
Preparación mental para el día de competición: qué hacer (y qué no)
La preparación mental para la competición es igual de importante como el acondicionamiento físico para un evento exigente como puede ser un maratón o un IRONMAN. En multitud de ocasiones, la mente juega malas pasadas, ya que la desmotivación de no ver el final de la prueba cerca envía mensajes al resto del cuerpo para que se detenga: pero no te preocupes, querer abandonar es normal.
No es sencillo conseguir un estado mental a prueba de creencias intrusivas y negativas, culpables de la rendición de los deportistas. Si ya no es fácil conseguir la mentalidad para empezar a tener una vida activa, imaginaros lograr una preparación mental para una competición de alta exigencia.

El día de la carrera, sobre todo si es un evento por el que has estado sacrificándote y entrenando al máximo, es una fecha importante en tu vida. Sería toda una desgracia arruinar una jornada así solo por una mala planificación a nivel psicológico.
En este artículo, te vamos a ofrecer una serie de pasos para que te coloques en la línea de salida preparado para dar el 100%. Agarra papel y boli para apuntar estos sencillos pasos.
Controla lo controlable
Los factores manejables como una correcta alimentación, un buen calendario de entrenamientos o el buen descanso son factores que cualquier persona puede manejar. Dentro de la preparación mental para la competición, es fundamental centrarse en estos aspectos que están al alcance de tu mano y despreciar todo aquello ajeno a tu control. Deberás saber adaptarte a la climatología, el terreno o el resto de competidores para atender a tus cualidades y explotarlas.
Positivismo ante todo
En las semanas o meses de entrenamiento seguro que han existido sesiones positivas, donde las buenas sensaciones han creado expectativas ilusionantes para realizar un gran resultado. Quédate con esos recuerdos. De nada sirve tener los fallos presentes, ya que solo van a fomentar el miedo y las seguridades. Memoria de elefante para lo bueno, memoria de pez para lo malo.
Una de las mejores sensaciones del mundo
A pesar de las exigencias puestas sobre uno mismo y las ilusiones por la victoria u obtener un resultado increíble, es importante recordar que finalizar una prueba demuestra que has podido completar algo difícil y complicado. La sensación de cruzar la línea de meta, en cualquier clase de competición, es una sensación única e irrepetible.
Haz una lista con lo que necesitas
Elabora una lista con las cosas imprescindibles para el día de competición. Apunta aquellas cosas necesarias para poder plantarte en la salida con toda la confianza del mundo. Dejarlo todo preparado y colocado el día previo te ayudará a relajarte debido a que no tendrás prisas de última hora por la pérdida de las zapatillas, por ejemplo.
Aparte de la organización, practica tus aficiones
Ser una persona organizada reducirá tu nivel de estrés propio de los momentos previos a la competición. Una vez con todas las cosas organizadas, llega el momento de relajarse. La tarde del día anterior ve tu serie preferida, da un paseo por un lugar relajante o toma tu comida favorita.
No te rías de las supersticiones
Si nunca has creído en ello, puedes saltar al siguiente apartado. Si tienes rituales, como vestirte con una prenda especial o alguna forma extravagante de ponerte las zapatillas, hazlos. Tener el máximo de confianza posible es esencial para afrontar las competiciones deportivas.
La diversión como fuente de motivación
Recuerda siempre que un deportista feliz y motivado siempre va a ser más veloz que una persona con desgana y con semblante triste. No deja de ser un reto que debe darte impulso para finalizarlo de la mejor manera posible, sin importar el resultado final.

Los tabús para el día 'D'
Al igual que existan ciertas pautas a seguir que ayudan para afrontar una competición, hay ciertas cosas prohibidas para el día de la competición a nivel mental:
Nunca estrenes
Ya sea unas zapatillas nuevas, un determinado suplemento o un cambio en tu dieta. Cualquier novedad solo va a traer incertidumbre e inseguridad, y no hemos parado de mencionar a la confianza como una de las claves para hacer un buen papel en la competición. Además de las consecuencias físicas que puede acarrear introducir factores desconocidos como las ampollas (zapatillas a estrenar) o intolerancias digestivas.
Dormir poco
Los nervios por competir siempre afloran y más cuando llega la hora de ir a la cama. Un mal descanso no solo va a pasar factura a nivel físico, sino que a nivel mental estarás menos atento a los posibles inconvenientes que te puede deparar la competición.