Lesiones de costillas: qué hacer y cómo evitarlas
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Lesiones de costillas: qué hacer y cómo evitarlas

Por lesiones de costillas entendemos tanto una contusión como una fractura. Ambos daños suelen producirse por un fuerte impacto en la zona que puede llegar a dejar fuera de la actividad deportiva a un atleta. ¿Qué hago si lo sufro? ¿Qué puedo hacer para evitarlo? Vamos a darte unos consejos para lidiar con ellas.

Lesiones de costillas

Las costillas son huesos finos a los que normalmente no les prestamos atención de no sufrir una lesión. No obstante, su función es muy relevante, pues se encargan de proteger los órganos de mayor importancia, como el corazón o los pulmones.

Por ello, su protección y prevención de lesiones debe tenerse en cuenta a la hora de realizar cualquier movimiento deportivo o cotidiano. Y es que un trauma torácico con la suficiente potencia puede derivar en daños internos graves.

Por ejemplo, se puede perforar la pleura o afectar algunos de los nervios que corren en los espacios intercostales. Además, una lesión en las costillas conlleva una recuperación lenta, requiriendo un reposo estricto. Prevenir esta situación es importante.

Las costillas: estructura y función

Las costillas humanas son huesos largos, elásticos y planos que forman junto a la columna y al esternón la jaula ósea denominada tórax. Es decir, las costillas, mediante un cartílago, quedan conectadas con al hueso esternón.

Además de proteger los órganos que se encuentran debajo de ellas, como el corazón y los pulmones, también colaboran en la función respiratoria gracias a los músculos intercostales y al diafragma.

Sin la movilidad costal y su capacidad de expansión, resultaría imposible aumentar el volumen de aire que se inspira durante una actividad. Igualmente, también sería difícil incrementar el aporte de oxígeno durante ejercicios aeróbicos.

¿Qué costillas tenemos?

Los humanos tenemos un total de 24 costillas, doce a cada lado y se clasifican de la siguiente manera:

  • Costillas esternales o costillas verdaderas. Estas son las primeras siete de cada serie (comenzando desde arriba) y se caracterizan por conectar directamente con el esternón.
  • Costillas asternales o costillas falsas. Estas son las tres siguientes y se articulan por medio del arco costal.
  • Costillas flotantes. Estas son las dos últimas que tienen forma aplanada y larga, formando parte de la caja del tórax. Se enumeran como la onceava y doceava costilla y aunque son más pequeños, son los huesos que participan en la cobertura del polo superior de los riñones.

Síntomas de lesiones de costillas

El síntoma más común es el dolor fuerte en la zona dañada de manera constante. Esta molestia señala que algo no está bien y que necesita tratarse. De no ser así, con el paso de los días aumenta hasta el punto de poder llegar a perder la movilidad normal.  

Otro indicador es la piel. Esta puede cambiar de color y volverse azul, púrpura o amarilla en la zona que está dañada debido a la inflamación.  

Movimientos simples como respirar, toser, reírse o estornudar pueden causar y aumentar el dolor en las costillas. Esto significa que el dolor en las tareas sencillas y básicas también son signos de la molestia.

lesiones de costillas
Foto: Envato Elements

Cuándo acudo al médico

Lo más adecuado es consultar a un médico si se producen las siguientes situaciones:

  • Fiebre
  • Tos o aumento de mucosidad que se tose
  • Tos con sangre
  • Falta de aliento
  • Dolor que no permite respirar profundamente o tose a pesar de tomar analgésicos
  • Efectos secundarios de los analgésicos, como náuseas, vómitos o estreñimiento. Reacciones alérgicas como erupciones en la piel, hinchazón facial o dificultad respiratoria.

Cómo prevenir las lesiones de costillas

Aunque no depende solo de nosotros, hay que tener en cuenta diferentes aspectos que van a ayudarnos a evitar y prevenir las lesiones y dolores en las costillas.  

Fortalece a tus huesos

Con el paso de los años nuestros huesos se hacen más débiles, por eso, hay que fortalecerlos. Procura obtener suficiente calcio y vitamina D en tu dieta habitual consumiendo unos 1200 miligramos de calcio y 600 unidades de vitamina D tanto en alimentos como suplementos.

La leche, el queso, los yogures o frutos secos como las nueces tienen un alto porcentaje de calcio. En cuanto a la vitamina D, las anchoas, los huevos, el salmón, las sardinas y las gulas son alimentos ideales.

