Periostitis y running: ¿dónde puede surgir?
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Periostitis y running: ¿dónde puede surgir?

La periostitis es una inflamación del periostio, que es una capa de tejido que cubre los huesos. Esta condición puede afectar a cualquier hueso del cuerpo que tenga periostio, por lo que en teoría puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.

Sin embargo, en los runners (personas que practican running o carrera de larga distancia) es más común que se presente en las extremidades inferiores, especialmente en la tibia (hueso de la pierna) o en el húmero (hueso del brazo). Esto se debe a que durante la carrera, estos huesos sufren una gran cantidad de impacto y presión repetitiva, lo que puede contribuir a la aparición de periostitis en esas áreas.

periostitis tibial
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También es posible que los runners puedan desarrollar periostitis en otras partes del cuerpo, como en el esternón (hueso del pecho) o en la cadera, aunque esto es menos común. En general, cualquier hueso que esté expuesto a un sobreesfuerzo repetitivo puede desarrollar periostitis.

Vamos a ver cada una de ellas con un poco de detalle:

Periostitis tibial

Aunque ya hicimos un largo artículo sobre la periostitis tibial hace tiempo, e incluso JuanP Vázquez le dedicó un extenso vídeo, vamos a hablar por encima de ella.

Sin duda es la más común de las periostitis, y por desgracia gran número de runners la sufren. Sus causas son variadas:

  • Realizar actividades físicas o deportes de impacto, como correr o saltar, con una técnica incorrecta o sin haberse calentado adecuadamente.
  • Cambios bruscos en la intensidad o la duración de la actividad física, lo que puede provocar un sobreesfuerzo en la tibia.
  • Lesiones o traumatismos en la tibia, como un esguince o una fractura, que pueden afectar el periostio y provocar inflamación.
  • Problemas de pronación o de movilidad en los pies, como pies planos o cavos, que pueden aumentar la presión en la tibia y contribuir a la aparición de periostitis.
  • Cualquier otra condición que afecte la salud ósea, como la osteoporosis o la artritis, puede aumentar el riesgo de desarrollar periostitis tibial.

En general, la periostitis tibial se produce como respuesta a un estímulo repetitivo que afecta el periostio de la tibia, lo que provoca inflamación y dolor.

periostitis running
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Periostitis del húmero

Aunque es mucho menos habitual que la tibial, el húmero también puede sufrir inflamación del periostio. Se da porque, al correr, realizamos también un sobresfuerzo repetitivo en la zona.

Algunas de las posibles causas de periostitis en el húmero en los runners son:

  • Realizar movimientos bruscos o inadecuados con los brazos mientras se corre, como levantarlos en exceso o golpearlos contra el cuerpo.
  • Cambios bruscos en la intensidad o la duración de la actividad física, lo que puede provocar un sobreesfuerzo en el húmero.
  • Lesiones o traumatismos en el húmero, como una luxación o una fractura, que pueden afectar el periostio y provocar inflamación.
  • Problemas de postura o de movilidad en los brazos, como una mala técnica de carrera o una mala posición de los hombros, que pueden aumentar la presión en el húmero y contribuir a la aparición de periostitis.

Como en el caso de la tibial, es importante trabajar la técnica de carrera, y que los brazos vayan lo más ligeros posibles -y al mismo tiempo nos ayuden a impulsarse.

Periostitis de otras partes del cuerpo

También es posible que los runners puedan desarrollar periostitis en otras partes del cuerpo, como en el esternón (hueso del pecho) o en la cadera, aunque esto es menos común. En general, cualquier hueso que esté expuesto a un sobreesfuerzo repetitivo puede desarrollar periostitis.

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