
Hematuria del corredor: ¿qué es y qué la provoca?
Si eres corredor, es posible que tras terminar una prueba o competición de fondo hayas ido directamente al baño y hayas notado que tu orina es de un color muy oscuro, de un tono rojizo como si hubiera sangre en ella. Es lo que se conoce como hematuria del corredor.
Se suele pensar que este fenómeno viene dado debido a la deshidratación, pero si has pensado esto, estabas equivocado.
Realmente lo que has sufrido es un episodio de hematuria del corredor, pero no te preocupes, pese a que te has podido llevar un susto importante, en casi todos los casos no tiene mayor gravedad. En este artículo, te contaremos un poco más acerca de este fenómeno y por qué ocurre.
¿Qué es la hematuria del corredor?
La hematuria es la presencia de sangre en la orina, existen dos tipos, dependiendo de si la sangre es visible o no: la hematuria macroscópica y la hematuria microscópica.
- La hematuria macroscópica es la que se puede ver a simple vista, como de la que hablábamos anteriormente, después de una competición
- La hematuria microscópica es aquella que no puede verse a simple vista, pero que un médico puede detectar bajo el microscopio
Los responsables de dar el color rojizo a la orina son los glóbulos rojos, por lo que la gravedad del caso puede dilucidarse dependiendo de la intensidad del color de esta.

¿Qué puede provocar hematuria?
Existen dos teorías acerca de por qué ocurre la hematuria. La primera es debido a la consecuencia de haber sufrido un traumatismo en la vejiga.
Aunque no hay estudios concluyentes cuando un corredor presenta sangre en su orina se achaca a esta primera afirmación, a que es causado por un golpe, pero el daño no tiene por qué ser debido a un fuerte golpe o un choque únicamente.
Los impactos de nuestras articulaciones contra el suelo cuando vamos corriendo pueden provocar pequeñas microrroturas en la vejiga, haciendo que los glóbulos rojos se mezclen con la orina, tiñéndola. Pero de ser cierta esta teoría, correr ultradistancias o pruebas de resistencia muy prolongadas no serían recomendables para la salud.
La otra teoría, que resulta más plausible es debido a una filtración en los riñones. Los corredores de largas distancias sufren en sus cuerpos un estrés muy elevado durante este tipo de pruebas. Muchos llevan su cuerpo al límite para probarse a sí mismos y ver hasta donde son capaces de llegar.
Este esfuerzo repetido puede provocar que las paredes de los riñones dejen paso a los glóbulos rojos, provocando que estos entren en contacto con la orina, ya que aumenta la permeabilidad de dichas paredes. Y una vez terminada la práctica deportiva todo vuelve a la normalidad.
Esta segunda teoría se considera la más adecuada para justificar la hematuria de los corredores debido a que usualmente esta no presenta más problemas y se solventa al poco tiempo de haber terminado la competición. De hecho, es muy probable que la hayas sufrido y no te has dado cuenta.
Pero pese a que esto ocurra con relativa frecuencia, no hay que restarle importancia, por lo que es importante aprender a reconocer cuando una hematuria puede ser preocupante.

¿Cuándo hay que preocuparse por la hematuria?
Existen una serie de indicios claros que nos permiten diferenciar una hematuria inocua provocada por el esfuerzo y una más seria, causada por algún otro tipo de patología:
- Si la orina es de un color completamente rojo
- Aún hay presencia de sangre en la orina tras dos o tres días
- Siempre que corres aparece sangre en tu orina
- Orinar resulta doloroso
Es importante resaltar que la hematuria del corredor no causa dolor cuando es benigna, por lo que sí, aun teniendo un color no demasiado intenso, te duele, lo mejor es que consultes con un médico.
Pero si has identificado tu hematuria como una hematuria del corredor, lo mejor que puedes hacer es descansar un par de días, hasta que ya no haya presencia de glóbulos rojos y beber mucho líquido.