Cómo escoger la talla de las zapatillas de correr
Foto: Nils Nilsen
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Cómo escoger la talla de las zapatillas de correr

¿Cuantas veces nos hemos preguntado al comprar unas zapatillas qué talla debo comprarme?

Con este artículo intentaremos aclarar un poco esa duda dando unas nociones básicas.

En primer lugar dejar claro que aunque se supone que todos los tallajes corresponden a la misma medida, no siempre es así, a veces incluso la misma marca de zapatillas no talla igual en diferentes modelos o en el mismo modelo según la temporada.

Entrando un poco más en el tema a tratar, no se puede generalizar en comprar un número más o menos del habitual (ni en el caso de llevar plantillas) y esto es fundamentalmente por lo comentado al principio, no podemos ir con la talla en mente ya que nos podemos llevar alguna sorpresa, ahora bien; qué puede pasar si elijo mal la talla?

Vamos a ir por partes y explicando que pasa si nos equivocamos comprando una talla mayor de la que nos corresponde o nos quedamos cortos.

Elección de talla grande

Muchas veces, por error y por creencias populares decidimos adquirir una talla o media superior a la nuestra y esto nos puede originar diferentes problemas ya sea a nivel de la piel o a nivel biomecánico.

  • A nivel cutáneo la aparición de ampollas es un clásico y estas aparecen debido a la fricción del pie con el interior de la zapatilla al existir exceso de espacio que permite un deslizamiento del pie dentro de la misma.  Esto originará arrugas en el calcetín en caso de llevarlo o la propia fricción de la piel con el upper sería la causante de las ampollas.

Otro de los clásicos por un calzado excesivamente grande es la lesión en las uñas debido al movimiento y al choque del pie dentro de la zapatilla haciendo que la punta de los dedos impacte repetidas veces con la parte delantera de la zapatilla. Ese traumatismo puede generar hematomas que acaban haciendo que la uña se rompa y se pierda o que el borde de la uña, si está mal cortada, se clave y genere dolor e infecciones.

Por otro lado la agresión al lecho ungueal genera una hipertrofia del tejido a dos niveles, bajo la lámina de la uña que hace que se engrosen uña y piel dando lugar a una uña con apariencia distinta, engrosada, más dura etc… y en la piel más distal del dedo (la punta del dedo) dando lugar a la aparición de helomas en la zona.

  • A nivel biomecánico la zapatilla holgada puede generar que el propio pie presione con los dedos para sostener mejor la zapatilla y sea frecuente la aparición de garra digital, alteración en los flexores y extensores de los dedos, aumento de tensión muscular etc. (aparte de lesiones cutáneas antes descritas)...y que la falta de agarre de la zapatilla sobre el pie modifique los apoyos y nos acabe creando pequeñas alteraciones en las estructuras oseas del pie como pudieran ser rotaciones a nivel de metatarsianos, facilidad de esguinces, etc…
Foto: Flickr // navsan75
Foto: Flickr // navsan75

Elección de talla pequeña

Del mismo modo que en el punto anterior, esto nos puede originar diferentes problemas a nivel cutaneo o a nivel  biomecánico.

  • A nivel cutáneo los problemas más habituales son los traumatismos por falta de espacio en la punta de los dedos, en este caso nos ocurriría lo mismo que cuando el calzado es demasiado grande y los dedos impactan en la puntera de la zapatilla, hematomas, engrosamiento ungueal, etc…
  • A nivel biomecánico y estructural , los dedos para poder estar dentro del calzado se encogerían, generarían garra digital y nos afectaría a nivel de la musculatura flexora y extensora digital, distinta causa pero mismo problema que en calzado grande.

Algo que es común al elegir una zapatilla de talla inferior a la nuestra es la compresión dorsal del pie, el ajuste se ve alterado y nos podría originar problemas circulatorios, nerviosos o del paquete neurovascular . Como sintomatología presenta adormecimiento del pie, falta de sensibilidad, decoloración del mismo, marcas en el dorso por la presión de los cordones, etc.

Para finalizar, mi consejo en la elección de zapatillas para la carrera no es otro que nos  fiemos de nuestro cuerpo, de nuestros pies y de la sensación de comodidad que éste presente. Que el ajuste sea óptimo sin tener que atarlas con excesiva fuerza o llevarlas demasiado sueltas. Que los dedos no topen con la puntera o con el interior de la zapatilla en estática y que en dinámica no veamos que el pie se desplaza. Que nos sintamos cómodos como si fuéramos descalzos aunque opine que no debamos ir descalzos de forma general y por último, que cuando salgamos a rodar con ellas tengamos el confort suficiente para evitar que el entrenamiento o la competición sea un suplicio.

Cualquier duda u opinión estaré encantado de contestarla o intercambiar opiniones en mi página de Facebook: Javier Torres Biomecánica de la Marcha o en el mail podologia24dejunio@yahoo.es

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