
¿Es bueno el cross training para los triatletas?
Amigos triatletas y corredores, las lesiones acaban llegando antes o después. Nadie se libra. Correr es de los deportes más lesivos que te vas a encontrar cuando eres triatleta. Por eso, nos hemos preguntado si añadir en nuestro entrenamiento un poco de cross training nos puede dar alguna alegría a los triatletas. El cross training también conviene verlo como un aliado necesario para reducir el riesgo de lesiones por el sobreentrenamiento o el estrés repetitivo en ciertos músculos. Por si no tienes claro a qué nos estamos refiriendo con lo de cross training, nos referimos simplemente a un programa de actividades o ejercicios encaminados a mejorar nuestra condición física evitando el riesgo de lesiones a largo plazo.
Ojo no confundir con el crossfit, porque no tienen nada que ver. El crossfit no deja de ser un entrenamiento funcional ejecutado a muy alta intensidad, en el que se trabajan distintos ejercicios por secuencias de intervalos y de forma explosiva.
¿Qué beneficios obtengo del cross training?
- Cambias un poco por alguna vez y la posibilidad de aburrirte, disminuye.
- Crea un estado físico general bastante bueno.
- Mejora tu agilidad en general, equilibrio y habilidad tan necesaria para el triatlón.
- Flexibilidad en tu rutina de ejercicios.
- Trabajo de diferentes músculos, no desgastando siempre los mismos.
- La más importante, reduce el riesgo de lesiones.
La carrera a pie, la más lesiva
De las tres disciplinas que practicamos los triatletas, natación, ciclismo y carrera, ésta última es sin duda la que produce mayor número de lesiones. Los motivos son obvios: el tipo de terreno por el que corremos, la frecuencia y la duración de cada sesión es algo que hay que mirarse con mucho cuidado para no pasarnos. Una sesión de entreno con el menor impacto posible es lo ideal a la hora de complementar nuestro intenso calendario diario de carreras estándar por asfalto.
Aunque hay opiniones para todos los gustos en esto del cross training, la elíptica consta de dos plataformas sobre las que apoyas los pies al mismo tiempo que agarras dos barras que mueves con los brazos. La experiencia ha demostrado que entrenar en máquina consume tanto oxígeno como el que se consume corriendo, por lo que estaríamos hablando de un resultado físico equivalente, pero con una menor carga de lesiones.
Analizando los ejercicios de cross training queda demostrado que no requiere mucha flexión plantar (más allá de los 90 grados de ángulo entre la parte delantera del pie y la espinilla), cosa que sí requiere la carrera. Por tanto, es una buena opción incluir este tipo de entrenamiento adicional como complemento de fuerza.
La tensión articular es mínima en la elíptica, al no tener enganchado el pie en la tabla en que se apoya. Además, la elevación que se hace de la pierna suele ser pasiva, es la pierna contraria la que está haciendo el esfuerzo y por inercia “empuja” a la otra. En el caso del spinning, por ejemplo, la elevación tiene que ser activa, con lo que afecta más a nivel muscular.
En cuanto al impacto y rebote, ya depende de cómo uses la elípitca. Algunos triatletas incorporan sesiones con rebote para emular el paso de la T2, pero en condiciones normales, no debería haber ningún tipo de efecto.
Por último, igual que en una cinta de correr o en una bici estática, al no movernos del sitio, conviene tener la mente ocupada: música, tener una televisión cerca, estar pensando en la técnica, visualizando pruebas… Eso cada uno con lo suyo.
Fuente: 220triathlon.com