
Encuentran una "superbacteria" en las aguas de Río 2016 donde nadarán los triatletas
Pues sigue pintando mal la cosa para los triatletas en Río 2016. Si hace unos meses hablábamos de que la OMS ponía el agua de las playas de la ciudad brasileña a la altura de aguas fecales, esta semana Reuters ha publicado que dos estudios distintos han localizado una superbacteria inmune a los tratamientos utilizados para reducir el riesgo de infección de los deportistas.
El primero de los estudios, de septiembre de 2015, es de científicos que intervinieron en la Interscience Conference on Antimicrobial Agents and Chemotherapy de San Diego, y muestra la presencia de microbios en cinco de las playas más visitadas de Río, incluyendo Copacabana, donde se disputará la prueba de natación en aguas abiertas y el segmento de natación del triatlón. Las otras cuatro playas fueron Ipanema, Leblon, Botafogo y Flamengo.
La superbacteria puede causar trastornos urinarios, gastrointestinales, pulmonares e infecciones en la sangre, además de incrementar el riesgo de muerte en enfermos de meningitis. El CDC dice que los estudios muestran que estas bacterias contribuyen a la muerte hasta en la mitad de los pacientes infectados.
El segundo estudio, de la Fundación Oswaldo Cruz -dependiente del gobierno brasileño-, que será publicado el próximo mes por la American Society for Microbiology, encontró la superbacteria en un lago en pleno Río y en uno de los ríos que terminan en la Bahía de Guanabara.
Según Renata Picao, profesor de la Universidad de Río y responsable del primero de los dos estudios, "la superbacteria no debería de encontrarse en las playas de Río". Además, reconoce, que pese a que las tomas del estudio son de 2014, no ha habido avances de ningún tipo ni mejora en la calidad de las aguas, y que la tendencia debería ser a peor, en la medida en que la superbacteria crece infectando a otros microbios.
Y en esas estamos. Quedan apenas dos meses para la disputa de los Juegos Olímpicos y las aguas en que Fernando Alarza, Mario Mola y Javier Gómez Noya se tendrán que jugar las medallas y la gloria parece que no son, ni de lejos, las más adecuadas. Vaya panorama.