
Por qué el "hambre de proteínas" nos hace más gordos
Cada vez hay más evidencia científica que señala los alimentos altamente procesados como una de las principales causas del aumento de la tasa de obesidad. De hecho, la sustitución calórica de proteínas de calidad por ultraprocesados poco nutritivos está relacionado con muchos otros problemas de salud.
Pero ¿sabías que cuanto más disminuyas tu consumo de proteínas más probable será que ganes peso? A lo largo de este artículo te contaremos cómo afecta a tu salud y composición corporal la falta de proteína.
Los ultraprocesados generan antojo
Un estudio de Amanda Gretch et al. (2022) afirmó que el aumento del consumo de comida altamente procesada diluía el consumo de proteínas y aumentaba el riesgo de tener sobrepeso o de padecer enfermedades crónicas.
Esto ocurre debido a que el cuerpo come para satisfacer un objetivo de proteínas, pero como los alimentos presentan cada vez menos proteínas en su composición nutricional, el organismo busca suplirlo comiendo más para alcanzar ese nivel de proteínas, lo que implica directamente un mayor consumo calórico.

Es decir, nuestros organismos de manera automática tienen una predisposición para tener más apetito de proteínas que de carbohidratos o grasas, lo que significa que si no le proporcionamos la cantidad de proteínas que necesita, buscará consumir todas las calorías que hagan falta para llegar a esa saciedad, independientemente de la cantidad de carbohidratos o grasas este ingiriendo.
Las proteínas son esenciales para una buena salud
En la Universidad de Sydney analizaron una serie de datos sobre actividad física y nutrición en mas de 9 mil adultos. Descubrieron que las proteínas suponían únicamente un 18,4% del total de calorías consumidas, frente a un 43,5% de carbohidratos y un 30,9% de grasas.
A su vez, reafirmaron la hipótesis del apalancamiento de proteínas, ya que aquellos que consumieron cantidades más bajas de proteínas en su primera ingesta consumieron una mayor número de calorías en sus siguientes comidas.
Mientras que los que siguieron la cantidad de proteínas recomendada redujeron su ingesta total a lo largo del día. Esto también es debido a que las proteínas tienen un factor saciante en nuestro apetito.

Efectos en el organismo
Como ya hemos visto, la falta de proteínas causa un mayor apetito y por consiguiente una mayor ingesta de calorías. Esto provoca que sin darnos cuenta nos pasemos de nuestra tasa metabólica basal, pudiendo aumentar de peso, pero no es todo.
Cuando al organismo le faltan proteínas, consume parte de nuestra masa muscular, que sumado a un aumento de peso nos aporta un gran problema en cuanto a nuestra composición corporal se refiere.
A su vez, debilita el sistema inmune, el cardiaco y el respiratorio, lo que nos hace mas propensos a contraer enfermedades y nos sentiremos mal y fatigados con mucha más frecuencia.
Por tanto, es muy importante tener en cuenta que las proteínas son uno de los macronutrientes más importantes en nuestra alimentación y cuyo consumo no debemos descuidar. La clave para ello es buscar una dieta equilibrada, que nos permita consumir la cantidad de proteínas necesarias sin pasarnos con las grasas o los carbohidratos.