
Soy entrenador ¿cómo puedo convertirme en un líder?
Ser entrenador es una tarea dura, no es sencillo dirigir a otras personas, ya sea una persona sola, una organización o un equipo. Uno de los puntos fundamentales a tener en cuenta a la hora de convertirse en entrenador es saber cual es la diferencia entre ser un líder y ser un jefe.
Los entrenadores no solo se dedican a preparar las sesiones de entrenamientos, deben ayudar a los deportistas a desarrollar habilidades, ayudarles a que mantengan una fuerte salud mental. Un líder es muy diferente a un jefe, el jefe ordena, manda. El líder propone y guía.
También se puede añadir que un líder es un mentor, alguien que ya conoce los caminos que están transitando los deportistas porque ya ha estado allí.
Pero no siempre se nace siendo un líder nato, también puedes convertirte en uno con trabajo y esfuerzo, es por esto por lo que Steve Magness, una de las voces más reputadas en el tema del rendimiento deportivo y autor de importantes libros como Do Hard Things, ha compartido algunos de los consejos que pueden ayudar a un entrenador a convertirse en el mejor líder posible.
Comprende el trabajo que haces
Cuando eres novato y no sabes como actuar como entrenador al principio es normal tender a centrarse en pequeñas cosas que realmente no importan. Esto ocurre porque las pequeñas cosas las puedes controlar, pero no tienen un impacto real. Hay que trabajar duro para diferenciar lo que afecta verdaderamente al rendimiento.
El miedo puede ser contraproducente
Enfrentarse a un nuevo desafío puede causar vértigo. Al principio el miedo puede ser bueno para motivar tanto al deportista como al propio entrenador, pero a corto plazo. Cuando se recurre a esto con demasiada frecuencia, se pierde confianza y motivación. Ser capaz de generar confianza en tus deportistas es muy difícil, pero vale la pena a largo plazo.

Deja el ego atrás
La humildad es uno de los mejores valores que se pueden enseñar y aprender en el deporte, debemos buscar siempre a gente que sepa más que nosotros y mantenernos en constante aprendizaje. El mejor coaching surge de la conversación, de contrastar ideas con mentes que saben del tema. Cuando crees que lo sabes todo no podrás aprender más.
No puedes engañar a alguien mucho tiempo
Si realmente tus deportistas o la gente con la que trabajas no te importan, se acabarán dando cuenta tarde o temprano. Tienes que comprometerte con el proyecto y ser tu mismo, copiar a otros porque sus fórmulas tuvieron éxito no tendrá resultados si no son tu forma natural de hacer las cosas.
No existe un sistema perfecto
Puedes comprometerte al máximo con un programa, pero no “casarte” con él. Debes procurar encontrar formas de innovar constantemente tu programa porque el coaching es un juego constante de ajuste e innovación.
No se trata de dictar
El coaching se trata de crear situaciones que empujen a los atletas a encontrar la forma de resolver el desafío. Si siempre le das la respuesta a tus deportistas no aprenderán nada porque no estás enseñando nada.
Tus deportistas tienen voz
No se trata de que todo lo que digas vaya a misa, todos nos podemos equivocar, y la relación entrenador- atleta debe ser de respeto, pero con mucha comunicación.

Como entrenadores debemos cubrir las necesidades básicas de nuestros atletas, hacerles partícipes del sistema, que sientan que pueden mejorar y opinar sobre las técnicas a las que se someten. Sin eso, ninguna técnica de motivación va a ser efectiva.
Liderazgo y autoridad
Hay una diferencia entre liderazgo y autoridad, entre ser entrenador o líder. La autoridad viene dada por un título, es algo asignado y depende del control. El liderazgo se gana a través de la competencia y del cuidado que tengas por tus deportistas.
El liderazgo se trata de asumir la responsabilidad, admitir los errores si nos hemos equivocado y procurar que no se repita. Justificar tus errores anteriores no es liderar, el fallo es parte del camino del éxito.