
Cómo perder el miedo a las bajadas en bici
¿Eres de esos que subes como un tiro pero luego tienes miedo en las bajadas y te empieza a pasar todo el mundo? ¿No consigues superar la tensión que te produce el miedo a caerte? Aunque a las bajadas siempre hay que tenerles mucho respeto, eso no significa que haya que tenerles miedo. Por eso, vamos a darte algunos consejos que seguro te ayudarán a ganar tiempo bajando, o al menos, a no seguir perdiendo más.
Se trata de algo tan sencillo como la ley de la gravedad: todo lo que sube, tiene que bajar. Pero esta sencilla ley natural hace que en bici la cosa se complique a veces e incluso llegue a aterrarnos. Un descenso escarpado en bici puede hacernos alcanzar velocidades que difícilmente podremos coger en condiciones normales y que requieren de templanza y experiencia a la hora de echar mano de los frenos.
"No hay nada más impactante que un accidente a alta velocidad", dice Scott Wilkinson, triatleta profesional. Pero también añade que el riesgo de accidentes y caídas puede reducirse drásticamente con entrenamiento y práctica.
Vamos a ver los consejos que nos da un profesional para bajar en bici:
Reconocimiento del terreno
Antes de cualquier prueba de las que consideras importantes, especialmente si el recorrido de bici tiene desnivel e incluye subidas y bajadas considerables, reconoce la ruta previamente.
Estúdiate la carretera lo mejor que puedas antes de la competición. Además de aportarte una idea general de dónde te has metido, te permitirá confirmar si la carretera por la que discurrirá el segmento ciclista es segura. Asegúrate de que la carretera esté limpia, de si hay grava suelta, esquinas estrechas, etc. Es decir, memoriza las zonas donde detectes el mínimo peligro que pudiera terminar en caída cuando se baja a gran velocidad.
Y si por alguna razón no pudieras hacer este reconocimiento, ya sea en bici o en coche los días previos, entonces tienes deberes pendientes. Wilkinson aconseja, al menos, echar un vistazo del recorrido online utilizando la función "street view" de Google Maps.

La posición del cuerpo la decides tú
El instinto será el que te indique cómo ir sentado sobre tu bici bajando, puede que sea en posición vertical o más acoplado a la bici. Pero considera siempre que las posiciones se pueden cambiar mientras bajas, no siempre tienen que ser iguales. Puedes bajar con las manos colocadas sobre las palancas de freno (en el caso de bicis de carretera) o bien sobre los acoples (en el caso de bicis de triatlón) para tener mayor control de la bici.
Mira siempre hacia adelante
Sí, ya sé que las vistas son preciosas por allí arriba, pero la vista y la atención tiene que ir siempre fijada en la carretera, y no distraerse por nada. Recuerda que al alcanzar mayor velocidad en las bajadas, la distancia y tiempo de frenado aumentan también en caso de que haya algún tipo de emergencia. Mantenerse siempre alerta y centrado en lo que está sucediendo en la carretera te permitirá responder rápidamente a cualquier tipo de imprevisto, ya sean piedras, tramos sucios, tráfico detenido o lo que nos podamos encontrar.
Si la bajada es de esas que nos gustan en los puertos, llenas de curvas en forma de herradura, será la cabeza la que indique la dirección a la que la bici debe ir. Para que me entiendas, gira tu cabeza y traza mentalmente hacia donde quieres ir, en lugar de mirar hacia un lado con los ojos. El movimiento cabeza y bici debe ir acompañado a la vez. La alineación del cuerpo permitirá a la bici seguir a tu vista.
Frenar está permitido
Cuanto más experiencia adquieras bajando, menos necesitarás frenar, dice Wilkinson. No obstante, nos recomienda usar los frenos la primera vez.
Si cuando estamos en plena bajada, empezamos a ponernos nerviosos, lo mejor es tocar suavemente los frenos hasta conseguir una velocidad en la que nos sintamos cómodos. A menos que estemos ante una situación de emergencia, evita un frenado brusco y rápido, ya que el riesgo de golpe y caída aumenta y además, los componentes del freno se desgastan mucho más rápido que si frenamos suavemente.
Utiliza todo el carril
Ir por el arcén cuando se baja a altas velocidades es algo muy peligroso. Eso de bajar con un coche pegado a un lado, y un despeñadero por otro, como que no mola nada, ¿verdad? Por eso, nuestra recomendación es que siempre que sea seguro hacerlo, utiliza todo el carril.
"Ya que se baja a bastante velocidad, cada centímetro de la carretera cuenta", dice Wilkinson. En bajadas serpenteantes con mucha curva y con poco tráfico, no pasa nada por ocupar todo el carril, puesto que es muy probable que alcancemos velocidades muy parecidas a las que llevan todos los coches".
El hecho de contar con todo el carril es muy importante a la hora de trazar en las curvas. Wilkinson aconseja a los ciclistas al bajar trazadas similares a las que hacemos cuando vamos en moto. Nos abrimos lo más que podemos al tomar la curva y nos acercamos al punto interior sin invadir el sentido contrario hasta salir a continuación por la parte exterior. Esta forma de trazar nos permitirá tomar la línea más recta en la curva, minimizando el riesgo de accidente cuando bajamos rápido.
Pinchazos
Un pinchazo bajando puede ser muy peligroso, sobre todo cuando vamos a mucha velocidad y notamos que la bici se mueve. Aquí la cabeza juega un papel fundamental para no perder la calma en ningún momento: "Mantén la calma y sigue rodando en línea recta si es posible. Para en cuanto puedas siempre que estés en un sitio seguro del resto de bicis y coches".
Ojo con el viento
Cortar el viento en una cuesta abajo es una cosa, pero encontrarte con el aire cruzado cuando bajas como un tiro es otra cosa bien diferente. Para minimizar el impacto de que te dé el aire por todas partes, se recomienda eliminar cualquier prenda que pueda causar el "efecto paracaídas".
Las ruedas de poco perfil ayudan bastante en la estabilidad de la bici, especialmente la rueda delantera. Tenlo siempre en cuenta o podrás pasarlo mal en algunas bajadas cuando sople el viento cruzado, hasta el punto de tener que bajarte de la bici para no caerte. Aparte de estos consejos, asegúrate de que tu maillot esté bien cerrado y no se salga nada de los bolsillos.
El entrenamiento hará el resto
Con el tiempo y la práctica los ciclistas más nerviosos y temerosos bajando pueden aprender a dominar esta técnica e incluso a disfrutar bajando. Además, cuanto más cómodos estemos bajando, hay una ventaja adicional: más velocidad.
Incluso en el pelotón profesional, hay claras diferencias cuando llega la hora de bajar. Todo depende muchas veces del riesgo que estés dispuesto a asumir, dice Wilkinson. "A medida que vayas adquiriendo experiencia, sabrás dónde están tus límites y verás como cada vez bajas menor y más rápido".
Fuente: triathlete.com
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