
¿Por qué va la ciencia por detrás de los entrenadores, y no al revés?
Steve Magness, entrenador y escritor, ha generado un gran debate en la comunidad deportiva con uno de sus últimos hilos de Twitter en el que afirma que "en el mundo del ejercicio, la ciencia y la investigación suelen estar entre diez y veinte años años por detrás de lo que los mejores entrenadores están haciendo".
Aunque algunos podrían interpretar esta afirmación como una crítica a la investigación científica en el deporte, Magness aclara que su intención no es minimizar la importancia de ésta. Según él, "el trabajo de la investigación es principalmente validar y explicar por qué algo funciona. Raramente es el innovador o la mejor prescripción".
Entonces, ¿cómo encajan la ciencia y la experiencia práctica en el entrenamiento deportivo? En este artículo, exploraremos la opinión de Magness sobre este tema y veremos cómo la ciencia ha validado y mejorado los métodos innovadores de entrenadores famosos a lo largo de la historia.
La ciencia detrás del entrenamiento
Es cierto que la investigación científica en el deporte puede tardar varios años en dar resultados y ser aplicada en la práctica.
Sin embargo, esto no significa que la ciencia no tenga un papel importante en el entrenamiento deportivo. Según el entrenador y científico del deporte, Dr. Daniel Plews, quién está detrás de la preparación de Javier Gómez Noya y Pablo Dapena, "la ciencia permite refinar lo que se hace en el mundo real".

En palabras de Magness, "la comprensión de por qué y cómo algo funciona ayuda a los entrenadores a optimizar". Por ejemplo, el estudio "The 80/20 Rule in Sport" (Seiler, 2010) observó que los entrenadores de élite dicen a sus atletas que reduzcan la intensidad de sus entrenamientos en un 20%. Este estudio ha sido utilizado para justificar la importancia del entrenamiento a baja intensidad en el desarrollo de la resistencia aeróbica.
La ciencia también ha ayudado a los entrenadores a entender cómo mejorar la técnica en deportes como el salto de altura, donde la investigación sobre la biomecánica ha explicado los principios detrás del innovador método del "Fosbury flop" utilizado por el atleta Dick Fosbury y que revolucionó el salto de altura.
¿Por qué son tan innovadores determinados entrenadores?
A lo largo de la historia, ha habido varios entrenadores innovadores que han introducido métodos de entrenamiento nunca antes vistos. Según Magness, "Lydiard innovó el entrenamiento aeróbico prolongado. Peter Snell se convirtió en fisiólogo y lo validó", y "Cerutty innovó el entrenamiento de fuerza pesada para atletas de resistencia. Tomó hasta la década de 1990-2000 para que la investigación alcanzara".
Un ejemplo más reciente es el entrenador francés, Pierre-Arnaud Décamps, conocido como "Canova" quien innovó en el entrenamiento por alteraciones. La investigación sobre el "shuttle láctico" ha validado el enfoque de Canova en el desarrollo de la capacidad metabólica.
Magness también menciona al entrenador húngaro, Mihaly Igloi, quien introdujo el uso de intervalos para el desarrollo aeróbico en la década de 1950. En la decada de los noventa Veronique Billat, investigadora, lo corroboró en sus estudios.
Cómo la investigación ayuda a los entrenadores a optimizar y mejorar
Aunque la ciencia puede estar detrás de lo que los entrenadores están haciendo en la práctica, esto no significa que debamos desestimar su importancia. Según Magness, "el punto no es desestimar la ciencia. Hace que el entrenamiento y la preparación sean mejores. Nos ayuda a mejorar el entrenamiento que Lydiard, Canova, Sang, etc. innovaron".
La investigación científica puede ayudar a los entrenadores a entender cómo mejorar la técnica, optimizar el entrenamiento y prevenir lesiones.
En palabras del ahora defenestrado Alberto Salazar, "la ciencia es una herramienta muy valiosa para el entrenador. Te permite entender el cuerpo humano y cómo funciona para poder sacar el máximo rendimiento de tus atletas".
En las últimas dos décadas, ha habido varios avances en la investigación científica relacionados con el deporte de resistencia que han ayudado a los entrenadores a mejorar el entrenamiento. Algunos ejemplos incluyen:
El estudio "The Impact of High-Intensity Interval Training on Cardiometabolic Health: A Systematic Review and Meta-Analysis of Intervention Studies" (Gibala et al., 2019), que encontró que el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) es tan efectivo como el entrenamiento continuo de baja intensidad en mejorar la salud cardiometabólica. Esto ha llevado a un aumento en el uso del HIIT en el entrenamiento de resistencia.

La investigación sobre el "entrenamiento de polarización" (TP), que ha encontrado que una mayor proporción de entrenamiento a baja intensidad en relación con el entrenamiento a alta intensidad, es más efectiva para mejorar el rendimiento en deportes de resistencia (Esteve-Lanao et al., 2007). Este enfoque ha sido adoptado por varios entrenadores de élite en el mundo del atletismo y el ciclismo.
El estudio "Quantifying the training-induced human skeletal muscle adaptations" (Wernbom et al., 2007) que encontró que el entrenamiento de fuerza es esencial para mejorar el rendimiento de resistencia, ya que ayuda a aumentar la capacidad de los músculos para utilizar el oxígeno. Esto ha llevado a un aumento en el uso del entrenamiento de fuerza en el entrenamiento de resistencia.
La investigación sobre la "periodización del entrenamiento" (PT) que ha encontrado que programar el entrenamiento de manera estratégica en ciclos, es más efectivo para mejorar el rendimiento en deportes de resistencia (Issurin, 2008). Esto ha llevado a la adopción de enfoques de PT en el entrenamiento de atletas de resistencia.
La necesidad de un equilibrio entre la ciencia y la práctica en el entrenamiento deportivo
En resumen, la opinión de Steve Magness sobre la relación entre la ciencia y la práctica en el entrenamiento deportivo es que ambas son importantes. Aunque la ciencia puede estar detrás de lo que los entrenadores están haciendo en la práctica, esto no significa que debamos desestimar su importancia. La investigación científica puede ayudar a los entrenadores a entender cómo mejorar la técnica, optimizar el entrenamiento y prevenir lesiones.
En palabras de Magness, "el entrenador es el que innova y la ciencia es la que lo explica y lo valida. Ambos son necesarios para mejorar en el entrenamiento". Es importante tener en cuenta que la ciencia y la práctica deben trabajar juntas, en lugar de enfrentarse entre sí, para lograr el mejor resultado para los atletas.