Eritrocitos altos: ¿cómo influyen al hacer deporte?
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Eritrocitos altos: ¿cómo influyen al hacer deporte?

El Instituto Nacional del Cáncer define los eritrocitos como un "tipo de glóbulo sanguíneo que se produce en la médula ósea y se encuentra en la sangre". Conocidos también como 'glóbulos rojos' o 'hematíes', los eritrocitos "contienen una proteína llamada hemoglobina, que transporta oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo". Junto con las plaquetas y los glóbulos blancos, son uno de los principales componentes de la sangre.

Cuando se lleva a cabo un hemograma, también llamado 'conteo sanguíneo completo' (CSC) o 'recuente sanguíneo completo' (RSC), obtenemos diversos datos como:

  • La cantidad de glóbulos rojos
  • La cantidad de glóbulos blancos
  • La cantidad total de hemoglobina en la sangre
  • La fracción de la sangre compuesta de glóbulos rojos (hematocrito)

Concretamente, el conteo de glóbulos rojos, nos permite determinar la presencia de afecciones como la anemia, la deshidratación, la desnutrición, la leucemia o una enfermedad de corazón, en función de si los valores de eritrocitos son altos o bajo.

¿Qué causa los eritrocitos altos?

Un conteo o recuento de glóbulos rojos permite conocer si la cantidad de glóbulos rojos en el torrente sanguíneo es más alta o más baja de lo normal. Aunque son fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, un recuento de glóbulos rojos es alto podría significar la presencia de un problema de salud subyacente.

Por lo general, los recuentos normales de glóbulos rojos son:

  • Hombres: de 4,7 millones a 6,1 millones de glóbulos rojos por microlitro de sangre
  • Mujeres: de 4,2 millones a 5,4 millones de glóbulos rojos por microlitro de sangre
  • Niños: de 4,0 millones a 5,5 millones de glóbulos rojos por microlitro de sangre

Un número de eritrocitos por microlitro de sangre superior a estos datos se conoce como eritrocitosis, una patología que provoca un aumento del espesor de la sangre y del riesgo de coágulos de sangre.

Entre las causas que pueden provocar los eritrocitos altos encontramos:

  • Policitemia vera: una enfermedad de la médula ósea que causa una producción excesiva de glóbulos rojos
  • Deshidratación
  • Enfermedad cardíaca congénita
  • Cicatrización de los pulmones: a menudo es causada por fumar
  • Enfermedad pulmonar: como enfisema , EPOC o fibrosis pulmonar
  • Cáncer de riñón
  • Hipoxia: nivel de oxígeno en sangre bajo

¿Cuáles son los síntomas de tener los glóbulos rojos altos?

  • Fatiga
  • Debilidad muscular
  • Falta de energía
  • Dolor de cabeza o mareos
  • Visión borrosa
  • Manos y pies fríos

¿A qué médico debo acudir si tengo los eritrocitos altos?

Si tienes algunos de los síntomas anteriores, lo más recomendado en acudir a tu médico de cabecera, quien probablemente te pedirá una analítica con hemograma completo. Si entre los resultados se observan eritrocitos altos, el siguiente paso es ponerse en manos de un especialista.

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La hematología es la especialidad de la medicina que se encarga del estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades de la sangre y los órganos que participan en su producción (médula ósea, bazo o los ganglios).

Esta especialidad es la responsable de tratar enfermedades como la leucemia, las anemias o las trombosis.

¿Afecta a nuestro nivel deportivo tener el hematocrito alto?

Como hemos visto más arriba, el hematocrito hace referencia al porcentaje de glóbulos rojos en la sangre de una persona. Es cierto que los eritrocitos altos pueden ser un problema para nuestra salud, pero no siempre una variación del porcentaje de hematocrito debe considerarse grave, dado que hay varios factores que pueden condicionar tanto el porcentaje total de eritrocitos como su tamaño: desde la dieta hasta la posición durante la extracción de sangre.

