Jan Frodeno:
Foto: Breakfast with Bob from Kona // YouTube
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Jan Frodeno: "No soy como Kristian y Gustav. Siempre he querido disfrutar, salir y vivir la vida"

Puede que estemos ante unas de las ediciones de IRONMAN Kona más esperadas de la historia. No sólo porque la prueba regresa a Big Island tres años después. También porque Kristian Blummenfelt y Gustav Iden pisarán por primera vez tierras hawaianas, porque también lo harán otros grandes nombres del momento que quieren buscarle las cosquillas a los noruegos, porque queremos ver si Daniela Ryf sigue siendo la reina o si rivales como Anne Haug o Laura Philipp son capaces de destronarla...

Sin embargo, IRONMAN Kona 2022 no será -al 100%- la prueba que habíamos soñado. Jan Frodeno no estará en la línea de salida este sábado y ese duele. Al menos, el alemán, al que un accidente en bici le ha impedido competir este año, ha querido sumarse a la fiesta previa en su penúltimo año como triatleta profesional.

Esta semana, como ha sido costumbre para él durante tantos años, el tres veces campeón del mundo ha visitado los famosos Breakfast with Bob, que celebran 11 ediciones "en antena". El de Canyon ha hablado sobre la cita del sábado y sus pronósticos al respecto, así como su pasado, su presente y su futuro deportivo.

¿Qué opina Jan de los Noruegos?

En 2019 Frodeno era el indudable favorito. Sin embargo, ese papel recae ahora sobre hombres como Kristian Blummenfelt o Gustav Iden, sobre los que ha sido preguntado el germano.

"He de decir que al principio me molestaba que Kristian no se cortase un pelo, pero ahora solo puedo pensar: 'Joder, qué bueno es'”, confiesa Jan. "Me encanta. He aprendido a apreciarlo".

El dueño de La Comuna cree que la dupla noruega "se impulsa entre sí a ser mejores y está viviendo esta vida de la forma más pura posible". Una actitud diferente a la que define a Jan. "Yo no soy como Kristian y Gustav: siempre he querido disfrutar, salir y vivir la vida. Quizás por eso sigo adorando esto a los 41 años. Creo que ellos están aquí para pasarlo bien, no para estar mucho tiempo".

Gustav Iden Kristian Blummenfelt Kona
Foto: Strava

El múltiple campeón del mundo ha querido poner en valor el atrevimiento del triatleta de ASICS. "Ahora que hay tantos frentes abiertos y tantas críticas la gente siempre se disculpa antes de las pruebas, pero Kristian no, él no le pide perdón a nadie: simplemente hace lo que tiene que hacer y arrasa con todo".

"Sinceramente, he estado esperando mucho tiempo que llegase alguien así".

Retirarse en Kona y hacerlo ganando

Pero la entrada en escena del Team Norway no frena a Frodeno. A sus 41 años, Jan quiere más y espera volver a Kona para cerrar su carrera. "Me encantaría terminar mi carrera aquí", apunta el de Hoka, para quién no hay otra sede a la altura.

"St. George es una prueba preciosa, pero no es lo mismo: no tiene la misma carga de ilusión, no tiene la misma carga histórica". Y es por ello que Frodeno ha decidido darse una nueva oportunidad, la última, en 2023. "Tengo la esperanza de volver aquí y disfrutarlo en un mejor estado físico del que tengo ahora, por eso he decidido darme un año más".

El objetivo es claro: volver el año que viene y ganar de nuevo el título de campeón del mundo. Puede que el camino hasta entonces no sea fácil, pero a lo largo de su carrera Jan ha aprendido a luchar contra los momentos duros y sabe que, tras ellos, está la recompensa.

"Tener momentos malos es absolutamente natural, lo importante es cambiar el chip y darse cuenta de que puedes superar esa barrera y sorprenderte, y superarte a ti mismo", explica.

Es uno de los grandes aprendizajes que le ha dejado Kona. Allí, en 2016, llegó a pensar en abandonar como 15 veces. Ese año acabó ganando su segundo título. "Es una de las mejores sensaciones que puede llegar a sentir un atleta en Kona, el hecho de saber que pueden conseguirlo, aunque se sientan mediocres. La insistencia y la persistencia son dos ingredientes claves en esta prueba".

Por ello, pese a los contratiempos en su carrera (en 2017 no pudo rendir como esperaba por problemas de espalda y al año siguiente no pudo competir por una fractura por estrés en la cadera), Jan nunca ha dudado de su capacidad de "volver a lo más alto".

Jan Frodeno fractura por estrés
Foto: Instagram // Jan Frodeno

Aquel 2018 fue duro para Jan: "Estaba aquí, en la línea de meta y tenía el corazón roto. No podía lidiar con el hecho de no estar compitiendo". Fue el año que Patrick Lange rompió la barrera de las ocho horas. "Yo no pensaba en que tenía treinta y muchos años, solo pensaba en que necesitaba volver y que podía hacerlo si realmente lo daba todo".

Situaciones como aquella, explica Jan, son las que hacen que "los límites se difuminen". Limites que este año volverán a quebrarse. "Creo que alguien va a romper el récord aquí. Eso es precisamente lo bueno de los récords, que inspiran a todo el mundo a superar los límites, a no conformarse con hacer lo mismo de todos los días", comenta el alemán.

Aunque el clima jugará un papel fundamental, el nivel es cada vez mayor, también el primer grupo. "Están cada vez más comprometidos y los competidores cada vez son más fuertes. Es completamente natural que se puedan romper los récords". Jan va más allá y lanza su apuesta, cree que se podría ganar en torno a 7 horas y 40 minutos.

Un año difícil que ha acabado en un "estado de calma"

Ha sido un año muy complicado para Jan Frodeno. El de Mercedes, imbatido desde 2017, volvía a encontrarse no sólo con la derrota, sino con un DNF en su intento de volver a alcanzar la gloria en Challenge Roth.

Su talón de Aquiles le había impedido competir en el Mundial de St. George, y también le impidió cruzar la meta de Roth. Tuvo que abandonar cuando lideraba la prueba.

"He tenido mala suerte este año", comenta Jan. Problema en el talón de Aquiles, problemas de rodilla provocados por un cambio de postura y un accidente en bici que complicó muchísimo las cosas.

Pero no hay mal que por bien no venga. "Todo esto me ha llevado a un estado de calma que probablemente debería haber alcanzado en febrero", apunta Frodeno.

"Lo que me llevó a la perdición fue el hecho de someterme a tanta presión y no darme cuenta de que a veces es necesario darle al cuerpo unos días o incluso unas semanas para recuperarse", confiesa.

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