
300.000 metros de desnivel acumulado: la última de Pello Osoro
Completar todas las etapas de la Gran Canaria Bike Week es, cuando menos, una tarea exigente, al alcance de muy pocos deportistas: ocho etapas, más de 600 kilómetros recorridos y más de 11.000 metros de desnivel acumulado.
Uno de los pocos que ha cumplido con todas y cada una de las jornadas, ocho en total, ha sido Pello Osoro.
Además lo ha hecho con dos etapas, la cuarta y quinta, en las que no simplemente consistía en rodar: el miércoles se hacía con la cronoescalada a Barranco Andrés, y el jueves era el primero en alcanzar la ascensión al Pico de las Nieves, uno de los puertos más exigentes de Europa.
Aunque en esta edición se ha suprimido el tramo entre Pasadilla y Cazadores, con cuatro kilómetros por encima del 12% el resto al que se enfrentan los participantes es de envergadura: más de 25 kilómetros de ascensión: desde nivel del mar hasta prácticamente los 2.000 metros de altura.
300.000 metros de desnivel positivo
Completar la Gran Canaria Bike Week no es más que una semana "normal de entrenamientos" en el año de Pello Osoro, que limitado como ha estado por las lesiones, se ha centrado en entrenar todo lo que el cuerpo le permitía.

No en vano, hay un dato que corrobora el volumen que el de Eibar llega a acumular a lo largo del día a día: con la última etapa de hoy, que transcurría entre Maspalomas y Taurito -y vuelta-, ha superado los 300.000 metros de desnivel acumulado en toda la temporada.
Esto supone una media de más de 6.000 metros de desnivel acumulado semanales.
En total, según los datos de Strava, Pello acumula 22.800 kilómetros recorridos a lo largo de 417 recorridos en bicicleta.
Lo más sorprendente de todo, es que a 31 de diciembre cerrará con datos "peores" que en 2020, cuando superó los 458.000 metros.

Una temporada "peor" que 2020
El contexto de la temporada pasada es totalmente distinto, también es cierto: en el confinamiento vivimos al de Orbea enfrentarse a Everestings virtuales, participar en infinidad de retos de Zwift, y llegar a acumular más de mil kilómetros de rodillo en menos de una semana.
Además, como comentábamos, pese a que este año ha podido ya entrenar en exterior, se ha visto muy limitado por las lesiones: más de tres meses en el dique seco en el que apenas pudo caminar con muletas y hacer trabajo de fuerza en casa.
Aunque el pronóstico inicial hablaba de seis meses parado, se pudo recuperar en menos tiempo e incluso llegar a competir: en Ibiza volvía a reencontrarse con el podio y en el Campeonato de España de triatlón cross, con la victoria.