Aunque los límites normales de hematocrito en varones están situados entre el 38% y el 52%, los deportistas de resistencia como corredores destruyen más glóbulos rojos de lo habitual debido al impacto, -un proceso conocido como hemólisis- y tienden a tener el hematocrito en la parte más baja de manera natural.

Otros, buscan aumentar su nivel mediante el entrenamiento en altura o la exposición a hipoxia: al exponerse de manera continua a una menor presión parcial de oxígeno se estimula de forma natural la producción de eritropoyetina, hormona que estimula la médula ósea para producir más glóbulos rojos.

Dado que un deportista precisa de más cantidad de oxígeno para generar energía, un hematocrito alto -siempre dentro de valores saludables- no sólo no es un problema, sino que es de gran utilidad de cara a mejorar el rendimiento deportivo.

No obstante, es sabido que Javier Gómez Noya se mueve entre porcentajes del 38% y el 42%, algo que no le ha impedido ser cinco veces campeón del mundo.

Foto: Javier Gómez Noya

¿Influye el ejercicio intenso en nuestro nivel de sangre?

Por supuesto. Como hemos mencionado, el deporte puede reducir el nivel de hematocrito y también aumentarlo. Tal y como recoge un artículo de El Confidencial, si haces mucho cardio "tus glóbulos rojos y tu colesterol pueden ser demasiado altos. Los atletas de resistencia aeróbica tienden a tener recuentos mayores que los sedentarios".

Esto se debe porque su aumento ayuda al cuerpo con el estrés sufrido y por la leciticina aciltranferasa (enzima responsable de la sintetización del colesterol).

Dado que la vida útil de los glóbulos rojos es de unos 120 días, si haces deporte de manera frecuente, informa a tu médico porque los análisis pueden salir muy alterados.

En el caso del colesterol, ya sabemos los riesgos de tener unos niveles altos de colesterol LDL: menos de 130 mg no es un dato preocupante; si es más corres riesgo de sufrir algún ataque al corazón. Es por ello que, como deportistas, debemos preocuparnos por una dieta saludable.

¿Cómo bajar los niveles de eritrocitos?

Dado que un aumento excesivo de los niveles de eritrocitos conlleva riesgos para nuestra salud, es probable que te interese conocer algunas herramientas para combatir esta afección:

  • Dejar el tabaco: si eres fumador, déjalo. Altera el transporte de oxígeno de los glóbulos rojos en la sangre y, por tanto, la circulación sanguínea. Cuando fumamos, los niveles de oxígeno son más bajos y la médula ósea produce más glóbulos rojos.
  • Practicar actividad física de forma moderada y gradual
  • Donar sangre: cuando donamos sangre se produce una limpieza y renovación, a la vez que se elimina el exceso de hierro del organismo.
  • Tener una buena hidratación: la deshidratación provoca un aumento del hematocrito, además de un volumen mayor de sangre y plasma debido a la imposibilidad de diluir la sangre. Aumenta la ingesta de líquidos diaria para evitar que esto suceda.
  • Evitar el alcohol y la cafeína: son bebidas diuréticas y estimulan la orina, provocando deshidratación. Beber agua o zumos sin azúcar.
  • Tomar aspirina: este medicamento provoca que la sangre se diluya y evita la formación de coágulos. Es importante no abusar de su consumo (dos tomas al mes son suficientes).
  • Alimentación: incrementa el consumo de alimentos antioxidantes, que facilitan el transporte del oxígeno; evita los alimentos con alto contenido en hierro, facilita que tu cuerpo obtenga hemoglobina y consume pomelo a diario, la naringina, un flavonoide presente en esta fruta, facilita la eliminación de glóbulos rojos en la sangre de manera natural.
  • Evitar las altitudes: en alturas elevadas (+2.000 metros) existe una menor cantidad de oxígeno. Esto provoca un nivel de hematocrito más alto debido a que la médula ósea produce más glóbulos rojos para compensar el bajo nivel de oxígeno

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