
Salir de nuestra zona de confort entrenando puede incrementar nuestra felicidad
Para todos aquellos que amamos el deporte, Steve Magness se ha convertido en un guía fundamental. El co-fundador junto a Brad Stulberg de The Growth Equation (La Ecuación del Crecimiento) y autor de libros como como Máximo rendimiento o La ciencia del running es reconocido como de los expertos sobre rendimiento más prestigiosos del mundo.
Magness ha trabajado como consultor sobre el desarrollo de habilidades mentales para equipos deportivos profesionales, incluidos algunos de los mejores equipos de la NBA y puede presumir de tener entre sus seguidores en redes sociales a Eliud Kipchoge, Flora Duffy, Kilian Jornet, Jan Frodeno o Alistair Brownlee.

Además su trabajo has sido recogido por medios prestigiosos como The New Yorker , Wall Street Journal , The New York Times o The Guardian, que han querido compartir con el mundo la experiencia de este coach en el deporte de alto rendimiento.
Steve Magness nos ha hablado de lo qué se necesita para estar entre los mejores, nos ha explicado cómo convertir a nuestros hijos en deportistas exitosos o nos ha ensañado a no fallar en los entrenamientos. Ahora, en uno de sus tuits más recientes, este reputado experto nos ha dejado una nueva enseñanza.
Superar la zona de confort aumenta la satisfacción vital
Días atrás, en un debate que podría estar relacionado con la cuestión que nos trae aquí, se trataba de esclarecer si un entrenamiento que no nos divierte puede ser óptimo o no. Esto tiene mucho que ver con salir de la zona de confort.
A veces, para conseguir ciertos resultados, toca cruzar esa delgada línea de la incomodidad y enfrentarnos a situaciones que no son de nuestro agrado. Tal y como apuntaba Alain Güttinger también en Twitter, no tenemos que disfrutar de todos los aspectos del entrenamiento para que sea 'óptimo'.
Es decir, podemos decir que salir de la zona de confort es el precio que debemos pagar para alcanzar ciertos objetivos, metas o resultados. Es, sin más, un proceso desagradable que encuentra su recompensa al final del mismo.
Sin embargo, Steve Magness explica que "todos necesitamos algo que nos haga sentir vivos, que empuje nuestros límites. Y mejor aún, si ayuda a los demás". El experto en rendimiento ha compartido un nueva investigación que revela que superar la zona de confort aumenta la satisfacción vital.

El estudio de Netzer y Cohen (2022), del Departamento de Psicología de la Universidad de Stanford, alentó a un grupo de personas a participar en actividades 'fuera de su zona de confort'. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a una condición que los alentaba a participar en una actividad fuera de su zona de confort durante dos semanas o a una condición de control que los alentaba a llevar un registro de sus actividades diarias.
Según los investigadores, los resultados probaron que la satisfacción con la vida de las personas que eran relativamente menos felices al inicio del estudio aumentó tras este, y los análisis exploratorios sugirieron tentativamente beneficios más fuertes entre las personas que salieron de su zona de confort para ayudar a los demás.
Si algo nos queda claro es que el deporte es una vía rápida para mejorar nuestra felicidad. Basta con sufrir en unas series junto a un buen compañero.