
Mantén a tu mecánico de bicis contento
El que tiene un buen mecánico de bicis cerca, tiene un tesoro, lo sabréis tan bien como yo. Por desgracia no todos tenemos conocimientos expertos de mecánica, y tener cerca alguien de confianza es fundamental. También es cierto que los mecánicos son un poco suyos -dicho finamente- y que si queremos tener una buena relación con ellos, necesaria para que un día clave nos saquen de un apuro, hemos de ponerles las cosas fáciles.
Qué hacer: Disfrutar de la conversación
Cuando vayas al mecánico, ve con tiempo. Son auténticas enciclopedias humanas de la bicicleta y les gusta una buena conversación sobre bicicletas más que a un tonto una piruleta, así que nada de ir, dejar la bici, y decir que te llame cuando la tenga arreglada. No. Reserva media horita de tu día, y disfruta de una buena charleta con él sobre nuevos componentes, cuadros, pruebas ciclistas, el último sprint de Sagan contra Cancellara.
Ya sabéis que la confianza se construye con el tiempo.
Qué no hacer: Buscar un trato especial
No dejes tu bicicleta un viernes por la tarde y pidas que te la tengan el sábado por la mañana. La mayoría de los mecánicos de bici, si son buenos, van desbordados de trabajo, así que no le fastidies la agenda. Además, si tu caso es de vida o muerte, ellos mismos se darán cuenta y se pondrán mano a la obra de propia iniciativa. Que son bastante listos :-)
Qué hacer: Mantén tu bicicleta limpia
Hay pocas cosas que odien más los mecánicos que trabajar en una bicicleta sucia y a la que su dueño no le dedica el tiempo que se merece. Así que si tienes que llevar la tuya a que te la pegue un repaso, dedícale un rato tú a eliminar los restos de la salida del fin de semana: cuadro limpio y cadena lubricada son básicos.
Qué no hacer: Pedirles que te enseñen parte de su trabajo en tu bicicleta
Esta es una de las razones básicas por las que la mayoría de los mecánicos tienen separada la parte de taller de la parte de tienda. Si están juntos, los pobres corren el riesgo de que todos estemos metiendo la cabeza para que, como si fuéramos jubilados delante de una obra, nos expliquen absolutamente todo.
Si quieres aprender mecánica, apúntate a un curso o a un clínic, que empieza a haber bastantes en la mayoría de las ciudades.
Y ni se te pase por la cabeza pedir una tarde de lecciones mecánicas gratuita.