
Los cinco hábitos diarios que hicieron a Michael Phelps un campeón
Alcanzar el éxito en el deporte -y en cualquier otro aspecto de la vida- tiene mucho que ver con establecer la rutina adecuada. De eso sabe mucho el que es, probablemente, el mejor deportista de todos los tiempos, Michael Phelps.
Para un campeón olímpico no todo es entrenar. Ahí más trabajo afuera si quieres estar entre los mejores. Hace un tiempo, el tiburón de Baltimore explicó en una entrevista con CNBC cuáles fueron algunos de los hábitos que mantenía fuera del agua y que le llevaron a ganar 28 medallas olímpicas.
Las cinco claves diarias de Phelps son, sin duda, una llave que acercará a cualquier triatleta o deportista en general al éxito personal.
Escribir tus objetivos y guardarlos en la mesita de noche
Phelps descubrió que escribir sus objetivos por escrito y revisarlos con frecuencia, especialmente tras un entrenamiento difícil, le era de ayuda.
El nadador contemplaba sus objetivos a largo plazo, estableciendo metas a cinco, diez e incluso veinte años vista. “Nunca pensé así. Siempre estaba pensando en la próxima carrera o la próxima práctica”, asegura Phelps sobre un hábito que le funcionó.
Un hábito que en triatlón también defienden figuras como Dan Plews. "Escribir tus objetivos reduce tu enfoque y proporciona motivación y entusiasmo a corto plazo", explica el entrenador de Javier Gómez Noya.
No utilizar nunca la palabra "no puedo"
Es algo en lo que trabajo junto a su entrenador, Bob Bowman: eliminar la expresión "no puedo" de su vocabulario. ¿Cómo se tradujo eso? Permitió a Phelps “ampliar mi mente y creer que podía hacer lo que quisiera, y creo que esa fue una gran clave para que tuviéramos tanto éxito”, explica el nadador.
Seguro que más de un vez has visto un entrenamiento sobre el papel y has pensado "no puedo", pero finalmente has sido capaz de sacarlo adelante cumpliendo con lo previsto. Recuerda el late motiv que ha llevado a Sanders a convertirse en uno de los mejores triatletas del mundo: "No Limits".

Como deportistas, debemos evitar los pensamientos negativos cuando entrenamos. Si sabes cómo, es posible. “Siempre fui un niño o un joven que pensaba tan grande como yo podía pensar. Y soñar tan grande como pueda soñar”, añade Phelps.
Estar dispuesto a renunciar a muchas cosas
Phelps dormía ocho horas a diario y echaba una siesta de dos o tres horas cada tarde para hacer frente a volúmenes que iban de los 65K a los 90K semanales. Y eso prácticamente todo. La vida de un campeón olímpico que entrena siete días a la semana no deja tiempo para mucho más.
"Gran parte es el trabajo que haces cada día y los sacrificios que haces. Creo que es una gran palabra, una gran palabra clave”, dice Phelps.
Esta de una de las partes más complicadas. Y, evidentemente, como deportistas amateurs, debemos saber encontrar un equilibrio entre nuestra afición, familia, obligaciones, etc. Pero recuerda: el éxito siempre tiene un 'precio'.
Utilizar la 'basura' de los demás como combustible
Aunque fue uno de los deportistas más ambiciosos y competitivos que jamás hayamos conocido, Phelps se mantenía en silencio durante sus entrenamientos. "No tiene sentido" hablar basura, apunta. Y si otros lo hacían, él lo usaba como motivación.
“Doy la bienvenida a la basura hablando. Me encanta cuando la gente lo hace. Me encanta cuando hacen ciertas cosas para animarme”, dice Phelps.
Centrarse en sí mismo
"Me mantengo en mi carril, hago lo que tengo que hacer, lo que quiero hacer para intentar ser el mejor. Para mí, al final del día, cuando me entrenaba, mientras supiera lo que tenía que hacer para lograr mis objetivos y sueños, eso era lo único que importaba. Nada más importaba. Todo lo demás se resolvería", explica Phelps.

En la misma línea, hace tan sólo unos días, Marten Van Riel hacía dos apuntes interesantes. El campeón de IRONMAN 70.3 Dubái aseguraba que el mejor consejo que había recibido nunca era que "la comparación es el ladrón de la felicidad". Por eso, para el subcampeón del mundo ITU la clave es "centrarse en mejorar, no en lo que hacen los demás".