los codos han de golpear hacia atrás creando un movimiento pendular el cual provoca el movimiento hacia delante. Ayuda mucho y más cuando la carretera se pone pendiente para arriba. Si estás en una cuesta, muévelos hacia delante y subirás más fácil. "Conducirlos hacia atrás evita un golpe de talón excesivo, además de abrir las vías respiratorias" según Golden Harper, fundador de Altra. No obstante evite adelantarlos más allá de tus caderas.
No girar el tronco demasiado
Un error muy común en los corredores inexpertos es virar la cadera de un lado a otro. Haciendo esto el codo oscila la línea media por detrás de la espalda y la mano del brazo contrario cruza la línea media por delante. Hay que evitarlo porque sino la pierna que se sitúa dando la zancada, cruza la línea media y se genera una tensión innecesaria que puede provocar una lesión.