
"Las convulsiones están bajo control y empiezo a sentirme bien"
A lo largo de los últimos años hay una pléyade de triatletas que han tenido que convivir con los dramas personales y el trauma físico: Tim O'Donnell sufrió un infarto mientras competía, Tim Don estuvo a punto de perder la movilidad por un accidente entrenando, y Matt Russell casi pierde la vida durante la disputa del Campeonato del Mundo de IRONMAN de 2017.
La de este último no ha sido, precisamente, una carrera profesional sencilla.
Matt Russell, una historia de superación
Pese a que cuenta con cuatro triunfos en IRONMAN, hasta quince podios y un sexto puesto en el Campeonato del Mundo de IRONMAN de 2018, la carrera de Matt Russell ha sido una constante pelea ante las adversidades.

Marcado por la enfermedad de su madre, a quien perdió a los quince años a causa de la enfermedad de Lou Gehrig -en cada meta que cruza le rinde homenaje emulando el blazeman roll de Jon Blaise-, además del terrible accidente en los últimos tiempos ha tenido que lidiar con convulsiones que le han impedido rendir al primer nivel.
Todo comenzó el pasado mes de marzo, cuando llegó el primer ataque: "nueve semanas después, tuve el segundo, y nueve días después, el tercero", escribía el pasado 21 de junio.
Aquello le redujo considerablemente la calidad de vida, e incluso le impidió conducir, por el peligro que suponía sufrir un nuevo ataque al volante.
"Me dejó destrozado, ya que no quería empezar a medicarme. Sin embargo, tuve que empezar a hacerlo y los primeros días fueron muy duros".

Pese a todo, fue capaz de apenas seis días después terminar quinto en IRONMAN Coeur d'Alene, donde la victoria fue a parar a Sam Long. "Hubo algunas cosas que me mantuvieron a flote: mi familia, obligarme a hacer ejercicio todos los días y saber que el Señor tiene más cosas reservadas para mí".
Las convulsiones continuaron, e incluso en la última de ellas llegó a fracturarse una costilla en la caída. "Junio ha sido el mes más duro de mi vida", llegó a escribir.
Pese a todo, siguió compitiendo, sexto en IRONMAN Lake Placid en julio, y décimo séptimo en en IRONMAN 70.3 California a finales de octubre.
Por ahora, recuperado
Han pasado seis meses desde entonces, y Matt comienza a ver la luz al final del tunel.
"2021 no fue el año que esperaba", ha escrito en su última publicación de Instagram, en la que hace balance de la temporada y de su estado físico, "pero estoy feliz de que al menos mis convulsiones están bajo control y comienzo a sentirme bien".
"Llego a 2022 con una actitud positiva", continúa. "En la vida no se crece sin adversidades".
"Los momentos difíciles de 2021 han llenado mi corazón para alimentar lo mejor de mí: la familia, el deporte, la salud, mi comunidad y Cristo son mis piezas centrales".