La otra vida del triatleta profesional: la gymkana de Sara Pérez Sala para entregar su TFG

Conciliar deporte de alto rendimiento y cualquier otra cosa de la vida es complicado. Hoy os acercamos el ejemplo de Sara Pérez, que ha vivido una odisea tremenda para presentar su trabajo de fin de grado.

"Yo empecé la carrera hace diez años y todavía estaba nadando, era justo el momento en el que empezaba con el triatlón", nos cuenta Sara Pérez sobre su vida estudiantil. Desde entonces ha ido compaginando trabajo, competiciones oficiales y estudio.

Pérez Sala terminó las asignaturas hace tres años, un momento que justó coincidió con el inicio del ciclo olímpico en el que ella puso muchas ilusiones. "Solo me faltaba el TFG, no pude ponerme por trabajo, las competiciones olímpicas, y lo fui dejando un poco", resuelve Sara Pérez.

Después de darle muchas vueltas, Sara eligió tema para retomar ese trabajo de fin de grado. "He hecho el TFG sobre el relevo mixto en natación, me lo recomendó Santi Veiga y con la ayuda del entrenador Jesús Martínez lo he ido haciendo", desvela Sara, que pensaba entregarlo en la fecha extraordinaria pero hubo un cambio de planes que lo precipitó todo.

Durante el proceso de escritura de ese trabajo, los estudiantes tienen que hacer tutorías y seminarios para comprobar que todo va por buen camino. En su caso las ha ido haciendo por todo el mundo de forma telemática.

"Hice el examen de los seminarios del TFG justo el día de antes de Challenge Miami, si le preguntáis a Pablo Dapena, él os lo puede confirmar, que me vio haciendo test en la reunión de carrera", bromea la triatleta catalana que fue cuarta en aquella prestigiosa prueba.

La odisea de la entrega

Sara Pérez viajó hace unos días a Austria donde se celebraban multitud de pruebas de multideporte a nivel europeo. Ella hizo pleno y participó en casi todo, desde el sprint, al acuatlón, pasando por la media distancia, en la que fue quinta a nivel continental. Con lo que no contaba ella era con que el TFG se iba a sumar a todo ese estrés.

"Estaba en Walchsee y pensaba que tenía que entregar el TFG el día 6 y resulta que no, hablé con el tutor y me dijo que solo tenía 24 horas para entregar", no hace falta que ella nos explique el sofoco porque ante una frase así, todos empatizamos.

"Me tuvieron que dejar un ordenador, estuve hasta las tres de la mañana, luego a las cinco de la mañana seguí, y luego toda la noche del día siguiente también", nos cuenta aún con angustia de las horas que tuvo que pasar para terminar de perfilar ese trabajo para el que creía que tenía aún una semana más.

Finalmente se pudo reunir con su tutor y entregó el TFG en fecha, pero este solo es un ejemplo más de lo difícil que es compaginar deporte y otro tipo de obligaciones. "Compaginar el deporte de alto nivel es difícil con todo, salvo que seas un coco. A mí me cuesta mucho concentrarme y hasta que me concentro pasa un rato", describe la pupila de Jaime Menéndez de Luarca.

Y por último, encajar el trabajo

Para dedicarse en serio al triatlón y buscar la plaza olímpica, Sara Pérez tuvo que dejar parte de su trabajo en el gimnasio para poder entrenar. Eligió quedarse con la tarea de entrenadora personal, aunque ello conllevase hacer un horario mucho peor.

"La putada es que yo trabajo a las horas que nadie trabaja, porque claro, la gente viene a entrenar antes o después del trabajo. Madrugo a las seis de la mañana para entrar a las siete menos diez, y luego aprovecho la mañana para entrenar y hacer kilómetros en bicicleta mientras la gente trabaja", es decir, la vida de Sara es un sudoku de horarios que le permita trabajar, competir y estudiar.

Y con todo este jaleo es la quinta de Europa en media distancia. Si tuviera tiempo... a saber lo que lograría.