
La paradoja de la tecnología: cuando medir no equivale a mejorar
En el mundo del triatlón, donde cada detalle parece contar, los datos y el querer medir cualquier parámetro se han vuelto esenciales. Los dispositivos de seguimiento pueden proporcionar una gran cantidad de información, desde nuestra frecuencia cardíaca hasta la calidad de nuestro sueño.
Pero, ¿es posible que la obsesión por las cifras esté limitando nuestro rendimiento en lugar de potenciarlo? Según Steve Magness, reconocido entrenador y autor de best sellers, podríamos estar saboteándonos a nosotros mismos.
"Piensa en el corredor que se siente bien durante su carrera, piensa que va a tener un gran día y, luego, mira su reloj y ve que su ritmo es demasiado rápido. Eso suele provocar un pico de estrés. A veces te ralentizas instantáneamente o te pones nervioso", explica el estadounidense.
Los datos pueden jugar en contra de nuestro potencial
Para entender cómo los datos pueden interrumpir nuestra capacidad de rendimiento, pongamos en consideración las palabras de Magness: "¿Y si ese era el día en que te sentías genial y ibas a tener esa gran actuación, que no era demasiado rápida? Te acabas de sacar de ese momento".
Por tanto, lo que el experto entrenador está diciendo es que, aunque los datos pueden proporcionar orientación, también pueden causar reacciones fisiológicas y psicológicas indeseadas, eliminando nuestra capacidad para escuchar nuestras propias sensaciones y reaccionar en consecuencia.
La paradoja de la tecnología para el sueño
El sueño es un elemento fundamental para la recuperación y el rendimiento deportivo. En el mundo del triatlón, la calidad y la cantidad de sueño son elementos esenciales. Los atletas a menudo ponen especial atención en estos aspectos, y para ello, utilizan a menudo tecnología de seguimiento del sueño.
Estos dispositivos proporcionan datos detallados sobre las fases de sueño, su duración, y a veces, hasta la calidad del mismo. Sin embargo, Steve Magness advierte sobre el posible efecto contrario de estos aparatos.
"Los rastreadores de sueño a veces no ayudan a dormir porque provocan ansiedad alrededor de la idea de no conseguir las horas o calidad de sueño necesarios, lo que te impide hacer precisamente lo que estás rastreando: dormir", advierte el experto entrenador.

Es decir, al concentrarse demasiado en la métrica, los atletas pueden experimentar ansiedad si los datos no reflejan lo que consideran un sueño de "calidad" o "adecuado".
Esta preocupación, a su vez, puede resultar en dificultades para conciliar el sueño o interrupciones del sueño. Estos problemas afectan negativamente al rendimiento y recuperación.
Magness sugiere que esta ansiedad es una reacción natural a la percepción de que no se está cumpliendo con una "norma" establecida por las métricas.
En lugar de centrarse en los datos, el estadounidense anima a los atletas a centrarse en cómo se sienten. Si te despiertas sintiéndote descansado y listo para enfrentar el día, eso es un indicador mucho más fiable de un sueño reparador. Es mejor eso que cualquier número que pueda ofrecer un rastreador de sueño.
De este modo, la paradoja reside en que se puede generar una ansiedad queriendo descansar mejor. Al buscar mejorar la calidad del sueño mediante la medición y el seguimiento, podemos generar este problema cuando buscamos una solución.
La obsesión por las cifras puede terminar provocando un sueño de peor calidad, demostrando que más información no siempre significa mejores resultados.
La intención en el uso de la tecnología de seguimiento
El autor de varios best sellers concluye que la clave está en ser muy intencional acerca de si tu dispositivo de seguimiento te está ayudando o perjudicándote.
Es decir, debemos evaluar si estamos utilizando la tecnología como una herramienta que nos beneficia, o si se ha convertido en una fuente de estrés y ansiedad que perjudica nuestro rendimiento y bienestar.
Las reflexiones de Steve Magness tienen respaldo en la ciencia. En el estudio publicado en 2019 titulado "Association of perceived physical health and physical fitness trackers with sleep outcomes" (Asociación de la percepción de salud física y los rastreadores de actividad física con los resultados del sueño), los investigadores J. Brian Pope, Amber M. Brooks y Susan D. Kelleher constataron que el uso de rastreadores de actividad física puede tener un impacto en el sueño, muchas veces negativo debido a la ansiedad que generan en los usuarios.
Por lo tanto, aunque la tecnología puede dar información valiosa, es esencial utilizarla de forma consciente. Como Steve concluye, nos debemos preguntar: "¿Está ayudando o perjudicando nuestro dispositivo de seguimiento?".