4 consejos para mejorar tu patada en natación (y que sirva realmente de algo)
Como en cualquier otro deporte, en triatlón hay muchos mitos, tanto a nivel de entrenamiento, como nutrición, como salud. Nosotros hemos hablado en más de una ocasión de ellos.
La natación, primera de las disciplinas, no iba a ser ajena, y también tiene los suyos.
Como por ejemplo cuando se dice que en nuestro deporte hay que patear lo menos posible mientras nadamos para no cansar las piernas.
Si bien es cierto que a primera vista puede parecer una buena estrategia, de cara a reservar las piernas para la bicicleta y la carrera a pie, existen varios factores que debes tomar en consideración.
Patear cansa, así que hay que hacerlo bien
Tengamos en cuenta una cosa: las piernas consumen entre el 60% y el 80% del oxígeno que utilizamos, incluso si la patada que damos es ligera, estimulamos nuestra respiración.
A esto hay que añadirle otro dato de varlo: el efecto de la patada en nuestra propulsión es relativo, ya que puede agregar desde un 5% de impulso a nuestra brazada, hasta un 30% en el mejor de los casos.
Sabiendo esto, hemos de ser lo más eficientes posibles, e incorporar ejercicios de técnica de patada a nuestra rutina de entrenamiento.

Al perfeccionar la patada proporcionarás una propulsión adicional, pero debes tener en cuenta que una técnica deficiente puede llegar a crear resistencia.
Asegurarte de que llevar los dedos de los pies puntiagudos, las rodillas rectas y siempre pensar que tu patada se ha de impulsar desde las caderas. En este sentido ya hemos hablado en otros artículos: la patada no se da solo con el pie o con el tobillo: se da con toda la pierna.
Si no cumples estas premisas, asume que estarás desperdiciando tu energía.
Una patada sólida, beneficiosa para la carrera a pie
En segundo lugar, tener una técnica de patada sólida te permitirá estirar los flexores de la cadera.
Estar metido en la bicicleta y luego abusar de los flexores de la cadera cuando corres puede llegar a crear una gran cantidad de tensión en el área de la cadera.

Así que si puedes patear con las piernas alargadas y relajadas estarás ayudando a estirarte, lo que en última instancia dará beneficio a todo tu régimen de entrenamiento general.
La natación, un calentamiento perfecto para el ciclismo
Para finalizar, durante una competición conviene que tengas calientes las piernas cuando subas a la bicicleta.
Si mantuvieras tus piernas quietas durante el segmento de natación, comenzarías a pedalear rígido y frío, sin apenas sensaciones. Así que el realizar una buena bici también es un motivo más para paetar mientras estamos en la natación.
¿Cuándo y cuánto hay que entrenar la patada?
Tomando en cuenta todo lo anterior, es recomendable que hagas de un 30 a 40% de tu entrenamiento en piscina con patada -ya sea utilizando la tabla, ya sea utilizando aletas-, y que dediques, de manera previa, un 10% del entrenamiento de técnica a la patada.