Por qué no hay que entrenar los días de resaca
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Por qué no hay que entrenar los días de resaca

Probablemente todos nos hemos despertado alguna vez con la cabeza a punto de estallar en una cama ajena, o en la nuestra, con o sin un desconocido al lado de cuyo nombre ni nos acordamos. La resaca es una de las causas más frecuentes de absentismo laboral en EEUU, provocando pérdidas de más de 160 mil millones de dólares. También es la causa más frecuente de dolor de cabeza en el mundo, sobrepasando los procesos febriles. Aunque la ciencia conoce a la perfección la fisiopatología de la intoxicación etílica aguda -léase borrachera- poco sabe de la resaca. Se conocen las alteraciones fisiológicas que tienen lugar en el organismo pero no el porqué se producen. El alcohol en si no es el agente directo dado que la resaca se inicia cuando los niveles de etanol en sangre ya son indetectables. No obstante, es necesario haber tomado alcohol y sobrepasado un nivel en sangre de 0,1 las horas previas y ninguna otra sustancia es capaz de reproducir los mismas alteraciones al día siguiente.

Hoy hablaremos sobre lo que sabe la ciencia a cerca de la resaca, lo cual nos permitirá desmontar todos los falsos mitos que la rodean al respecto del deporte. Ya aviso que probablemente todo lo que has oído hasta ahora es falso.

La resaca, cuyo término médico es veisalgia, se define como la constelación de síntomas que tienen lugar tras una ingesta de alcohol excesiva o a la cual el organismo no está acostumbrado. Los síntomas por orden de frecuencia son el dolor de cabeza, la diarrea y dispepsia (mal estar estomacal, ardor), ausencia de apetito, temblor, fatiga y náuseas. Para afirmar que existe resaca, son necesarios al menos dos de los síntomas mencionados y que sean suficientemente importantes como para interferir en la actividad del individuo. Hay muchos otros síntomas, todos igual de “agradables”. La boca seca, la sensación de sueño y de tener la cabeza abotargada son también muy frecuentes.

Los pocos estudios que hay que son a partir de los años setenta, han podido demostrar que existen alteraciones metabólicas, endocrinas e inmunológicas en el organismo. Los agentes causantes no se conocen. Se postula que el acetaldehído, un metabolito del etanol muy tóxico, puede tener algún papel aunque también desaparece rápidamente de la sangre. También se ha relacionado la resaca con los aditivos que se utilizan para dar color y sabor a las bebidas alcohólicas, cuanto más colorida y sabrosa es la bebida, más resaca genera. En cualquier caso no se conoce con exactitud cuales ni con qué mecanismos los aditivos, el acetaldehído y todos los posibles metabolitos que se generan al estar borracho provocan los cambios fisiológicos de la resaca.

Alteraciones metabólicas y hormonales de la resaca

La borrachera conduce a una situación de deshidratación que pasa factura el día después. La hormona llamada vasopresina o antidiurética  es la encargada de regular la cantidad de agua y electrolitos que se excretan por la orina a cada momento inhibiendo la filtración excesiva a nivel de los riñones y haciendo que ésta se adecue al estado de hidratación del organismo. Sin esta hormona, orinaríamos cantidades astronómicas de agua e iones sin freno alguno y quedaríamos secos como pasas. El alcohol inhibe la síntesis y el efecto de esta hormona a nivel de los riñones provocando que orinemos mucho más de lo que realmente deberíamos.  Esta deshidratación explica la boca seca y la sed que tenemos el día de la resaca.

Durante la borrachera y la resaca existe una tendencia a la hipoglucemia. La bajada de los niveles de glucosa en sangre conduce a la utilización de las grasas y proteínas como fuente de energía, proceso que genera cuerpos cetónicos. La cetosis provoca descenso del PH de la sangre.  La acidosis, a su vez, dificulta el transporte de oxigeno a los tejidos lo que entorpece más el metabolismo celular. Las neuronas y las células musculares son especialmente sensibles a estos efectos, necesitan de la glucosa y, en situación de cetosis y acidosis, no trabajan bien.  Esto puede explicar la fatiga muscular y la sensación de sueño y de poca fluidez mental.

También aumentan los niveles de otras hormonas (renina, angiotensina y aldosterona) que contribuyen a la acidosis metabólica y provocan cambios cardiovasculares como el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que supone una sobrecarga para nuestro corazón. Los eventos cardiovasculares aumentan durante la resaca.

Alteraciones digestivas

A nivel del tracto digestivo, disminuye la cantidad de moco que lo recubre y lo protege y se reduce el pH del estómago, dando lugar a una gastroenteritis lo que causa la dispepsia, la diarrea y todo el compendio de molestias digestivas de la resaca.

Alteraciones inmunológicas

Durante la resaca, por motivos desconocidos, existe una elevación de los factores y proteínas  inmunológicas que se elevan en los procesos febriles y que dan lugar a mal estado general, dolor articular generalizado y fatiga, los síntomas típicos de  los procesos gripales.

cerveza
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¿Es bueno entrenar con resaca?

No y rotundamente no. Hemos dicho que la resaca implica un estado de deshidratación mas o menos importante. Pues ya tienes la primera razón para no entrenar. Ni tampoco ir a la sauna. Aquello de que “sudar ayuda a eliminar el alcohol” es falso. Sudando no eliminas alcohol, toxinas ni grasa ni nada más que agua y electrolitos, nada recomendable si estas deshidratado. La hipoglucemia, la cetoacidosis y el transporte deficitario de oxígeno a los tejidos tampoco son un buen escenario para entrenar. Si estando en reposo el metabolismo ya tiende a ser auto-catabólico, solo falta salir a correr para acabarlo de “arreglar”. Por ende, en un medio ácido, el riesgo de microroturas y lesiones musculares y tendinosas aumenta.

