Jan van Berkel salva la vida de milagro en un accidente entrenando

Jan van Berkel anunciaba hace unos días que su carrera como triatleta profesional llega a su fin: será el próximo 9 julio, cuando se dispute IRONMAN Suiza, cuando el veterano deportista cuelgue neopreno, bicicleta y zapatillas.

Pero estos tres meses parece que no van a ser fáciles: según compartía ayer jueves en redes, el miércoles se llevó el gran susto de su vida al sufrir un aparatoso accidente mientras entrenaba en bicicleta.

Afortunadamente sin consecuencias -"estoy bien de salud", calmaba a sus seguidores-, el discípulo de Dan Plews perdió la tracción de los frenos de la bicicleta en un complicado descenso, que hizo que, en el impacto posterior, esta se partiese a la mitad, tal como se puede ver en la fotografía que encabeza este artículo.

El casco, su salvador

Según explica el suizo, tercero en el pasado IRONMAN New Zelanda -y clasificado para Niza, aunque todo apunta a declinará la participación-, el casco fue quien le salvo la vida: "gracias a dios que lo llevaba", ha escrito en su cuenta.

La incógnita es si, pese a lo aparatoso de la caída, y de su mensaje tranquilizando a los seguidores, podrá en el corto plazo mantener el ritmo de entrenamientos que estaba llevando de cara a la que será su última cita, precisamente muy cerca de casa, y que ha ganado hasta en tres ocasiones: 2018, 2019 y 2020.

Una vida dedicada al triatlón

Nació en 1986 en Bülach, Jan van Berkel pasó al profesionalismo en 2012, cuando tomaba la salida en IRONMAN Suiza -la prueba a la que ha estado vinculado a lo largo de toda su carrera, con hasta seis podios-, logrando un segundo puesto.

Con cuatro participaciones en Kona -la última el pasado mes de octubre-, y también presencia en St. George, donde incluso tuvimos la oportunidad de hablar con él en un perfecto castellano, sus mejores puestos en el circuito IRONMAN los ha logrado, además de en Suiza, en Tulsa -segundo- y en la última edición de Cozumel, la ganada por Magnus Ditlev.