
Por qué deberías moverte más allá de tu entrenamiento, según Aitor Viribay
Mantenernos activos es una de las claves fundamentales para la salud y la condición física. Generalmente la recomendación es que se practique, por lo menos, media hora de ejercicio diario para mantener una buena salud.
Seguramente pienses que, si eres deportista habitual, con tus sesiones de entrenamiento es suficiente. ¿Y si te dijera que no es del todo cierto?
Muévete más allá de tu entrenamiento
Aitor Viribay, reputado nutricionista español, jefe de nutrición del equipo ciclista INEOS y responsable del proyecto Glu4 Science, ha compartido en su cuenta de Twitter su opinión con respecto a la actividad física diaria y el entrenamiento: “Ser deportista y entrenar no son excusas para dejar de caminar”, una reflexión que ha argumentado con tres puntos:
- Cuando un deportista entrena habitualmente, es metabólicamente saludable (perfecto en el caso de los atletas de élite) pero ¿qué pasará cuando dejes de entrenar? Los hábitos que cimientas ahora serán los que te mantendrán saludable en el futuro.
- Mover un músculo (contraerlo) es un estímulo. El entrenamiento sirve para mejorar las capacidades y optimizar las adaptaciones, pero a la hora de la verdad el músculo no distingue entre el movimiento que realiza en una acción cotidiana del entrenamiento, solo entiende que debe contraerse. Cuanto más te muevas, mejores adaptaciones tendrás.
- El descanso es importante, de hecho, es una parte importante del entrenamiento y de la adaptación. El punto está en ser funcional, establecer una serie de hábitos que nos hagan personas saludables en el futuro.
Una rutina de entrenamiento desde luego es positiva, cuanto más ejercicio seamos capaces de hacer, mejor será nuestra condición física y nuestra salud, sumando años (de calidad) a nuestra vida.

¿Cómo podemos añadir actividad diaria a nuestra vida?
Para mucha gente es complicado encontrar un momento para llevar a cabo su rutina de entrenamiento o saca el tiempo justo para poder ir una hora al gimnasio. Podemos pensar que no tenemos forma de hacer una buena actividad física diaria, pero hay formas de conseguirlo:
- Lo primero es tomar conciencia de que llevamos mucho tiempo parados: el sedentarismo es cada vez más habitual en nuestra sociedad y tendemos a perder la noción del tiempo cuando nos tumbamos en el sofá. Debemos ser conscientes de que ya es momento de estirar un poco las piernas.
- Menos trasnochar y más madrugar: cuando alargamos la hora de acostarnos, generalmente llevamos a cabo malos hábitos, además de la falta de sueño que ya es un mal hábito en sí mismo. Si dormimos las horas que necesitamos a las horas que debemos seremos capaces de despertarnos un poco antes y salir a caminar o a correr un poco, incluso realizar una rutina de estiramientos es algo muy positivo que puedes hacer.
- Recorre más distancia a pie: aparca el coche un poco más lejos de la entrada y camina hasta el trabajo o hasta el centro comercial, desde luego que si no hay mucha distancia entre tu casa y tu lugar de trabajo lo mejor es que camines en lugar de conducir, además, el ascensor para ti ha dejado de existir (excepto en casos evidentes, no hace falta que subas cada poco tiempo 11 pisos) pero si puedes subir hasta un piso que esté por debajo de tu destino y subas unos cuantos tramos de escaleras.

En definitiva, cualquier actividad que suponga mover el cuerpo es mejor que quedarse tumbado en el sofá toda la tarde, disfruta de las horas de sol, sal a pasear, entra en contacto con la naturaleza y vivirás una vida de calidad.