Si todavía no tienes suficiente, hay más. Hemos dicho que la resaca implica cambios cardiovasculares como aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. El ejercicio va a suponer una sobrecarga añadida.

Y no nos olvidemos del tracto digestivo. El ejercicio provoca que el flujo sanguíneo se desvíe del tracto gastrointestinal para ir a los músculos y corazón. Si partimos de un tubo digestivo fastidiado por el alcohol, hacer ejercicio va a ser la bomba para el estómago.

Otros mitos sobre la resaca

“El café es lo mejor y lo primero para aliviar la resaca”.

Ni hablar!!! La gente lo toma nada más levantarse después de una noche loca porque es un estimulante del sistema nervioso central, alivia la sensación de sueño y aumenta la fluidez mental que tan mermada ha quedado.  Pero el café tiene efecto diurético, aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial, efectos que ya llevamos encima por el alcohol y la resaca. Además es una bomba de relojería para un tracto gastrointestinal irritado y aumenta el dolor de cabeza.

“Las comidas grasientas y pesadas hacen que el alcohol suba menos a la cabeza y alivia la resaca”.

Es cierto que las comidas copiosas de difícil digestión combinadas con el alcohol hacen que éste se absorva más lentamente, que los niveles en sangre no lleguen a un pico tan alto y por lo tanto que la borrachera sea menor y en consecuencia, la resaca también. No obstante, cuando ya te has emborrachado y tienes resaca, comer empanadillas fritas y canelones no te ayudará. En el mejor de los casos, la comilona estará dando vueltas por el estómago y te acompañará durante toda la resaca, eso si no sale por el mismo sitio que ha entrado.

alcohol y deporte

“Beber leche alivia los síntomas de la resaca”.

Es cierto que la leche aumenta el PH del estómago y puede aliviar el ardor. No obstante, es un alimento de difícil digestión y, al igual que las comidas copiosas, puedes tenerlo dando vueltas por tu estómago horas y horas. Además, hay un porcentaje alto de la población con un grado leve de intolerancia a la lactosa que no se manifiesta en circunstancias normales pero puede hacerlo cuando el tubo digestivo está debilitado por la razón que sea. Para estos, beber leche durante una resaca puede convertirse en un infierno de cuarto de baño.

“Las mezclas suben más a la cabeza”.

Ya hemos dicho que los aditivos que dan color y sabor a las bebidas generan resacas más fuertes que las bebidas blancas. Cuando mezclamos muchos tipos de bebidas estamos ingiriendo muchos y diferentes tipos de aditivos, motivo por el cual la resaca va a ser peor aunque la borrachera sea la misma. La ginebra y las bebidas blancas emborrachan por igual que mezclar bebidas coloridas pero la resaca del día después es más llevadera.

“ Comer y beber dulces alivia la resaca”.

A pesar de que la borrachera y la resaca asocian bajos niveles de glucosa en sangre, beber y comer dulces no sirve de nada. Si eso fuera cierto la solución sería emborracharse a base de cócteles dulzones y eso ya sabemos que no funciona.

“Tomar una copa en plena resaca alivia sus síntomas”.

Esta es la estupidez que se lleva la palma. Proviene de una teoría que afirma que la resaca es un síndrome de abstinencia transitorio, lo cual, a parte de falso, es una barbaridad. Un síndrome de abstinencia es una enfermedad muy grave, con una base psicopatológica y que, para que tenga lugar, requiere la retirada de una sustancia a la cual tenemos dependencia física y psíquica. Nada que ver con la borrachera y resaca puntuales que cualquiera de nosotros pueda tener. Además, las alteraciones metabólicas y síntomas de la resaca no tienen nada que ver con las que acompañan a la abstinencia.

“Emborracharse mata neuronas”.

Si esto fuera cierto, el mundo tendría un serio problema de desarrollo intelectual. Una borrachera puntual, por más fuerte que sea, no mata ni una neurona. Al día siguiente puede que estés en un estado mental lamentable y parezcas lerdo e incluso puede que no te acuerdes de nada,  pero es un estado transitorio y en ningún caso se debe a que el alcohol se haya cargado tu sustancia gris. La auténtica verdad de este mito es que el consumo crónico de alcohol en cantidades superiores a las recomendables, el alcoholismo crónico, acelera la degeneración cerebral y aumenta la probabilidad de sufrir demencia Alzheimer y de cualquier tipo.  Las amnesias, la poca fluidez mental y los síntomas relacionados que tenemos durante la resaca no se deben a muerte neuronal.

En cuanto a los medicamentos que pueden ayudar a pasar una resaca más llevadera, el ibuprofeno y los antinflamatorios alivian algunos de los síntomas, sobretodo el dolor de cabeza. Las sales de fruta y antiácidos ayudan a mitigar el ardor de estómago. Pero ningún medicamento alivia el mareo, las náuseas, la fatiga y el terrible malestar global de la resaca.

No existe ningún remedio infalible ni falible ni de ningún tipo para la resaca. Así que, o bebes con moderación o te aguantas y la sufres en silencio. Olvídate del café,  la leche, y las comilonas. Come ligero y bebe agua o isotónica sin discreción. Y ni se te ocurra salir a entrenar para limpiar tu conciencia de los excesos. Búscate otra forma de hacer penitencia por los pecados de la noche anterior.

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