
Ivan Raña: "Espero que me quede alguna carrera buena por ganar"
"Soy campeón del mundo, doble campeón de Europa, campeón de Ironman, soy Ivan Raña. Soy libre".
Enorme deuda la del triatlón español con Ivan Raña. Las nuevas generaciones, llegadas de la mano de Gómez Noya, quizá no sepan mucho sobre el primer referente de esta disciplina en nuestro país. Hace casi 15 años el gallego llegó desde Cancún (2002) con el primer campeonato mundial de triatlón para España, al que hay que sumarle dos subcampeonatos mundiales, dos campeonatos de Europa, tres participaciones en JJ.OO (con dos quintos puestos) y cuatro participaciones en el Ironman de Hawaii.
Raña es la pureza de los nostálgicos, es el espejo en el que se miran los que llevan vida y media en esto. Un hombre que dio con el triatlón mucho antes de que llegaran los excesos, el postureo y los super retos. Como el mismo señala: "libre"; así es Ivan, que siempre ha entendido este deporte de otra manera y ha aplicado una filosofía característica que nunca nos ha dejado indiferentes.
Cuenta de ello dio la semana pasada durante su paso por el programa Temps d'aventura, de la televisión catalana, donde volvió a hablar de triatlón con un descaro peculiar que lo caracteriza. "Desde pequeño iba al colegio y decía que hacía triatlón cuando nadie sabía lo que era triatlón, todo el rato la gente me decía "matáo", se reían de mí, y esos mismos que se reían de mí los veo ahora bebiendo cerveza, calvos, con barriga, pues lo digo macho: "no estaba tan loco chavales", arranca diciendo Ivan.
A Raña siempre lo hemos conocido por su visión particular y purista de las cosas: "Yo creo en algo, que es el tipo de trabajo que tengo, la dedicación y tal. Seré diferente pero sé que hay gente como yo y los que ganan son más parecidos a lo que hago yo, seguramente, que a los que están todo el día hablando y presumiendo, poniendo material que vale para nada, que es simplemente marketing", dice el gallego.

Ivan fué campeón del mundo de Cancún, en 2002, algo que había soñado desde pequeño pero que no cambió su visión sobre el triatlón: "Tenía desde pequeño el sueño de ser campeón del mundo y cuando lo hice si que fue como un poco de bajón, porque me puse a correr en bici, hacía travesías de natación o 200 kilómetros en bici tres días antes de un campeonato de España. Todas esas cosas que a mí me hacían disfrutar pues igual me quitaban títulos, pero también te dan experiencias y sensaciones que ahora puedo aprovechar, espero que me quede alguna carrera buena por ganar".
Experiencia que le han valido, por ejemplo, para aventurarse a correr descalzo: "He escuchado de todo, pero yo llevo 7 u 8 años con el tema y he llegado a correr una carrera descalzo sin hacerme daño. Me fortalece los pies, tengo menos lesiones, mis tendones están perfectos. Me levanto por la mañana, tengo 37 años, y corro por las escaleras para abajo y no me duelen los tendones", cuenta Iván que el año pasado completó el segmento a pie de la Copa del Mundo de Madrid descalzo.

Muestra de esa filosofía propia, de ese instinto revulsivo y diferente es también su alimentación: "Hace un año y medio quité el azúcar, el pan, la pasta, los cereales, la leche. Algo que parece que debe de ir con el deportista. Si es deportista: pasta. Yo lo he quitado y he corrido un Ironman, he hecho entre los diez primeros en Hawaii y estoy más sano y no tengo el cuerpo inflamado por esos alimentos".
El pasado mes de marzo el triatleta gallegó presentó "Instinto Raña. De incomprendido a pionero del triatlón", una biografía escrita por Xavier Enseyat: "La gente se creee que los deportistas de élite viven en un jaula metidos, son perfectos y no hacen nada malo y es mentira. Cada uno tiene sus movidas en la cabeza y a mí me apetecía escribirlo, aunque al final lo escribió Xavi. Pero el siguiente me gustaría hacerlo con más calma y no sé si hacerlo yo o que alguien me lo transcriba".
Una de las famosas aficiones de campeón del mundo es el rally, donde llega a correr pruebas del campeonato gallego: "Me encanta cuando estoy ahí metido, podré ir rápido o lento, pero, y eso lo tengo clarísimo, no creo que hayan muchos que disfruten como yo. Si me dejaran me levantaría a las 1 de la mañana y estaría conduciendo toda la noche y todo el día y no me aburriría", cuenta Ivan sobre algo que para él se ha convertido en una pasión.
Cuando se le pregunta sobre Jan Frodeno, actual campeón mundial de Ironman, Raña lo tiene claro: "Está un peldaño por encima, además es súper completo. Hay gente que anda mucho en bici y corre, pero él ha sido nadador entonces tiene una base de natación muy buena, no tiene ningún deporte en el que flaquee. Es un tío que siempre va a estar ahí, por eso es tan completo y lineal en las carreras, tiene los tres deportes muy bien igualados y le ha cogido bien la medida".
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