
¿Es bueno andar con fascitis plantar?
La fascitis plantar una de las lesiones del pie más frecuentes entre los deportistas. Se trata de un dolor debajo del talón o en la planta del pie. No es algo que puedas ignorar, ya que puede provocar un dolor agudo en todo el pie. ¡Andar con fascitis plantar puede convertirse en todo un reto!
Cuando una persona sufre esta patología puede notar molestias al correr e incluso al caminar, por eso es importante determinar las causas que han provocado la lesión y determinar cuál es el mejor proceso de recuperación.
¿Cómo afecta la fascitis plantar a la forma de caminar?
La fascitis plantar es una inflamación del tejido conectivo que conecta el talón al dedo del pie. Este problema puede causar dolor y rigidez en la planta del pie, lo que afecta la forma de caminar. La intensidad del dolor puede provocar una incorrecta forma de caminar, que provoque un aumento de tensión en músculos y articulaciones.
En algunos casos, la fascitis plantar también puede causar debilidad en los músculos del pie y la pierna, lo que puede dificultar la realización de actividades cotidianas y deportes. Por lo tanto, es importante tratar la fascitis plantar de manera adecuada para evitar problemas a largo plazo y mejorar la forma en que caminas.
¿Cómo caminar correctamente?
Es frecuente que la fascitis plantar derive en una mala pisada haciendo que cojees o andes de puntillas. Es importante no hacerlo, pues cuando andamos de puntillas estamos sobrecargando de manera innecesaria la fascia del pie, y estamos retrasando el periodo de recuperación.
Cuando desees caminar hazlo sobre un terreno plano y sin piedras, empieza despacio ya que el dolor inicial es más intenso. Poco a poco irás notando que el dolor descienden. Elige un calzado adecuado que amortigüe la pisada, y evita andar descalzo aunque estés en casa. En la medida de lo posible controla tu manera de andar. Busca un movimiento natural y evita una posible cojera que sobrecargue ciertos músculos.

También puedes realizar estiramientos para fortalecer los músculos de la parte inferior de la pierna y del pie para reducir la tensión en la fascia plantar. Usar una ortesis puede ayudarte a proteger el pie y aliviar el dolor ciando caminas.
Periodo de recuperación
El periodo de recuperación de la fascitis plantar puede variar de una persona a otra y depende de factores como la gravedad de la lesión, el tratamiento recibido y la edad y salud general de la persona. Es una afección bastante común entre los corredores, según el artículo “Prevalencia de la fascitis plantar en corredores: Una revisión sistemática” publicado en 2011 en la revista Journal of Foot and Ankle Research, se estima que hasta un 10% de los corredores pueden experimentar fascitis plantar en algún momento de sus carreras.
La mayoría de los pacientes que sufren fascitis plantar tardan unos meses en experimentar una mejoría significativa del dolor y la función. Un estudio reciente titulado “Mejoría del dolor y función en pacientes con fascitis plantar: un seguimiento de 6 a 12 meses” determinó que la recuperación se da dentro de este periodo.
Es importante señalar que la fascitis plantar no siempre se cura completamente y puede reaparecer en el futuro, por lo que es importante tomar medidas preventivas como mantener una buena postura y un estilo de vida saludable para minimizar el riesgo de recurrencia.
Recomendaciones para llevar a cabo la recuperación
El periodo de recuperación se puede hacer tedioso y muy largo para quienes tienen una vida activa. Por eso, seguir ciertas pautas ayudará a tener una mejor recuperación y evitar que se alargue más el tiempo.
- Mantener una rutina de estiramientos para fortalecer los músculos y reducir la tensión en la fascia plantar.
- Usar un calzado adecuado y ortesis plantares para reducir la tensión y aliviar el dolor.
- Reducir la actividad física intensa y evitar actividades que empeoren el dolor.
- Realizar ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la pierna y del pie.
- Aplicar hielo o una compresa fría en la zona afectada para reducir la inflamación y el dolor.
- Consultar con un especialista en el tratamiento de lesiones del pie para recibir un tratamiento personalizado y evitar complicaciones.
- El estudio “Comparación de intervenciones para el tratamiento de la fascitis plantar: Una revisión sistemática” publicado en el Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy en 2016 encontró que el ejercicio y la terapia manual son las estrategias más efectivas para reducir el dolor y mejorar la función.
¿Se puede realizar ejercicio físico con fascitis plantar?
A pesar de los desafíos que puede presentar la fascitis plantar a la hora de movernos, el ejercicio físico puede ser un componente importante en el proceso de recuperación y prevención de futuras lesiones.
Aunque pueda parecer que el reposo completo es lo mejor, el ejercicio es beneficioso para reducir el dolor y mejorar la función en pacientes con fascitis plantar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que realizar ejercicios incorrectos o demasiado intensos puede exacerbar la lesión y retrasar la recuperación. Por lo tanto, es esencial realizar ejercicios específicos que fortalezcan la musculatura y mejoren la función de la fascia plantar bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Es importante identificar el nivel adecuado de actividad que necesita cada uno, y eso debe definirse de manera individualizada. Se debe tener en cuenta si el dolor es soportable durante la práctica de ejercicio, si hay variación de la intensidad las horas siguientes y determinar si el dolor con el paso de los días no aumenta.

Entre los ejercicios recomendados se incluyen:
- Estiramientos para el tendón de Aquiles
- Fortalecimiento de los músculos de los pies y de la pierna
- Ejercicios de equilibrio y estabilidad para mejorar la función de la fascia plantar.
- También se recomienda realizar ejercicios de movilidad articular en las rodillas, caderas y columna vertebral para mejorar la postura y reducir el estrés en la fascia plantar.
Además de los ejercicios, es importante llevar una alimentación adecuada y mantener un peso saludable para reducir la presión en la fascia plantar. También se recomienda el uso de calzado adecuado y la realización de actividades que no requieran cargar demasiado el pie, como la natación o el ciclismo, hasta que la lesión haya mejorado.