
El Maratón de Sídney trata de "conquistar" a Kipchoge para convertirse en el séptimo 'Major'
Abbott World Marathon Majors es la serie de maratones que aglutina a esas seis citas mundialmente reconocidas como Majors, o lo que es lo mismo, los maratones más importantes del mundo: Tokio. Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York son las seis sedes que, a día de hoy, pueden presumir de esta condecoración. Sin embargo, esta serie de eventos anunció hace unos meses su intención de expandirse hasta los siete maratones para 2025.
En la carrera por entrar a formar parte de este prestigioso club se encuentran ahora mismo el Maratón Sanlam de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica; el Maratón de Chengdu, en China o el Maratón de Sídney, que anunció su candidatura en julio del año pasado.
Con el objetivo de hacerse con este "triunfo", Sydney Marathon ha puesto toda la carne en el asador y hace apenas unos días anunciaba sus negociaciones con nada más y nada menos que Eliud Kipchoge. Según recogía este pasado domingo The Sydney Morning Herald, los funcionarios del evento están en conversaciones para traer al mejor corredor de maratón de la historia a la carrera de 2024 y ayudar así a que asegurar el nuevo y prestigioso estatus como Major.

El papel de Kipchoge
Entre sus objetivos, Eliud Kipchoge dejó bien claro que se hallaba el de conquistar los seis Majors. Sin embargo, Australia espera añadir una séptima estrella a ese hito y hacerlo antes lo esperado. Sídney quiere contar con la presencia del keniano en 2024, sólo un mes después de los Juegos Olímpicos de París.
Con una aparición Kipchoge le daría a la cita un gran impulso de credibilidad global. "Es como Usain Bolt en una pista: cuando Bolt corría, las gradas estaban llenas”, apuntan desde la organización. “Estamos hablando con la gerencia de Kipchoge y lo hemos estado desde que nos nominaron. Quiere terminar los seis el próximo año, por lo que nuestro objetivo es intentar llevarlo a Sydney en 2024, como esa gran carta de atracción", comenta el director de la carrera del Maratón de Sydney, Wayne Larden, a The Sydney Morning Herald.

Los desafíos de convertirse en 'Major'
Aunque su historia es mucho más breve -se estrenó en 1999, Sídney quiere unirse a un selecto grupo de maratones que cada año atraen a los mejores corredores del mundo y grandes cantidades de aficionados.
En los próximos años, un nuevo integrante se unirá a esta reunión: Sídney, Ciudad del Cabo o Chengdu, que ya trabajan para dar lo mejor de sí en un periodo de evaluación que durará tres años.
“Es un gran problema por varias razones”, comenta Larden. “El principal es solo el gran volumen de corredores que participan en estos eventos. Cada uno de los eventos Abbotts World Marathon Major tiene un exceso de solicitudes de entre 250 000 y 400 000 corredores".
“Lo que significa que cuando nos convertimos en comandantes, nuestros números aumentarán, y la gente querrá obtener esa séptima estrella. Esperamos un gran impulso en los números, un aumento masivo en el impacto económico”.
La ciudad australiana debe conseguir elevar sus cifras de participación. Aunque recientemente World Athletics elevó su categoría a "platino", convirtiendo la carrera en el octavo mejor del mundo, el evento está lejos de las cifras de otros grandes.

Mientras algunos reúnen hasta 50.000 finalistas, Sídney suele tener unos 5000 finalistas. Ahora debe aumentar sus dorsales a 15.000 atletas y apoyar la prueba de igual modo que lo hacen otros grandes maratones, donde existe una cultura de gente a lo largo de la carrera para animar a los corredores, entretenimiento y un ambiente festivo.
“Tenemos que triplicar nuestro número de finalistas en el maratón, tenemos que involucrar a la comunidad de Sydney y sacarlos a la carrera, como lo que experimentan los corredores en Boston, Nueva York o Londres. Tenemos que sacar a la gente y animar a la gente en su viaje”.
También es probable que tenga que solucionar algunas cosas con el circuito. La prueba recibió algunas críticas el año pasado por el tramo final en el puerto de Sydney.
Por lo demás, la apuesta parece segura. “Hay cosas de referencia, o las tienes o no las tienes. ¿Está limpio el aire? ¿Es una ciudad comercializable? ¿La gente quiere visitar? Estas son cosas que tenemos; Sydney es un lugar hermoso y un destino global”, dijo Larden.