
Los gestos de la PTO que demuestran que se está ganando a los PROs por delante de otros circuitos
La primera edición del PTO US Open, disputado este fin de semana en Irving, Dallas, con las victorias de Ashleigh Gentle el sábado y de Colin Chartier el domingo, han servido para dar un paso más en el sorpasso al que IRONMAN y otros circuitos se están enfrentando con la irrupción de la PTO.
"Los organizadores a veces no ven cosas y necesidades que sí vemos los deportistas", reflexionaba estos días Sara Pérez, decimoquinta en la prueba estadounidense y que también estuvo presente en Canada Open. "Con la PTO tienes la sensación de que es una organización que trabaja para nosotros, y no al revés".
Una de las grandes críticas que se ha visto a lo largo de los circuitos en los últimos años es la de que los PROs eran un elemento necesario para atraer a populares, donde realmente se encuentra el negocio de los organizadores, más que los protagonistas que dotan de relevancia mediática a la prueba. Con la llegada de la PTO -que no deja de ser otro negocio, aunque con un modelo distinto-, esta percepción ha cambiado.
"Nos escuchan y modifican cosas después de oírnos", explica la vigente Campeona del Mundo de Challenge.
Este fin de semana, sin ir más lejos, se ha podido ver: tras la jornada del sábado, en la que las condiciones de la carrera a pie femenina fueron brutales, los chicos se encontraron con más facilidades gracias a lo aprendido el día previo: había hielo en la T2 esperándoles, además de más agua. Ella misma, junto a Pablo Dapena, lo comentaban en la entrevista que mantuvieron el domingo al acabar la carrera.

En Edmonton, durante la disputa de la primera edición de PTO Canada Open, también se vio que la Asociación quería ir desde un primer momento por esta línea: "cambiaron el avituallamiento porque los deportistas, en el briefing, dijimos que sería mejor en otro sitio", explica la de Canyon.
"Con el tema del drafting y las motos de los cámaras, también se sentaron a escuchar y buscar soluciones, aunque eso es más difícil".
Los premios económicos, el factor decisor
El hecho de que se reparta tanto dinero en premios está haciendo que muchos de los deportistas cambien su manera de planificar la temporada.
Un ejemplo es claro: Ashleigh Gentle. La australiana, que se ha hecho con la victoria en los dos Open, tanto el de Canadá como el de Estados Unidos, lleva atesorados ahora mismo 200.000 dólares en premios.
Hasta esta temporada, muy pocos PROs alcanzaban estas cifras en un solo año. Esto lleva a que muchos se estén planteando que el calendario de 2023 pivote alrededor del PTO Open, y no como "es una prueba más que incluir en el calendario": pasan de ser pruebas B, más de preparación hacia Kona o el Campeonato del Mundo de IRONMAN, a ser realmente pruebas objetivo.
De cara a los aficionados, también hay un cambio importante
Estamos acostumbrados a pruebas de media distancia en las que los aficionados que estén en directo viendo la prueba apenas ven a los deportistas en la salida, las transiciones y algo más en la carrera a pie.
En Edmonton e Irving, nada más lejos de la realidad: los aficionados presentes en Kona pudieron animar a los deportistas hasta en siete ocasiones durante el segmento ciclista, y otras cinco en la carrera a pie, lo que hace que prácticamente a lo largo de las cuatro horas de competición estuviesen viendo a sus ídolos.

Esto es porque en el formato de cien kilómetros escogido por la PTO, han sabido ir un paso más allá y tomar también lo mejor de los circuitos ITU: pese a los ochenta kilómetros ciclistas, o los 18 kilómetros de carrera a pie, se ha optado por circuitos cortos (once kilómetros y cuatro), que permitan que se les pueda ver constantemente.
A diferencia de IRONMAN y Challenge, donde la visibilidad de los participantes PROs queda limitada a la televisión o la cobertura online, en los PTO Open -al menos por el momento-, la experiencia es totalmente distinta.
Los Grupos de Edad, la asignatura pendiente
El modelo de negocio de la PTO pasa por la cobertura mediática y vender la señal de la prueba a las televisiones. Pero esto no significa que quieran renunciar a los grupos de edad: tanto en Edmonton como en Dallas hubo carreras específicas para ellos el sábado y el domingo por la mañana, aunque con un calado pobre.
Este pasado fin de semana, en la prueba estadounidense, apenas 350 personas tomaron la salida entre los dos formatos existentes -25 kilómetros y 100, aunque esta última fue reducida a 50 por el calor.
Con los despliegues de medios y de inversión que se ha llevado a cabo en ambas pruebas, es de esperar que quieran aunar a más grupos de edad. Sin embargo, por el momento el PTO Tour está más en la línea de la Superleague, muy atractiva para ver por televisión, pero poco llamativa para competir.
No obstante, viendo el interés que ponen, todo apunta a que en próximas temporadas pueden encontrar la tecla que haga que resten participantes a otros circuitos y se conviertan en una alternativa real.