
Natación: ¿deberías girar menos el cuerpo cuando respiras?
En natación conocemos como rolido a la rotación o giro de las caderas que se realiza en el estilo crol y espalda, un movimiento que nos permite ser más eficientes aplicando menor resistencia al agua. Es una de las claves en conseguir una correcta hidrodinámica, es decir, una posición lo más eficiente posible de nuestro cuerpo a medida que avanzamos para que seamos lo más rápidos posible.
Se habla mucho de la importancia de un buen rolido, pero durante la natación hay otro giro que también juega un papel fundamental si queremos ser nadadores eficientes: uno de los movimientos donde más hidrodinámica podemos perder si no lo hacemos correctamente en la rotación de la cabeza durante la fase de respiración.
Respirar adecuadamente cuando nadamos evitará que apliquemos resistencia innecesaria al agua debido a que sacamos demasiado la cabeza, perdemos impulso con alguno de los brazos o nos incorporamos demás.

¿Qué pasa cuando rotamos demasiado al nadar?
Como hemos visto en otros artículos de Planeta Triatlón, una rotación adecuada en la brazada de estilo libre oscila entre los 45 y 60 grados en hombros y caderas. Aunque años atrás, (80s y 90s) muchos entrenadores de natación abogaban por aumentar la rotación en la brazada lo máximo posible, esta creencia está algo obsoleta, así que, por normal general, salvo que hayas trabajado de manera enfocada en exagerar este movimiento, es poco probable que consigas una rotación mayor durante una brazada normal.
Sin embargo, durante la fase de respiración, muchos nadadores aumentan su rotación por encima del ángulo máximo recomendado (60 grados). Este exceso de rotación, en muchos casos producido por la necesidad de estirarse al máximo para coger una buena cantidad de aire, provoca una pérdida de equilibrio importante.
Esa pérdida de equilibrio suele estar acompañada de un movimiento inconscientemente en el que el nadador separa las piernas para evitar girar sobre su espalda. Es decir, lleva a cabo una evidente patada de tijera durante la parte posterior de la brazada que provoca una resistencia al avance muy negativa.
Además, debido a que, en esta posición, el ángulo de rotación es mayor y se un poco más en girar, se produce un retraso en la sincronización de la brazada, influyendo negativamente en el ritmo. Lo normal es que el nadador que tiene una sobre rotación no aprecie esta pérdida de sincronización, pero una vez que lograr corregir su rotación durante la respiración, la mejora es muy notable.
Disimula al respirar si quieres ser mejor nadador
Si quieres mejorar tu eficiencia en el agua, el siguiente paso es centrarte en reducir tu rotación en la respiración durante la natación. Durante tu próximo entrenamiento de natación presta atención a lo que hacen tus hombres y caderas tanto cuando respiras y cuando no, y trata de que el movimiento de rotación sea similar en ambos casos.

La clave es conseguir lo que algunos denominan una respiración "disimulada", un movimiento casi inapreciable. Es posible que te cueste algo más respirar, dado que tienes menos tiempo para coger aire. Pero, si te sirve de ayuda, así es como se siente una buena técnica de respiración: se exhalación de manera suave y prolongada bajo el agua y luego se lleva a cabo una inhalación al lado casi desesperada.
En muchas nadadores, el exceso de rotación es la consecuencia de una respiración "unilateral". Aquellos que siempre respiran hacia el mismo lado tiene probabilidades muy altas de desarrollar una sobre rotación. Para contrarrestar esta mala técnica la clave es introducir la respiración bilateral -a ambos lados- con el fin de equilibrar la brazada.