
Hidrodinámica y natación
A menudo nos empeñamos en trabajar la velocidad nadando, pero hasta que no mejoremos nuestro roce o fricción con el agua, no desarrollaremos todo el potencial que tenemos en este medio.
Se habla mucho sobre la aerodinámica de la bici, los cascos aeros, los cuadros aeros, de un montón de productos diseñados específicamente para reducir el rozamiento contra el viento. Y, ¿qué pasa con la hidrodinámica de la natación? El agua es 784 veces más densa que el aire, por eso para conseguir deslizarte mejor tienes que ser lo más eficiente posible.
La resistencia frontal es el arrastre producido por la zona superficial de nuestro cuerpo en el agua. Un nadador bien equilibrado es aquel que introduce solo la parte superior de la cabeza y los hombros, mientras que un nadador que vaya desequilibrado con las caderas y las piernas arrastrando en el agua presentará una superficie de resistencia mucho mayor. Una de las maneras más fáciles de aumentar la velocidad en el agua es minimizar la resistencia frontal en el agua.
Para cualquier nadador de larga distancia, reducir la fricción en el agua es clave, mucho más que trabajar la fuerza. Mejorando la posición del cuerpo en la superficie del agua, un nadador puede desplazarse a velocidades más rápidas utilizando la misma potencia.

¿Qué te hace ir más despacio en el agua?
La resistencia hidrodinámica suele estar relacionada con la posición de las caderas y las piernas. Pero la resistencia también puede estar causada, además, por otros elementos:
Posición de la cabeza: Mantén la cabeza alineada con la columna vertebral para que el agua corte justo en el centro de tu espalda. Llevar la cabeza demasiado alta o demasiado baja en el agua crea un rozamiento adicional de la espalda o del pecho.
Patada: La patada debe ser corta y compacta para evitar un exceso de fricción. Una patada tipo tijera hacia un lado o una patada demasiado grande empujará las piernas por detrás del cuerpo creando más resistencia.
Entrada de las manos: El brazo debe estar casi completamente extendido al entrar al agua. Empujar la mano hacia delante bajo el agua elevando demasiado el codo crea una resistencia adicional en el antebrazo.
Postura del cuerpo: Cualquier movimiento lateral del cuerpo en el agua también aumentará la resistencia. Mantén la cabeza, los hombros, las caderas y los pies en línea recta.

Encontrar el equilibrio en el agua no es fácil, porque el centro de gravedad está justo cerca de las caderas, mientras que los pulmones que utilizamos para respirar están en el pecho. El simple hecho de ver flotar a una persona puede indicarnos si un nadador está luchando por mantener una posición corporal eficiente mientras nada. Grabarnos debajo del agua de frente es una buena manera de ver cuáles son nuestros principales errores en cada ciclo de brazada. La eficiencia en el agua se logra relajándonos y dejando de pegarnos con ella. Disfrutar y deslizar, deslizar y deslizar...