
La dura crítica de Bret Sutton a IRONMAN
Bret Sutton pasa por ser una de las voces más autorizadas dentro del triatlón de media y larga distancia. No en vano, dos discípulas suyas, Chrissie Wellington y Daniela Ryf, atesoran ocho títulos de Campeonas del Mundo de IRONMAN y otros cinco de Campeonas del Mundo de IRONMAN 70.3.
Este fin de semana su atención estaba puesta en IRONMAN 70.3 Oceanside, donde otra de sus entrenadas, Luisa Baptista, se hizo con una segunda posición que le encumbra a las primeras posiciones del ranking de la PTO.
Desde que diese el salto a la media distancia la mejora de la brasileña no ha podido ser mayor: solo en Challenge Peguera Mallorca quedó fuera del podio. Tras la cita mallorquina, segunda en IRONMAN 70.3 Portugal, victoria en IRONMAN 70.3 Pucón, y la segunda plaza del sábado.
"Estoy muy contento de ver su ascenso meteórico", escribía Sutton en su blog. "Sin duda es una de las nuevas promesas".
La dura crítica a IRONMAN
No obstante el éxito de su discípula, y tras felicitar también a Taylor Knibb, Paula Findlay y Ashleigh Gentle, Sutton se centra en una de las críticas más duras a IRONMAN que se recuerdan en los últimos años.
El entrenador australiano, nacido hace 63 años, se queja amargamente de que IRONMAN se olvide de "los resultados y logros anteriores de los triatletas, en cualquier carrera fuera de la marca IRONMAN".

"Este comportamiento", argumenta, "es una de las razones por las que IRONMAN ahora tiene competencia", en clara referencia a la irrupción de la PTO.
"Han sido años de robar a los triatletas profesionales oportunidades financieras, mientras ellos se han convertido en un gigante de millones de dólares". Desde su punto de vista, lo han logrado "a costa de los triatletas, a los que han tirado las sobras en forma de dinero de premios".
"Puede que esto se haya vuelto en su contra", reflexiona.
¿Qué solución tiene esta postura de IRONMAN?
Para él, lo primero que tenía que haber hecho la marca con sede en Florida es evitar la aparición de la PTO, "pagar a los atletas en niveles adecuados, como hace ahora su nuevo competidor".
"Los primeros pasos deberían haber sido reconocer a los campeones, y al mismo tiempo reservar una bolsa de premios adecuada para los profesionales, matando así la oportunidad de que una entidad desafíe su monopolio".

La respuesta es clara: emular el ranking de la PTO, y los premios que concede anualmente, para que los triatletas se sientan valorados y tengan en cuenta el circuito IRONMAN como objetivo, y no como entrenamiento para las pruebas OPEN de la PTO. "Aunque ya es tarde, este continúa siendo el camino a seguir para IRONMAN", continúa Sutton en su crítica.
"En lugar de ignorar que existe una nueva realidad, tendrían que aceptarla y alabar los éxitos y resultados de los atletas profesionales que participan en todos los eventos, no sólo en su propia marca".