
El riesgo que supone el exceso de deporte para nuestro intestino
El exceso de deporte, al igual que una vida completamente sedentaria, no es bueno.
Y no lo decimos nosotros, que somos unos fanáticos del deporte, sino que lo dice un reciente estudio que alarma de la incidencia de aumentar la intensidad y la duración del entrenamiento.
¿Cuánto es "exceso de deporte"?
Según el estudio, el estrés generado por dos horas diarias de entrenamiento al 60% de nuestro VO2Max parece ser el umbral que deiva en alteraciones intestinales significativas, independientemente del estado de forma del individuo.
Correr y hacer ejercicio a temperaturas ambientales elevadas parece exacerbar las alteraciones intestinales.

No obstante, según indica Ricardo Costa, uno de los autores, "se han identificado varias estrategias de prevención y gestión que pueden atenuar y reducir tanto el daño como las funciones comprometidas".
Por eso, queremos compartirlo con vosotros porque seguro que muchos de vosotros entrena más de dos horas al día siete días a la semana.
El síndrome del intestino permeable (leaky gut)
Practicar demasiado deporte puede provocar el síndrome del intestino permeable (‘leaky gut’).
El intestino es naturalmente permeable a moléculas muy pequeñas con el fin de absorber los nutrientes vitales.
De hecho, la regulación de la permeabilidad intestinal es una de las funciones básicas de las células que recubren la pared intestinal. Algunos factores – tales como infecciones, toxinas, el estrés y la edad – pueden causar que estas uniones estrechas se rompan. Una vez rotas, tienes un intestino permeable.

¿Qué ocurre con un intestino permeable?
Cuando tu intestino es permeable, cosas como las toxinas, microbios, las partículas de alimentos no digeridos, y mucho más, se escapan de tus intestinos y viajan por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Tu sistema inmune marca estos “invasores extranjeros” como patógenos y los ataca.

La respuesta inmune a estos invasores puede darse de alguna de estas nueve maneras:
- Problemas digestivos tales como gas, hinchazón o diarrea.
- Alergias o asma estacionales.
- Desequilibrios hormonales, tales como el síndrome premenstrual o síndrome de ovario poliquístico.
- El diagnóstico de una enfermedad autoinmune tal como artritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto, lupus, psoriasis, o enfermedad celíaca.
- El diagnóstico de fatiga crónica o fibromialgia.
- Problemas del estado de ánimo y la mente, como la depresión, la ansiedad, ADD o ADHD (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
- Problemas en la piel tales como acné, rosácea o eczema.
- Diagnóstico de crecimiento excesivo de cándida.
- Alergias alimentarias o intolerancias alimentarias.
Consecuencias intestinales del ciclismo y maratón
Los investigadores encontraron que en términos de incidentes, gravedad y duración, correr causó más problemas intestinales que el ciclismo.
Entre el 96 y el 73% de los competidores de una maratón de ultraresistencia (24h más de 161 kilómetros) reportaron síntomas gastrointestinales graves, en comparación con solamente entre el 11 y el 7% de los corredores de maratón y media maratón.

Por normal general, el dolor de estómago que se produce como resultado de un esfuerzo físico y puede disponer dos factores fundamentales: los propios músculos abdominales y el tracto gastrointestinal.
Cuando la causa es esta última, existe una probabilidad bastante alta de que la sangre se haya alejado del estómago hacia otras partes corporales durante un periodo determinado en el que estemos practicando ejercicio físico de forma intensiva.
El problema de fondo reside en que se han consumido alimentos antes de comenzar el entrenamiento, por lo que la digestión, una vez iniciada la actividad, se ha visto retrasada y comienzan los gases.
De acuerdo con University of Iowa Hospitals and Clinics, el ejercicio moderado, junto con una dieta rica en fibra, puede aliviar el estreñimiento en aquellas personas que a menudo tienen problemas porque aumenta los movimientos de los músculos del colon que, como respuesta, promueve los hábitos intestinales normales.
El ejercicio aeróbico acelera el paso de la comida por la porción superior del intestino delgado. Sin embargo, un ejercicio intenso llevará a tener serios problemas.