
Richard Murray vuelve a ser Richard Murray
Hace ahora un año, por estas fechas, Richard Murray estaba más cerca de abandonar el triatlón profesional que de continuar su exitosa carrera. El -por entonces- sudafricano se enfrentaba a una operación de corazón para tratar una fibrilación auricular que llegaba a poner en peligro su calidad de vida.
"El año pasado, en enero, pensé que tendría que dejar el triatlón", ha explicado en una reciente entrevista. "Pero conseguir una opinión diferente y seguir adelante y operarme fue un gran cambio".
Tras ser intervenido con éxito, trató por todos los medios de acudir a los Juegos Olímpicos, pero la mala suerte se cebó con él: ni pudo salir en la prueba individual, ni en la de por relevos.
En ese contexto, la segunda parte de la temporada quedaba en entredicho, hasta tal punto que prefirió alargar la convalecencia post operación antes que retomar la competición.
"Se trata de la confianza psicológica de ser capaz de esforzarse: tienes que creer en tu capacidad para ir a fondo y no tener problemas después".
Y en la espera, mientras llegaba esa plenitud de confianza, llegó la gran sorpresa: renunciaba a Sudáfrica y anunciaba que, a lo largo de 2022, pasaría a competir defendiendo los colores de Países Bajos, país que vio nacer a su esposa, Rachel Klamer.

La vuelta a las Series Mundiales
Con paciencia, y compitiendo en pruebas menores -victoria en un triatlón local y en tierras norteamericanas-, Richard esperaba el momento de competir contra los mejores en su hábitat natural, en las Series Mundiales.
El momento llegaba hace una semana, en Leeds, localidad británica que, curiosamente, presenció su primera victoria, allá por 2018.
Con la incógnita de saber cómo se encontraba ante nombres como el de Vincent Luis, Hayden Wilde o Alex Yee, lo importante eran las sensaciones. "La idea era estar entre los 20 y los 30 primeros, y si me hubiera acercado a esa cifra me habría alegrado", explicaba. Sin embargo, el rendimiento fue mucho mejor de lo esperado, ya que cruzó la meta en séptima posición.
"No estaba seguro de cómo era mi estado forma, así que en general ha sido estupendo poder volver a este nivel".
La siguiente parada será esta próxima semana, cuando viaje a Canadá a competir en las Series Mundiales de Montreal, con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024, a los que llegará con 35 años.
"Al principio había pensado que quizá no podía ir a por el individual -quizá había perdido un poco- y que aspiraría a formar parte del relevo", reflexiona al respecto. "Pero se trata de recuperar la confianza este año y luego centrarse el año que viene en la clasificación para París".
¿Cómo ha vivido el cambio de nacionalidad?
En Leeds, Murray vistió por primera vez los colores de Países Bajos al más alto nivel. "Ha sido un cambio muy grande", comenta, "pero increíble". Obviamente, hablamos en holandés en todas las reuniones y cosas así, y mi mentalidad ha cambiado".
Richard, nacido en Sudáfrica y afincado en Holanda, es el marido de la mejor triatleta holandesa, Rachel Klamer, y en tierras británicas se dio la curiosidad de que pudieron competir juntos en el relevo mixto. "Estaba entre los cinco primeros cuando le cedí el testigo tras la primera posta", recuerda.

"La verdad es que me preocupaba un poco hacer el relevo al día siguiente del individual, ya que me estoy haciendo un poco mayor -los treinta y pocos son una gran diferencia con los veinte y pocos- y siento un poco más la carrera".
"Estuvo muy bien correr con las holandesas y con Rachel, pero fue una sensación muy extraña cuando estuve en la salida. Normalmente corro contra ellas y de repente corro para ellas".