¿Nos estamos volviendo locos con los gastos en triatlón?

Imagino que la mayoría de vosotros habréis leído ya la noticia más viralizada en los últimos días sobre el divorcio que le pidió una mujer a su marido tras comprarse una nueva bici de 11.000 euros.  

Y por lo visto, la llegada de la cabra a la familia debió ser solo la gota que colmó el vaso de la media y larga distancia, porque además de añadirle toda suerte de extras para hacer su máquina “tope de gama”, el susodicho triatleta gastaba la no menos despreciable cantidad de 20.000 euros anuales en triatlón (en cálculos de la mujer, nos falta escuchar la versión del marido).

Y es que esto debe hacernos reflexionar un poco y no tomarnos el tema con tanto humor y con tanta ironía como algunas veces hacemos diciendo aquello de: “de un divorcio se sale, de una mala temporada con un hierro, no”.

¿Sabes cuál fue el salario medio en España en 2015? Pues fue de 26.259€ al año, es decir, 2.188 euros al mes, si hacemos el cálculo suponiendo 12 pagas iguales. Ya sé que cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas, y sus preferencias y sus razones que no tiene que compartir con nadie. Y yo ahí no me meto. Solo creo que no está de más poner de manifiesto que hay situaciones en las que el presupuesto, esfuerzo, tiempo y sacrificio familiar que se le dedica a este deporte está desequilibrado. Y cuanto antes te des cuenta y pongas el triatlón en el sitio que le corresponde, más disfrutarás tú y tu familia.

Si  hace unas semanas Iván Raña y Martín Fiz ponían algo de cordura en la fiebre del running, ahora también es momento de poner una cierta lógica y sentido común en el gasto del triatleta medio.

El boom del triatlón en España tiene su consecuencia inmediata en la industria de material deportivo.

En 2015, el triatlón movía ya más de 160 millones de euros al año en la compra de equipamiento para entrenamiento y competición, según Tuvalum.

Un triatleta gasta de media 1.600 euros, una cifra que se dispara hasta los 6.000 euros por temporada para el 25% de los federados, según la misma fuente. Y de ahí hasta los 20.000 de nuestro amigo de la cabra hay un mundo, la verdad.

¿Te has parado a pensar el dinero que te gastas al año entre material, equipaciones, entrenadores, cuotas de club y federación, nutricionistas, fisioterapeutas, inscripciones, viajes…? Y eso que solo eres un aficionado. Pues precisamente por eso, porque eres un aficionado, deberías pararte a pensar si el gasto que estás haciendo al año es acorde a tu nivel de ingresos. De esta forma, se evitarían situaciones como las que contaba el artículo.

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