El entrenamiento invisible
Foto: Cycling Weekly
Salud y Nutrición / El entrenamiento invisible

El entrenamiento invisible

En los tiempos en los que actualmente nos movemos detecto que el entrenamiento invisible llega a ser tan invisible que en la mayoría de deportistas no existe.

¿Cómo quedaría poner en tu muro de deportista algo así: “Hoy rodaje suave de 35’ sin reloj, foom roller y tarde de paseo” o “Después del entreno de ayer, sesión regenerativa de rodillo”?. Suele sonar mejor, “Hoy series a fuego con el lactato saliendo por las orejas” o “entreno a umbral” (¿A cuál?)

Efectivamente el entrenamiento invisible es importante e incluso determinante en el rendimiento de un deportista, no solo profesional sino incluso mas a nivel amateur donde la agenda suele ser bastante más complicada que un profesional que dedica su tiempo a entrenar y descansar.

Bajo mi experiencia como deportista y entrenador, el entrenamiento invisible se planifica trabajando con método y buscando un correcta asimilación de cargas e inculcando al deportista un estilo de vida y una forma de entender su preparación de forma global, donde el conjunto de factores que nos rodean y cómo los manejemos, serán los que nos determinen el rendimiento que logremos alcanzar.

Pero, ¿cómo conseguir esto?

A continuación voy a desgranar los puntos que considero más importantes donde poner nuestro punto de atención:

Descanso

Nuestro cuerpo para reponer y asimilar, necesita descansar. Realmente es en ese momento donde las mejoras se magnifican, por ello habrá que cuidarlo, ¿no crees?

El sueño es un elemento imprescindible en el proceso de recuperación del deportista, momento en el cual las células dañadas se regeneran y se eliminan sustancias de desecho producidas por el entrenamiento.

Las recomendaciones nos hacen crear hábitos saludables y patrones de comportamiento beneficiosos para nuestra salud.

  • Dormir entre 9 – 12 horas diarias.
  • Respetar los horarios de descanso.

Para un deportista amateur, con familia, trabajo, entrenos, etc.,  esto suele ser bastante complicado… pues se suele “rascar” horas de sueño para poder entrenar (seguro que muchos de nosotros para no saltarnos un entreno y encajarlo en la agenda, a las 5 ó 6 de la mañana estamos ya calzándonos las zapatillas ;) Yo os aconsejo que calibréis de la forma más objetiva posible si el sacar entrenos en horas en las que necesitáis descanso os beneficia o realmente os puede llegar a perjudicar a medio y largo plazo.

Alimentación e hidratación

Cuidar el “combustible” es fundamental, sin llegar a obsesiones ni dejarse llevar por modas. Buscar un equilibrio en nuestro día a día en base a lo que gastamos y necesitamos reponer como también en nuestro plato. En periodos precompetitivos y competitivos donde el estrés aumenta, acertar con la dieta a seguir, así como con el tipo de suplementación a seguir si existen carencias, nos ayudará en gran medida a encontrarnos con las sensaciones que buscamos y rendir al nivel alcanzado.

 

 

plato
Fuente: Harvard School of Public Health

*Recuerda que somos deportistas y bajo el principio de individualización como en el entrenamiento, tendremos que ajustar estas recomendaciones a nuestras necesidades.

Hábitos saludables

Según vayamos avanzando en nuestra formación deportiva (desde niños o desde adultos), debemos ir incorporando patrones de conducta que nos beneficien y fortalezcan. El entrenamiento es una gran manera de ir lográndolo. Por ello invito tanto a entrenadores como deportistas a no descuidar este punto.

Cuida tu higiene y salud:

Antes del entrenamiento, calienta bien tu cuerpo de forma progresiva para llegar a la parte central y exigente del entrenamiento en óptimas condiciones.

Después del entrenamiento dúchate y acaba con agua fría sobretodo en piernas. Al final del día 10-15’ aplicándote hielo cada 2-3’ por zonas musculares y articulaciones te ayudará a levantarte al día siguiente mejor.

Utiliza contrastes de frío-calor-frío para mejorar la recuperación

Cuida tu dentadura

Déjate guiar en tu entrenamiento por buenos profesionales.

Cuida tus lesiones, mima tu cuerpo y observa los cambios que se producen en él con los entrenamientos a los que le vas sometiendo.

Escucha las señales de alarma que el cuerpo te lanza (Observar el pulso en reposo todas las mañanas según nos despertamos es una rutina muy beneficiosa a seguir).

Usa un buen material para el entrenamiento y cuídalo. Evita rozaduras, molestias siéntete cómodo, no abuses de kilómetros en tus zapatillas, usa varios pares a lo largo de la temporada (mi consejo: de diferentes modelos y marcas).

Nos descuides hacer ejercicios de fortalecimiento y compensación.

Cuida las posturas en las que estas preferentemente a lo largo del día.

Revisa tu técnica de ejecución.

Trabaja mucho desde las sensaciones y la propiocepción educando tu sentido y sensibilidad y poco a poco llegarás más lejos o más rápido a tus metas.

Foto: Fernando Sancha
Foto: Fernando Sancha

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