
Pilares fundamentales: El desayuno
Estamos cansado de oírlo, el desayuno es la comida más importante del día. Pero es que a nosotros los triatletas, amos y señores del sueño y el cansancio, no nos cuesta hacer un "sacrificio" y librarnos de esa primera comida por tan solo unos minutos más de placer en la cama. Vamos como locos por la vida, haciendo magia con los horarios y nuestras obligaciones y a veces preferimos el calor de la manta a tener que salir de ella para meterse en la cocina. Nos da pánico saltar del catre y tras posponer la alarma varias veces y enfrentarnos a una carrera para llevar los niños al cole, sacar a pasear el perro, irnos a currar y en medio de todo eso intentar sacar un hueco para entrenar, lo primero que sacrificamos es nuestra alimentación (“ya me tomo un café luego”, muy típico).
Dentro de esto lo menos malo es que habrá días en los que hábitos así tendrán un menor impacto en nuestro entrenamiento. Pero hay una parte mala en la que habrá otros días en los que la falta de una alimentación correcta será un gran obstáculo para conseguir un entreno eficaz. Cuando hacemos malabares para adaptar nuestras sesiones de entreno a nuestros horarios laborales y familiares intentamos sacar el mayor partido posible y en esta búsqueda de maximización juega un papel fundamental el abastecimiento de combustible.
Es importante, más allá de salir a acumular kilómetros, tener un objetivo específico para cada uno de nuestros entrenos. Está muy bien eso de “yo salgo a disfrutar”, “paso de mirar el reloj”, pero si nos hemos planteado objetivos esta temporada deberemos realizar entrenos específicos orientados a la consecución de dichas metas. Partiendo de esta base deberíamos tener claro que si cada entrenamiento va a ser diferente nuestra alimentación pre-entreno puede –o incluso debe– ser diferente.
Debemos tener clara una cosa: salir con el estómago vacío, deshidratado y con nuestras reservas de glucógeno por los suelos nunca puede ser una opción. Podemos hacer dos diferenciaciones de alimentación pre-entreno por la mañana basadas en el tipo de sesión:
Días fáciles
El descanso y la recuperación son pilar de este tipo de entrenamiento, por eso son con estas sesiones con las que nos podemos permitir algo más de tiempo en la cama antes despertarnos para el desayuno. Bastará con un desayuno rápido y ligero antes de un entreno corto y fácil.
Días de velocidad o entrenamientos largos
Para estas sesiones a las que ya es difícil de enfrentarse de por si, es primordial una correcta alimentación así como una buena hidratación antes de ponerse manos a la obra. Principalmente en aquellos entrenamientos destinados a trabajar el agotamiento de glucógeno con la intención de hacer el cuerpo más eficiente para usar la grasa como combustible. Debemos tener claro que en este tipo de entrenamientos el 60% de calorías que usará nuestro organismo serás carbohidratos, el resto será un 20% de proteína y otro 20% de grasa. Por eso mismo es importante una buena ingesta de carbohidratos previa, ya que estos nos ayudaran a conseguir la energía necesaria. Por su parte la proteína y la grasa serán también muy necesarias cuanto más largo y físicamente exigente se vuelva el entreno.
Cada cuerpo es diferente, así que tomate tu tiempo para encontrar que funciona mejor para ti y cuál es tu momento exacto para una buena alimentación pre-entreno. Con una buena planificación nutricional verás rápidamente los beneficios sobre todo en cuanto a la mejor recuperación de tu cuerpo tras entrenamientos duros y exigentes.
Fuente original: trainingpeaks