
El 25% de las ciclistas profesionales no cobra salario
No es ningún secreto que el ciclismo femenino recibe sólo una mínima cantidad de dinero del que reciben los hombres. A pesar de todo, ver los números es bastante alarmante. El salario mínimo para un ciclista masculino en un equipo continental profesional en 2019 era de 30.855 € y 38.115 € en un equipo WorldTour. Mientras tanto, el 17 % de las ciclistas profesionales todavía no recibían ninguna asignación económica en 2019, y más del 50 % trabajaban en un segundo empleo para llegar a fin de mes. Sólo el 8% de las mujeres ciclistas ganaban en 2019 más de 40.000 euros al año, y más de la mitad han tenido que pagar a sus equipos por servicios como asistencia mecánica, pruebas médicas, gastos de viaje para carreras, bicicletas, piezas, alojamiento y comidas.
Pues bien, en este extraño 2020 que vivimos, el porcentaje de corredoras que compiten sin recibir un salario a cambio, ha subido hasta el 25%, según una encuesta que se ha llevado a cabo desde el año 2017 por “The Cyclists Alliance”.
Conclusiones
Este año la encuesta fue realizada también a ciclistas de las categorías sub-23, continental y WorldTour femenino, garantizando así, que los resultados todo el universo ciclista femenino aumentando el número de mujeres encuestadas, siendo más de 100 en esta ocasión.
- Cada vez son más las mujeres que buscan asesoría de tipo legal antes de realizar la firma de sus respectivos contratos laborales, en el 2017 las ciclistas que buscaban asesoramiento apenas era el 16% mientras que en este año ya son el 23%, cabe anotar que el 77% restante aún no buscan asesoría legal previo a la firma de sus contratos.
- En materia de salarios, los mejores salarios están en el WorldTour femenino, habiendo aumentado sus ingresos por encima del salario mínimo bruto anual fijo de 15.000 euros (empleadas) y 24.600 euros (autónomas), el 25,5% ganaba más de 30.000 euros.
- La disparidad de salarios está creciendo entre las ciclistas mejor y peor pagadas. Alarmantemente, el número de corredoras profesionales que no reciben ningún salario ha aumentado del 17% en 2019 al 25% en 2020.
- Como no se aplica un salario mínimo bruto fijo para los equipos continentales, seguimos viendo muchas corredoras que ganan menos de 15.000 euros de salario anual (32%).
Dentro de la responsabilidad de cada uno de los equipos, los continentales -segundo nivel, que son en total 47 equipos- no están obligados a pagar un salario a las ciclistas, aunque, como en todo, hay excepciones. Algunos sí lo hacen, como Boels Dolmans. La UCI dentro de sus normativas, introdujo un salario mínimo como parte de las reformas de Women’s World Tour a partir de enero de este año. Los World Teams femeninos de primer nivel -8 equipos- están obligados a pagar a las ciclistas un salario junto con beneficios sociales y de salud.
Según informa Cyclingnews existe una gran brecha entre los presupuestos del WorldTour femenino y los equipos continentales. La media de los equipos de primer nivel podría tener un presupuesto de entre 1 millón y 3 millones de euros anuales. Mientras que los equipos continentales en su mayoría tienen un presupuesto promedio entre 100.000 y 500.000 euros anuales.

El impacto de la pandemia
El COVID-19 también ha impactado económicamente en el ciclismo femenino. El 29 por ciento de las que respondieron la encuesta dijeron que han experimentado una reducción de salario o han perdido todos sus ingresos. Además, al 76% le preocupa la situación pues creen que se verá afectada su capacidad para asegurar un contrato para la próxima temporada, lo que traerá para ellas una mayor inestabilidad financiera.
Un 72% de las encuestadas respondieron que dejarían el deporte de tipo profesional por razones económicas, otro porcentaje, correspondiente al 56% indicó que la motivación para dejar el deporte sería para formar una familia y el 40 por ciento lo dejaría para comenzar una nueva labor profesional. Sin embargo, la mayoría de las encuestadas mostraron su interés por continuar su carrera en el ciclismo el 87% indicó que prolongaría su carrera si encontraran mayor financiación, mientras que el 46% indicó la necesidad de una política parental para poder formar una familia sin tener que dejar de lado la competencia.