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Foto: Envato Elements

Protege tus costillas al hacer deporte

En movimientos y ejercicios con carga, es conveniente cubrirse las costillas con un equipo protector que amortigüe los impactos y evite el daño en las costillas.  

Cuando sufras un fuerte golpe haz reposo

Si has sufrido un golpe duro en las costillas intenta detener la actividad que estés haciendo y haz reposo.

Recibir un golpe leve no provoca una rotura de costillas, sin embargo, continuar con los ejercicios habituales puede conllevar un esguince o lesión grave.  

Por ello, es preferible que dejes de entrenar si el dolor no cesa y mantener reposo hasta que se haya pasado definitivamente el dolor. Aplícate hielo y cremas o pomadas antiinflamatorias para prevenir la infección y aliviar el dolor.

Qué hacer si se tiene una lesión de costilla

Si pese a tomar medidas de prevención se ha producido una lesión de costilla, puedes hacer lo siguiente:

Poner hielo

Utilizar hielo ayuda a reducir la hinchazón al disminuir el flujo de sangre en el área. El frío adormece el área y ayuda a aliviar el dolor.

Puedes colocar una bolsa de hielo en el área lesionada durante 20 minutos, unas dos o tres veces por día durante los primeros días. Es aconsejable envolver la bolsa de hielo en un paño antes de colocarla en el área lesionada.

Analgésicos

Si el dolor no es grave, pero no cesa con el hielo, puedes tomar ibuprofeno o naproxeno para aliviar el dolor. El paracetamol también se puede tomar para el dolor en la mayoría de las personas.

Recuerda que antes de tomar cualquier medicamento es necesario consultar al médico para ser diagnosticado y conseguir la receta. No tomes más de la cantidad aconsejada en el envase o por el médico.

En el caso de que sea dolor muy intenso, es posible que necesites analgésicos (narcóticos) para mantener el dolor bajo control mientras se cura el moretón.

Precauciones a tener en cuenta

Si tienes una lesión de costilla, lo más adecuado es no descansar en la cama todo el día porque puede hacer que se acumule líquido en los pulmones. Trata de dormir en una posición semivertical cómoda durante las primeras noches. Para ello, puedes utilizar almohadas debajo del cuello y la parte superior de la espalda.

Evita actividades extenuantes como levantar objetos pesados, empujar o movimientos que causen dolor. Igualmente, ten cuidado durante las actividades, evitando golpear el área lesionada.

lesiones de costillas
Foto: Envato Elements

Después de un tiempo y a medida que el dolor disminuye, ya puedes retomar lentamente las actividades diarias normales.

Las lesiones de costillas más extremas de los deportistas

Existen muchos tipos de lesiones de costillas, siendo las más graves en los deportistas las siguientes:

Pecho flail

Es, sin duda, considerada la lesión más seria que se produce en las costillas. Esta sucede cuando tres o más costillas se rompen en zonas diferentes, generalmente tanto delante como detrás.

Cuando recibimos un fuerte impacto, las costillas dañadas se quedan colgando por la carne circundante. Se baten de un lado al otro frente al resto de la caja torácica.

El problema es que cuando se sufre esta lesión el movimiento natural de la caja torácica durante la respiración es inverso lo que quiere decir que cuando inhalamos, el área lesionada se hunde en lugar de levantarse hacia afuera.

Neumotórax

Se trata de un pulmón colapsado debido a cambios en la presión dentro del pecho. Generalmente esto es causado por una costilla rota que rasga el pulmón o una punción de la pared torácica.

En este caso, el inconveniente es que si la costilla daña al pulmón surgen dificultades para respirar, dolor constante en el pecho e incluso podemos llegar a toser sangre.

Esguince intercostal

Este es un dolor torácico que aparece cuando sufrimos una contusión o realizamos un sobreesfuerzo o falso movimiento.

El esguince intercostal tiene lugar cuando los ligamentos que unen a las costillas y que trabajan en conjunto con las vértebras, se quedan agarrotados formando un único bloque.  Ello provoca un fuerte dolor y parálisis. Además, tarda en curar entre 4 y 6 semanas.

En definitiva, las lesiones de costillas son más habituales de lo que parece. Tomar precauciones y seguir un tratamiento adecuado durante su curación es primordial para no prolongar el daño.

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