
Gravel y triatlón: la nueva combinación de moda
Si hace unos años nos hubieran dicho que el gravel iba a tener algo de protagonismo en el mundo del triatlón, probablemente nos hubiéramos reído.
Pero esta disciplina ciclista parece estar cogiendo cada vez más fuerza en nuestro mundillo. En 2020, Heather Jackson fue de las primeras triatletas en mostrar su interés por el gravel.
Y en 2021, triatletas de la talla de Alistair Brownlee o Jan Frodeno, nada más y nada menos que dos campeones olímpicos, secundaron a su compañera de profesión e hicieron sus pinitos con la gravel.
El británico se atrevió con una de las carreras de ultraciclismo en autosuficiencia más duras de Europa: la Bandlands y sus 750 kilómetros de gravel con 16.000 metros de desnivel, donde acabó 7º de la general.
Semanas más tarde, el nuevo deportista de BMC se convertía en campeón británico de gravel, para asombro de todos.

Por su parte, Jan Frodeno se aventuró no con uno, sino con dos triatlones de gravel el año pasado. El primero completamente en solitario: 2.500 metros nadando, 100 kilómetros de gravel y 20 corriendo que pudimos seguir a través de sus stories de Instagram.
Tiempo después supimos que aquello fue, probablemente, parte del trabajo de Jan para dar a luz a su primer triatlón como organizador (bueno, eso si no tenemos en cuenta el Tri Battle).
El pasado 31 de octubre de 2021 llegaba a Girona la primera edición del SGRAIL100, "divertida aventura de triatlón de gravel" auspiciada por el deportista de Canyon. Aquel día, manos de Collin Chartier, Jan Frodeno volvió a perder una prueba, algo que no ocurría desde 2017 y que, dicho sea, no pasará de anécdota. El alemán se tomó con mucho humor "su triatlón"; hasta lo pudimos ver tomando café durante una transición.
De forma más reciente, también hemos podido ver a otro campeón del mundo sobre la bici de gravel. A finales de 2021 vimos a Gustav Iden entrenando en su país, a 7 grados bajo cero, en una de estas bicis.
En nuestro país también hemos podido ver a David Castro. El campeón de España ha sido otro de los triatletas que se han animado a competir en disciplinas como el ciclocross. Algo que ya es habitual en el compañero de batalles de Javier Gómez Noya desde hace varias temporadas.

EE.UU pone en marcha un circuito de triatlón de gravel
Aunque hasta ahora podría parecer extraño asociar triatlón y gravel, como hemos podido ver, el círculo se estrecha cada vez más. Tanto que en EE.UU se ha puesto en marcha un circuito de triatlón de gravel: USA Triathlon Gravel Series
Las pruebas comenzarán en mayo y durarán hasta octubre y contarán con un Campeonato Nacional de Triatlón Gravel de los EE.UU.
En cuanto al formato, estas pruebas presentarán variedad en sus distancias y formatos, con eventos de distancia sprint y olímpica y, claro está, drafting permitido.
Por el momento, esta nueva iniciativa auspiciada por USA Triathlon (la federación nacional) no requerirá clasificación previa para participar. Parece ser que el objetivo pasa por poder llevar el triatlón lejos de la carretera y su monotonía y explorar nuevos terrenos.

¿Cogerá más fuerza el triatlón de gravel en el futuro?
Cuando Super League Triathlon rescató los formatos cortos y eliminatorios, mucha gente no le dio importancia e hizo alarde de su desinterés. Sin embargo, tan solo unos pocos años después, el organizador ha conseguido afianzarse como la liga de triatlón más prestigiosa del mundo.
Hasta World Triathlon, la Federación Internacional, ha seguido sus pasos apostando por pruebas de este tipo e incluso formando alianzas para crear el nuevo Campeonato del Mundo de Triatlón eSports.
En España también hemos visto como la FETRI ha puesto en marcha en los últimos años un montón de campeonatos de este estilo, que finalmente han conseguido calar entre el público.
¿Quién nos dice que no puede suceder algo similar con el gravel? Quizá, si grandes triatletas y algunas federaciones u organizadores deciden seguir apostando por el esta disciplina, el gravel consiga una cuota de mercado significativa en el triatlón.
¿Por qué gravel?
La popularidad de estas bicicletas se ha multiplicado en los últimos años. Se han convertido en una opción ideal para los ciclistas y triatletas que busca una alternativa más segura que el ciclismo de carretera.
Estos modelos nos ayudan a mejorar nuestras habilidades de manejo. Además, sirven para romper con la rutina de la carretera y explorar los caminos y sendas, alejado del tráfico, en un entorno tranquilo y pacífico.

La irregularidad del terreno provoca que se convierta en una aliada para mejorar nuestra condición como ciclista. Las cuestas y los desafíos que nos presentan las pistas de tierra hacen que, a menudo, toque levantarse del sillín para realizar esfuerzos máximos.
Sin lugar a duda las gravel, con la versatilidad que aportan, han llegado al triatlón para quedarse. Puedes seguir leyendo sobre estas bicicletas a través este artículo.