
Jonathan Brownlee: "Una alimentación sana es un simple cálculo de los alimentos que entran y salen"
Jonathan Brownlee volvió a saborear las mieles del éxito en las pasadas Series Mundiales de Edmonton, en las que se hizo con la victoria de manera inesperada por delante de Mario Mola y Martin Van Riel. Tras más de dos años de travesía por el desierto, el pequeño de los hermanos volvía a subirse a lo más alto del podio. Esta semana pasada, en el evento clasificatorio para Tokio 2020, volvía a dar muestras de mejoría al hacerse con la quinta posición.
Queda un año para la cita olímpica, pero está claro que el británico ya está afinando la forma de cara a luchar por la que sería su tercera presea consecutiva, tras las logradas en Londres -bronce- y Río -plata. Un aspecto al que da importancia, aunque relativa, es la nutrición. En muchas ocasiones hemos hablado de la importancia de recargar bien de cara a rendir más en entrenamientos y competiciones, aunque él tiene claro que hay que actuar con lógica. "Tengo una filosofía muy sencilla cuando se trata de hablar de alimentación y ayuno", ha manifestado en una reciente entrevista en The Guardian. "Se habla mucho sobre las dietas de moda pero para mí una alimentación saludable es un simple cálculo de los alimentos que entran y salen, lo que se quema y lo que se puede comer".
Ante todo, lógica
Esta pasada pretemporada, que como es habitual pasó en tierras alicantinas, le vimos junto a su hermano hablar de sus pautas nutricionales: desde la tortilla de patata como recovery en las salidas de bicicleta, hasta desayunos basados en té y tostadas. "Como sano, con mucha fruta y verdura, y yogurt para cuidar los huesos", comenta Jonny. "Pero soy muy básico, así que entre semana disfruto de cenas normales como fajitas, curry verde o guisos de pescado".
"Cuando la gente comienza a preocuparse por dietas extrañas, o por pasar hambre determinados días, estás complicándote de manera innecesaria", afirma. "Y el noventa y cinco por ciento de lo que hacemos los deportistas debe ir orientado a hacer las cosas lo más fácil y sencillo posible: comer una dieta normal y sana te llevará muy lejos".
La cena, la que más disfruta
"Como fish&chips un par de veces al mes, sin planearlo. Lo mismo paso por delante de un restaurante, huelo las patatas, y decido esa noche cenarlas, pero no es ningún problema cuando el resto de las comidas durante la semana son saludables", reconoce. "Se trata de equilibrio".
En ocasiones,el pensar en la cena le sirve de acicate y estímulo para completar un entrenamiento. "Sigue adelante, porque al final te podrás sentar a disfrutar de una buena comida", se suele decir a sí mismo, siendo la cena el momento del día que más disfruta. "Mi hermano y yo nos criamos en una familia donde la cena era muy importante. Mis padres, siendo ambos médidos, estaban siempre muy ocupados, y la hora de la cena era el único momento del día en que podíamos estar juntos".
"Terminar con una buena cena sigue siendo parte de mi rutina. Nunca entreno después de la cena, como que simbolizase el final del día. Esa comida significa que el trabajo está hecho y solo queda descansar y relajarse".
Otra cosa es los días previos a competición
Mientras durante las épocas de entrenamiento Jonathan parece ser más easy going, en los días previos a competición procupa seguir la teoría, aunque a su manera: "Solía cenar una pizza antes de una carrera" reconoce, "pero a medida que he ido envejeciendo, mi estómago se ha vuelto más sensible, por lo que mi comida antes de la carrera es ahora arroz y pollo. Suena insípido, pero sólo tratas de ingresar calorías sin ningún riesgo".