¿Por qué estoy ganando peso pese a que entreno?
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¿Por qué estoy ganando peso pese a que entreno?

Es lógico pensar que el hecho de hacer deporte y entrenar de forma constante nos haga creer que conseguiremos perder peso, aunque no siempre se da este caso.

Cuando nos planteamos bajar de peso lo primero que se nos viene a la cabeza es hacernos a la idea de que toca empezar a hacer deporte a diario ya sea correr, ir al gimnasio, caminar o montar en bicicleta.

Si bien la actividad física es un factor que va a ayudarnos a lograr nuestros objetivos, hay que tener en cuenta otros muchos que también van a determinar nuestra composición corporal.

¿Es raro hacer deporte y no bajar de peso? No es lo más habitual, pero si te ha ocurrido, no te martirices. No eres el primer caso de alguien que hace deporte y no lo ve reflejado en su peso: ocurre más a menudo de lo que crees.

¿Qué factores afectan a la capacidad para perder peso?

Cuando nos proponemos adelgazar tenemos que apuntar varias cosas en nuestra lista de objetivos.

Hacer deporte seguramente sea lo primero que anotes, pero hay que tener en cuenta más factores. La genética, el nivel de actividad, el estrés, nuestra dieta o la edad, son factores que van a afectar de manera notoria.

No tener una dieta equilibrada

Has quemado un montón de calorías y en lo único que piensas es en compensarlas comiendo muchas veces en exceso.

Este es un error muy común y no solo no te ayudará a bajar de peso sino todo lo contrario. De nada sirve hacer ejercicio y quemar calorías si luego comes una gran variedad de productos para compensar.

Es necesario que mantengas una dieta equilibrada, sin exceso de grasas o azúcares. Procura tomar a diario productos tales como las verduras, ensaladas variadas, carnes blancas como el pollo o diferentes pescados.

verduras
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Son fáciles de digerir y te van a aportar la energía suficiente para entrenar a diario sin que estos hagan que aumentes de peso.

Estrés

El estrés puede afectarnos a nuestra pérdida de peso. En primer lugar, porque mucha gente lo intenta aliviar comiendo.

Es habitual que las personas aún sin tener hambre coman de manera compulsiva como método para lidiar contra el estrés lo que hace que practicar deporte no sirva de mucho.

El otro gran problema es entrenar en exceso. El deporte ayuda mucho a la gente a desestresarse lo que llega a que se comience a sobreentrenar y no descansar lo suficiente.

Esto se debe a que el sobreentrenamiento, en especial en las actividades cardiovasculares como el triatlón, aumenta los niveles de cortisol, una hormona liberada en respuesta al estrés a la que se asocia con trastornos de sueño, exceso de grasa abdominal y aumento de peso.

No elegir bien nuestro entrenamiento

Es importante tener una buena planificación de entrenamiento, teniendo en cuenta qué objetivos queremos cumplir.

Bajar de peso no es tan sencillo como salir a correr un poco todos los días o hacer caminatas. Es cierto que eso te va a ayudar a cumplir tus metas, pero necesitas acompañarlo de otros entrenamientos.

Intenta todas las semanas variar esos ejercicios con otros de desarrollo muscular, como pueden ser ejercicios de peso corporal, abdominales o entrenamientos HIIT.

Estos no solo te ayudarán a bajar de peso, sino que lograrás desarrollar músculo.

abdominales
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Perimenopausia

Este factor se da en aquellas mujeres que comienzan con la transición a la menopausia normalmente a partir de los cuarenta años, aunque a veces este proceso puede adelantarse.

Diferentes estudios han demostrado que las fluctuaciones hormonales que se producen durante la perimenopausia provocan un aumento de peso principalmente en el área abdominal.

El músculo también pesa

No solo la grasa hace que aumentemos de kilos. Debes tener en cuenta que a medida que vayas haciendo deporte también irás desarrollando a tus músculos.

Esto es algo muy bueno, porque significa que estás consiguiendo también quemar grasa. Sin embargo, ten claro que los músculos cuanto más se desarrollan más aumentan de peso.

Por tanto, cuando te subas a la báscula no te alteres si ves que no llegas a la cifra que esperabas conseguir. Puede que se deba a que tus músculos ahora están mucho más desarrollados.

Nuestro cuerpo almacena agua

Para preparar a las fibras musculares dañadas, nuestro cuerpo almacena agua la cual puede hacer que aumentemos de peso.

Además, como es lógico y normal, cuanto más ejercicio hacemos más agua consumimos lo que hace que se agregue peso a la báscula.

Sin embargo, esto no quiere decir que tus entrenamientos no estén dándote resultados. Simplemente, el agua que ingieres y su almacenamiento se ven reflejados en la báscula.

Genética

Podríamos decir que la genética es el inicio de partida, las cartas con las que no va a tocar jugar.

Esta tiene una gran influencia en nuestro peso, complexión y metabolismo, aunque no significa que nuestra genética no nos vaya a permitir bajar de peso.

Si por ejemplo vienes de una familia que suele tener sobrepeso puede que te cueste mucho más adelgazar que a otras personas. Sin embargo, si haces una vida saludable acabarás consiguiéndolo.

Ten paciencia y no te desanimes. Más tarde o más temprano comprobarás que el ejercicio y una vida saludable si da resultados. No te preocupes por tu genética.

Mira más allá del ejercicio

Como puedes ver, el ejercicio no es ni mucho menos el único factor a tener en cuenta si queremos bajar de peso.

Si bien es clave entrenar de manera constante, vigilar nuestra dieta, planificar los entrenamientos y no obsesionarnos con la báscula otros de los muchos factores que afectan a nuestro peso.

Por tanto, ahora que ya sabes por qué hacer deporte no es sinónimo siempre de adelgazar, plantéate este objetivo desde varios enfoques, no solo desde el entrenamiento.

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